LA EDUCACIÓN FÍSICA EN LOS PLANTEAMENTOS POLITICO-EDUCATIVOS DEL PRIMER FRANQUISMO

Manuel Vizuete Carrizosa

MANUEL VIZUETE CARRIZOSA

Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materiales Didácticos para la Educación Física Escolar. Historia y Filosofía del Deporte y de la Educación Física. Formación del Profesorado de Educación Física. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa (EF, Deporte Escolar y Deporte para Jóvenes) Coordinador del Foro Hispanomexicano.

LA EDUCACIÓN FÍSICA EN LOS PLANTEAMENTOS POLITICO-EDUCATIVOS

DEL PRIMER FRANQUISMO

El desarrollo científico de la disciplina conocida como educación física, se vio afectado por la Guerra Civil, al ser Moscardó el director de la Escuela Central de Gimnasia al comenzar la contienda y tomar partido por el bando rebelde, arrastra al bando nacionalista a los principales teóricos de la educación física, que eran la mayor parte del profesorado de la Escuela, así como los alumnos y distinto personal de tropa que se encierran con él en el Alcázar, si bien con alguna excepción.[1] Este episodio del Alcázar, y la decantación de la Escuela Central de Gimnasia y de la mayoría del profesorado por el bando rebelde, es la que lleva al gobierno republicano a separar de la docencia a todos los profesores de educación física casi al comienzo de la Guerra Civil.[2]

Para el futuro de la educación física, es determinante el que se encuentren entre los sitiados en el Alcázar Juan Andrés Toledo[3]  y  el profesor Trapiella, que serán los principales responsables del desarrollo posterior de la disciplina, este último, autor de la definición de su nombre de gran repercusión teórica posterior.

La preocupación legislativa en relación con la educación física en el bando nacionalista, se encuentra entre los esfuerzos de limpieza y redefinición de la enseñanza de los nuevos planteamientos educativos del franquismo, así, junto a los decretos de depuración del personal docente, de la obligatoriedad de las prácticas religiosas en la escuela y de la prohibición de la coeducación, de forma igualmente temprana, se procede a definir los contenidos y objetivos a conseguir en distintos campos de la enseñanza, especialmente los religiosos, los patrióticos, y los de educación física.

En el caso de la educación física, los militares parten con ventaja al ser un tema, que no solo les es familiar, sino sobre el que al comienzo de la guerra, poseen una auténtica situación de privilegio en cuanto a conocimientos sobre los demás ámbitos educativos, toda vez que la Escuela de Educación Física de la República, en su corto periodo de existencia, apenas había conseguido formar una promoción, por lo que se mantenía la carencia de profesorado civil especializado. Esta es la oportunidad esperada por los militares para desarrollar sus ideas sobre la educación e introducir la educación física como una parte importante de la política educativa, dándole un nuevo empuje a las acciones llevadas a cabo durante la Dictadura de Primo de Rivera. Esto es lo que justificaría que de forma temprana se defina: cómo debe ser y en qué forma debe desarrollarse la educación física, así como el planteamiento escolar de  la disciplina.[4]

Esta normativa legal, establece un planteamiento de la educación física dentro de las normas generales de educación, sin dar oportunidad a la vieja controversia entre educación o cultura física, descartando por decreto cualquier planteamiento coeducativo. Desaparece el desarrollo sociocultural  y se propone un planteamiento educativo, que curiosamente, está más próximo a  los planteamientos tradicionales de educación en la naturaleza de la escuela roussoniana y con el estilo de la Institución Libre de Enseñanza, que con lo que posteriormente serán las normas educativas rígidas y disciplinadas de la educación física del franquismo.

Una vez clarificada la situación en el propio bando franquista, y aunque de forma igualmente temprana se recupera a la educación física para los estudios de secundaria al aparecer en la Ley Reguladora de los estudios del Bachillerato, en este caso como materia complementaria y perfilando lo que se espera de esta disciplina en el marco escolar, de tal manera, que el desarrollo que se propone está perfilando el futuro programa de acción y de actividades del Frente de Juventudes.[5]

Estas disposiciones previas a la creación del Frente de Juventudes, que asumirá las plenas competencias en esta materia, aun cuando incorporan de forma definitiva el término educación física, indicando la postura doctrinal del régimen en este sentido, mantienen el sentido de educación formativa que había sido tradicional en los planteamientos escolares anteriores, los cuales, a partir de ahora, desaparecerán en beneficio de posturas mucho más duras y espartanas como indica la propia ley, para evitar la rusofilia y el afeminamiento de la sociedad española (sic). A efectos de clarificación conceptual indicaremos, de forma breve, las posiciones respecto a la educación del cuerpo y al papel que se le otorga en el contexto educativo del franquismo.

