
EDUCACIÓN FÍSICA. MAPA CONCEPTUAL Y CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS BÁSICOS.
La libertad de acción del alumno en la clase de educación física, ha de ser entendida como:
“No para que el alumno haga lo que quiera, sino para que el alumno quiera lo que haga”
Dr. Marcelino Juan Vaca Escribano
In memoriam
Una vez completada la visión epistemológica se hace preciso definir cuáles son las principales ciencias que inciden en la Educación Física y en qué medida el profesor ha de realizar, desde cada una de ellas, esa labor de búsqueda y de aportación de recursos que favorezcan esa síntesis que hemos convenido que es la capacidad esencial del profesor de Educación Física tanto en lo científico como en los fundamentos didácticos y procedimentales que se aportan desde las ciencias.
La Educación Física como disciplina científica:
Entendida, desde su propia denominación, como una Ciencia de la Educación la dimensión de lo físico, le otorga un planteamiento metodológico distinto y una valoración científica situada a caballo entre lo que se es y lo que se vale; en una palabra, desde la vieja discusión de los filósofos medievales sobre la esencia y la existencia del ser, nunca pudo materializarse tanto esta dialéctica como en la propia Educación Física. La vieja división psicológica entre psiquismo superior e inferior, adquieren, igualmente, plena vigencia cuando planteamos o ejecutamos la Educación Física, una disciplina en la que lo material y sensible alcanza pleno significado en el mundo de lo cognoscible, de lo inteligible, de lo afectivo y de lo axiológico teniendo, en todos los casos, trascendencia educativa e influencia tanto en la formación de la personalidad como en el concepto educación integral y, del otro lado, en la salud y en la esperanza y calidad de vida del alumno o alumna.
Desde esta doble visión de un ser único e indivisible, realidad psicofísica, que es el ser humano es desde donde han de ser contempladas y entendidas las ciencias que confluyen en la acción docente que denominamos Educación Física. La propia naturaleza de estas mismas ciencias y su epistemología científica nos las sitúa en tres grandes grupos iniciales:
a) Ciencias Experimentales y de la Salud.
Se integran en este grupo las ciencias que afectan a la vida y a la existencia de la persona, son las ciencias que nos explican las bases biológicas y fisiológicas del movimiento, que nos introducen en los principios básicos del entrenamiento y acondicionamiento físico, en los mecanismos que regulan el aprendizaje y el desarrollo de la motricidad humana, el desarrollo de los aspectos cualitativos del movimiento humano, los principios relacionados con la higiene y la alimentación y los que dan lugar a las nuevas tecnologías como favorecedoras de los recursos didácticos que empleamos en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Podemos incluir en este grupo:
– La Anatomía humana.
– La Fisiología del ejercicio.
– La Biomecánica.
– La Física.
– La Medicina.
– La Biología.
– La Nutrición.
– La Higiene.
– La Informática.
– La Telemática.
b) Ciencias Sociales:
Son aquellas ciencias teóricas que nos proporcionan los conocimientos y recursos necesarios para entender y conducir los procesos educativos relacionados con el medio en el que se desenvuelven los alumnos y las alumnas. La importancia de la Educación Física y el Deporte como fenómeno social y de comunicación, así como las diferentes formas de participación en el mismo y su valoración ética y axiológica. Podemos incluir en este grupo:
– La Historia
– La Literatura
– La Música.
– La Economía.
– Las Ciencias de la Información y de la Comunicación.
c) Ciencias de la Educación:
Establecen los principios psicológicos que rigen el comportamiento de los alumnos y alumnas, sus intereses y sus formas de adquirir y asimilar los conocimientos en las distintas edades , así como la forma de organizar y estructurar los procedimientos, las actividades y los conocimientos de tal manera que sean fácilmente asimilados y entendidos por los alumnos y alumnas. Entre estas ciencias distinguimos:
– La Psicología.
– La Pedagogía.
– La Sociología.
– La Didáctica.
Sin perder de vista la dimensión integradora que sobre todas estas disciplinas y conocimientos tiene la Educación Física, es necesario un esfuerzo aclaratorio sobre el papel que cada una de estas ciencias desempeñan en el ejercicio docente de la Educación Física y, en qué medida han de ser utilizadas en el trabajo del profesor de Educación Física.
Las Ciencias Experimentales y de la Salud en la Educación Física:
La diferencia esencial entre las ciencias experimentales y las ciencias teóricas o especulativas está, esencialmente, en los métodos de trabajo que emplean y en la valoración de los resultados, de tal manera que, mientras que en las ciencias experimentales un principio científico, desarrollado en condiciones iguales aporta siempre resultados iguales, en las ciencias teóricas, la exactitud del resultado, a pesar de que se desarrollen en las mismas circunstancias, no está siempre garantizada en todos los casos y la cientificidad se acredita más por la cientificidad del método empleado que por la identidad de los resultados. Las Ciencias Experimentales y de la Salud tienen su principal incidencia en todo lo referente al soporte físico: evolución de los órganos y sistemas del ser humano y sus aspectos de desarrollo, adaptaciones físicas producidas por el entrenamiento o la actividad física sobre las capacidades físicas básicas, procesos mecánicos y fisiológicos del movimiento humano, crecimiento, desarrollo, maduración y vejez del cuerpo humano y las consecuencias físicas y funcionales de estos procesos, salud y enfermedad del ser humano y los medios y recursos para mantener la salubilidad y alejar los riesgos de enfermedad, etc.