El concepto educación física es en sí mismo educativo, consagra la función de educar que tiene la disciplina, los sujetos de la educación física son educandos que determinan clara y necesariamente la presencia de un educador y por tanto, la posibilidad de incidir políticamente sobre los alumnos a través de él, desde este punto de vista, se consolida también otra cuestión no menos importante, cual es, la existencia de dos esferas educables en el ser humano, de tal manera, que a la educación de lo físico se opone la de lo no físico, circunstancias que serán objeto de consideración y de pacto entre distintas esferas del poder en cada momento, muy especialmente, en las luchas que por el control de la educación tienen lugar en los primeros momentos del régimen.

El desterrado, a partir de ahora, concepto de cultura física, mucho más amplio, no relegado a la dimensión escolar y socialmente patrimonial, con notable paralelismo con el de soberanía popular, participativo y colectivo, con una visión de valoración positiva del hecho social, y en este caso, con fuerte contenido de reivindicación de valores autóctonos y regionalistas a partir de los deportes y juegos populares, lógicamente tenía muy pocas posibilidades de vida dentro de los planteamientos político-educativos del franquismo, por lo que desaparecerá definitivamente de la educación físico-deportiva hasta la transición política.

Los dos conceptos existentes al comienzo de la guerra civil sobre el planteamiento educativo de lo corporal, llevan en sí mismos planteamientos dispares, el concepto de educación física planteado desde un punto de vista científico y sistemático desarrollado en la Escuela Central de Gimnasia del Ejército de Toledo, y que es el que se practica en la instrucción militar de ambos bandos, probablemente con una práctica mucho más rigurosa en el ejército africano y más relajada en el ejército peninsular, está entendido como adiestramiento y como mejora de las capacidades físicas del soldado, en tanto que el concepto de actividad físico-deportivo-recreativa, entendido como cultura física, es el dominante en los partidos políticos de la izquierda y entre las clases populares alistadas en el bando republicano, en donde existe, incluso, una idea de futuro alusiva a como se va a desarrollar la Cultura Física y el Deporte en la Nueva España [6] .

Cultura Física Ej Pop

Durante la Guerra Civil, se mantiene el desarrollo de las actividades físicas, no solo entre los combatientes como parte de la instrucción del soldado, sino también entre la población civil, el deporte por su parte, es protagonista de anecdóticos partidos de fútbol celebrados entre contendientes de uno y otro bando en periodos de tregua, que son de difícil verificación.

El  decreto sobre la educación infantil que promulga el Gobierno de Burgos, en el que se hace una especial referencia a la educación física,[7] es un buen punto de partida para establecer las ideas que sobre la educación de las nuevas generaciones se tienen en el bando franquista, un hombre nuevo educado por y para el naciente régimen ha de ser: religioso, además de cívicamente educado físicamente fuerte, fuertemente hispánico, racialmente  hispánico  se dice, e impregnado de las doctrinas sociales que emanan de la Rerum Novarum y de la Quadragesimo Anno.

Este concepto de hombre hispánico del franquismo, tiene como referente al hombre católico, revestido de las tradiciones históricas y culturales que componen el tópico del español tradicional, al que ahora se le pide, además, que esté bien formado físicamente y que sea disciplinado para mejorar su rendimiento trabajando en equipo, al servicio de la empresa y al servicio de la  patria. El modelo educativo finalmente referenciado por el régimen, es una actualización del hombre del XVI y del XVII español, y este sería, sin duda, el objetivo de la política educativa en general, al que la educación física debía coadyuvar mediante la generación, en los jóvenes, del llamado estilo. Concepto cuya traducción respondía al lema de S. Fernando, mitad monje, mitad soldado, lacónico y descriptivo al gusto militar, y a cuyo patronazgo se acogía el Frente de Juventudes.

La inexistencia de modelos nacionales a la medida del régimen, para llevar a cabo un desarrollo de las actividades físicas, es el primer punto en el que la teoría y el discurso político comienzan a separase de la práctica. Lo que realmente preocupa a los dirigentes políticos de franquismo, no es la reivindicación de las actividades físicas populares que comienzan a reiniciarse, y que la circular de Burgos reconocía como un factor esencial a tener en cuenta, para el desarrollo de las actividades físicas escolares. Lo que verdaderamente inquieta, es verlas asociadas, a veces, a ciertas sospechas de nacionalismos o localismos, que es, precisamente, lo que se trata de evitar con la vuelta a los modelos existentes antes de la guerra civil que tienen unos referentes extranjeros, o aquellos que están directamente relacionados con las teorías de la I.L.E. en los que la connotación político-educativa es determinante.

Se pretende encontrar un modelo propio desde la trasformación de lo existente, y en sintonía con lo que se considera moderno y actual. En este caso, los modelos alemán e italiano son los que, a nivel de la práctica, sirven para la expresión externa, no para la teoría filosófica, ni como fundamento educativo.[8]

En cuanto a las formas externas en la educación física y el deporte, los modelos no pueden ser más sugestivos para el naciente régimen: en Italia el plan fascista de total extensión de la educación, tenía en la educación física un elemento eficaz de propaganda y de adoctrinamiento político, la especial atención dedicada por el fascismo italiano a la higiene personal y a la sanidad pública, que se llevan a la práctica desde las actividades gimnásticas, dan  un halo de sano y disciplinado progresismo, muy apetecible para el régimen franquista, como modelo a imitar para la educación de los jóvenes españoles.

Alemania, que había sido la organizadora de los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Berlín en 1936, está en posesión de un gran prestigio en cuanto a actividades y a organización deportiva. Es un país amigo que ha desarrollado un modelo organizativo de la juventud, similar al que se trata de organizar en España. Las Hitler Jugend, son un modelo referencial claro para el Frente de Juventudes, a efectos de imagen externa y de planteamiento político, si bien, solamente como camuflaje de posturas más reaccionarias.

Las características socioculturales y políticas en las que el proceso de implantación y extensión de la educación física se mueve, reclaman el aporte personal de los individuos, no ya en lo económico, sino en lo meramente participativo, lo que origina, que no solo se busque la extensión de los beneficios de la práctica de las actividades corporales, sino que se trata de hacer conversiones a la nueva religión del deporte y a la implantación de las actividades físicas como hábito social. Así que, es en este contexto, en donde hay que entender el discurso de los personajes públicos en torno a la educación física y al deporte escolar.

El modelo italiano se considera un referente fundamental en el plano teórico, ya que se tiene por seguro entre los teóricos españoles de la educación física en los inicios del régimen que, en Italia, existe una implantación y un desarrollo completo de la educación física escolar: con una dedicación de más de veinticuatro horas por semana, con rigor y con planificación sistemática, y cuyos planteamientos didácticos, en lo que se conoce desde la propaganda del régimen fascista italiano, son consecuentes con las ideas que se tratan de implantar en la educación física española: destreza y agilidad corporal, vida al aire libre, hábitos higiénicos, viajes, campamentos, etc.[9] .

Es especialmente atractivo, para los profesores españoles, el modelo metodológico empleado para el desarrollo de las actividades convivenciales intensivas, como la idea de formación de hábitos y actitudes en instituciones del régimen fascista, mediante actividades físicas y recreativas, que ya se habían implantado como método en las actividades del Frente de Juventudes, y sobre lo que existe una experiencia propia significativa, desde el inicio de la guerra civil.

De Alemania, el otro referente que consideramos, se dice en España que el enfoque pedagógico se resume en la consideración de que: la educación física es el goce de la salud por la actividad física, llama la atención de los teóricos españoles de la educación física de los cuarenta: su eficaz organización y lo desarrollado de su implantación a todos los niveles con una organización  impecable.