Mención especial merecen, dentro de este apartado, la informática y la telemática tanto por lo que supone la primera como posibilidad de control de los proceso de desarrollo, de entrenamiento, de mejora de la condición física o del estado de salubilidad, como, en el caso de la telemática, la posibilidad de poseer información y recursos didácticos procedentes de otros medios y ámbitos geográficos.
Las Ciencias Sociales en la Educación Física:
A menudo solemos caer en el error de considerar que la Educación Física es una materia eminentemente práctica o, mucho más grave aún, entendemos que lo es de forma exclusiva. Nada más lejos de la realidad, si ninguna materia o ciencia puede ser entendida en solitario y sin conexiones con otras ciencias, mucho menos la Educación Física; el atribuir de forma exclusiva la relación científica de nuestra disciplina a las Ciencias Experimentales o de la Salud o, por el contrario, inclinarla de forma casi exclusiva a las Ciencias de la Educación y la Psicología significa perder de vista el horizonte más importante del concepto Educación Física, actividad educativa que carece de sentido sin un referente humanístico y sin una correcta ubicación en el lugar en el que el alumno ó alumna ha de desarrollar su vida y su actividad.
La pérdida de este horizonte humanístico de la Educación Física, en las últimas décadas, se está traduciendo en una devaluación de la propia disciplina y en la pérdida de una importante dimensión educativa, como es la educación en valores, y dando lugar a la aparición de enormes problemas cuyo origen es preciso situarlos en esa devaluación de la Educación Física como disciplina antropocéntrica y humanística.
Reducida la Educación Física a una mera práctica sistemática de ejercicios y actividades físico-deportivas, aun cuando sean en el marco escuela, supone considerar que, en el mejor de los casos, es una acción educativa o instructiva de tipo altruista, cuya traducción real es la de transformar al alumno en un sujeto pasivo al que, supuesta o presuntamente, beneficiamos con el ejercicio y las prácticas deportivo-recreativas. Esta acción, digna por otra parte del mejor despotismo ilustrado, no solo no puede considerarse educativa, sino que es preciso inscribirla dentro de marcos educativos ya superados y condenados por la moderna ciencia didáctica al mismo nivel que lo fuera el aserto novecentista de la letra con sangre entra.
La polarización de la Educación Física sobre el entorno, casi exclusivo de las Ciencias de la Educación y de la Psicología, producido como efecto péndulo en las últimas décadas, ha supuesto, en algunos casos, abordar la Educación Física desde una óptica terapéutica que convierte a los alumnos y alumnas en presuntos enfermos y a determinadas formas de entender la Educación Física como terapia, o bien, en el caso de la aplicación exclusiva y sistemática de todas las teorías educativas trasplantadas, sin más, al campo de la Educación Física a una acción educativa tan pormenorizada y analítica que, cuando no es inaplicable, en la práctica se traduce en una pérdida de la identidad propia de la disciplina. Hemos forzosamente de referirnos, al trinomio Educación Física – Condición Física – Rendimiento Físico, en el que en muchos casos, ha terminado convirtiéndose la Educación Física. Reducir la acción docente en Educación Física a la toma de datos matematizables y concretar la evaluación de la acción educativa y de los aprendizajes a una sucesiva toma y valoración de estos datos a lo largo del curso, además de la dudosa utilidad de los mismos y de la escasa credibilidad de esta evaluación, realizada casi siempre en dudosas condiciones de validez científica, convierte a la Educación Física en una práctica activista, sin norte y sin sentido, en la que el alumno es el sujeto experimental de una exprimentabilidad inexistente y, desde luego, con un resultado educativo nulo.[1]
El nuevo milenio, sus perspectivas sociales y las actuales dimensiones del fenómeno Educación Física, demandan una reorientación de la disciplina en dirección a las ciencias sociales y a las ciencias de la salud. Las razones de esta afirmación están en los componentes más destacados de las actividades físicas como el fenómeno de proyección social, pública y económica más importante de esta última centuria. Los problemas colaterales: hooliganismo, movimientos ultras, mercantilización de las actividades físicas y manipulación política del fenómeno, exigen una reflexión y una orientación desde este ámbito del saber que no debe hacerse esperar demasiado tiempo.
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[1] Los estudios llevados a cabo por el Consejo Superior de Deportes sobre la población universitaria española de la última década, ponen de manifisto como tras pasar por estos planteamientos educativos, la inexistencia de contenidos de Educación, en esta forma de entender la Educación Física, hacen que el número de practicantes universitarios de alguna actividad física sea alarmantemente bajo y que los practicantes no lo sean como consecuencia de la Educación Física escolar, sino por la acción de las escuelas deportivas municipales y por los centros de tecnificación deportiva.