En resumen, el modelo español a nivel de la expresión externa, recoge  lo que existía de experiencia propia de la anteguerra, siempre que no estuviera contaminado de actitudes o ideas liberales o anarquistas, y recurre como modelo operativo y de planteamiento pedagógico al italiano, en tanto que del modelo alemán, adopta las formas externas, especialmente después de las visitas de Arrese a Alemania en 1943, y del intercambio testimonial de visitas entre afiliados, mandos y dirigentes del Frente de Juventudes, y miembros de las Hitler Jugend.

Sin embargo, el problema teórico más importante que se plantea es el de los contenidos y el de la didáctica de la educación física a aplicar en España, en especial a la hora de decidirse por una de las escuelas gimnásticas existentes.  Nos referimos, en este caso, a la dificultad para implantar un método de origen doctrinal roussoniano, cuando José Antonio Primo de Rivera, en el discurso fundacional de la Falange, comienza por anatematizar a Rousseau en el segundo párrafo, precisamente el único que todos los falangistas llegaban a saberse de memoria, lo que planteaba un problema especialmente grave, al ser la consecución del hombre falangista el objetivo último a conseguir[10] .

El segundo, es de orden operativo. La única escuela gimnástica que se había desarrollado en España era la gimnasia sueca, en la Escuela Central de Gimnasia, de la que se conocía la aplicación militar sin que se hubieran conseguido asentar, pese a los esfuerzos de la Dictadura de Primo de Rivera y de las intenciones de la República, a nivel escolar, los planteamientos fisiológicos e higiénicos que contiene el método sueco, es decir, que de esta escuela lo más difundido en España fueron las formas externas, aprendidas desde la milicia, por ser las más fácilmente encajables con los planteamientos paramilitares y con las actividades masivas a realizar con los jóvenes.

Como quiera que en esta escuela, heredera doctrinal y metodológica de los movimientos e intentos habidos con anterioridad, se habían formado los encargados de poner en funcionamiento, tanto la educación de los profesores civiles masculinos como los esquemas de implantación de la educación física a todos los niveles, no existió discusión alguna sobre el método gimnástico a seguir, sino continuación, por inercia, de lo que se venía haciendo.

Puestas las bases didácticas del aparato externo, hemos de plantearnos el modelo referencial en cuanto a lo filosófico-educativo de las actividades físicas. El poder y la influencia de la Iglesia durante los años inmediatamente posteriores a la contienda civil, es lo que determina las bases filosófico-educativas que en relación con la educación del cuerpo se llevan a cabo durante todo el periodo. El exilio de la Compañía de Jesús en Portugal durante la República, y el de muchos clérigos españoles durante la Guerra Civil, les permitirá conocer el desarrollo de los planteamientos ideológicos y educativos que sobre la educación física se desarrollan en el Estado Novo Portugués entre 1936 y 1945, planteamientos estos, que en lo concerniente a aspectos de moralidad y de actitud ante lo corporal fueron, sin duda, el modelo a imitar.[11]

Nada más claro para corroborar lo anterior, que el paralelismo existente entre lo que se defiende en el Estado Novo portugués, y lo que se predica en la España de la postguerra sobre la educación física en general y sobre la  femenina en particular. El poder de la Iglesia portuguesa en el Estado Novo produce una exacerbación de la moral puritana: se prohíbe hablar en público sobre cuestiones sexuales, se imponen reglas rígidas sobre la forma de vestir en las playas y en público, se limita de forma drástica la coeducación, y se condenan las demostraciones de hedonismo corporal[12]

Las actividades motrices espontáneas en la educación física, adoptadas por algunos sectores de la Escola Nova, son vistas con malos ojos, ya que la  moral desarrollada en el Estado Novo, tiene un interés especial en el apagamiento del cuerpo femenino como forma de asegurar una mejor herencia física y psicológica. Se condena, exprofeso, a la gimnasia rítmica:

…por la concepción puramente que desarrolla y que supone movimientos lascivos que anulan la voluntad y disminuyen la personalidad humana.

Se prohíben los festivales públicos femeninos, así como las exhibiciones gimnásticas y las competiciones atléticas públicas en base a que:

…son reprobados por la moral cristiana y no pueden admitirse en un país como el nuestro en el que la política del Estado Novo se asienta sobre sus preceptos y preconiza el regreso de la mujer al hogar.[13]

La sintonía de estos planteamientos educativos que se establecen para la mujer española de la postguerra no es completa del todo. Quizás, cabría anotar aquí, un punto de atrevimiento a la forma de actuar de la Sección Femenina en cuanto a la organización y planificación de las actividades, incluso en la cuidada ejecución y presentación de las mismas, aunque queda claro, en ambos casos, el común denominador de la doctrina de la Iglesia de los años cuarenta, que impone unas estrictas formas externas comunes para ambos países[14].

Es desde la sintonía política y desde la exigencia religiosa, a propósito de las formas externas, desde la que hay que entender el contrasentido entre los planteamientos teóricos y la ejecución práctica de las actividades de la Sección Femenina, así como los anacrónicos y pintorescos atuendos que se imponen a las alumnas, los cuales, están muy lejos de las formas de entender y ejecutar las actividades gimnásticas en Italia y en la Alemania de la época.

La influencia de la Iglesia fue notable y permanente, especialmente en lo que respecta a la educación física de la mujer, ya que los capellanes tenían acceso e influencia directa sobre las decisiones de la Sección Femenina, completamente confesional y donde eran los únicos hombres presentes en las Juntas de Mandos, en tanto que en la rama masculina, aun cuando también formaban parte de estas Juntas, su influencia fue mucho menor y su opinión menos trascendente al ser un hombre entre hombres, y tener su papel un parecido notable, con el de los capellanes castrenses respecto de las decisiones militares.

A título de ejemplo, veamos cómo se define la educación física desde las instituciones responsables de este cometido en los inicios del franquismo:

Desde el punto de vista de la pedagogía, la Educación Física es un punto principal para la educación general. El individuo se educa física, moral e intelectualmente. El cuerpo y el espíritu se desarrollan siguiendo un ritmo común, presentando particularidades y manifestaciones  propias a cada estado y toda desviación o predominio de una de las tres partes del todo que forma el organismo humano da un desequilibrio, y por tanto una anormalidad en el individuo., 

La Educación Física está basada absolutamente en partes científicas………………….  pero también puede ser considerada la Educación Física como un arte al ser obra de Educación.[15] 

No hay nada objetable en esta definición, en cuanto a que concuerda perfectamente con los objetivos que el régimen se había fijado, desde sus inicios, en relación con la educación  de los ciudadanos. El problema se plantea al tratar de traducir la teoría en términos de acción educativa, cuestión tanto más difícil, cuando no existe tradición teórica sobre esta materia, y lo que existe se asienta únicamente en la experiencia.

Desde los planteamientos del hombre de la calle, el término educación física corre suerte pareja con el de deporte, el haber aparecido normalmente asociados y enunciados juntos sin matizar ni delimitar las diferencias, hace que se confundan y que la idea que se tiene de ellas no sea la de procedimiento, la de método o la de fin. La idea generalmente extendida es la de condición necesaria, para la sociedad española, la «Educación Física y Deportes» es  la acción por la cual se mejora la condición física, sin que tras esta aseveración pueda articularse otro razonamiento, que el de la bonanza o saludabilidad de la acción útil de la práctica.[16] Razón por la cual, la falta de calidad, o la ineficacia en su caso de la acción útil del deporte, es achacada normalmente a «falta de Educación Física», con lo cual, la educación física, en términos generales, aparece confundida con la acción o efecto del entrenamiento.

La confusión existente entre fines y objetivos y entre el concepto científico-educativo y la visión social de la utilidad de la disciplina, son determinantes para el desarrollo de la educación física en España. Por ello, la evolución de la disciplina se produce a remolque de las circunstancias, de espaldas a la propia dinámica social, y en muchas ocasiones por mimetismo con los países del entorno, casi siempre, desde una visión altruista de las situaciones, y sin tener en muy en cuenta si lo que se planifica o teoriza, tiene posibilidades reales de traducirse en hechos y en políticas educativas concretas.

En realidad, lo que ocurre es que las prácticas gimnásticas están en el centro de un debate político sobre la educación en el que el tratamiento de lo corporal y de las actividades físicas, inciden en planteamientos de vida y en valores sociales firmemente asentados en la forma de ser española, de otra manera no se entenderían los sucesivos vaivenes, casi anuales, que sufre  la disciplina.

La educación física finalmente, se instala dentro de una escala de valores sociales no solo indiscutibles, sino sólidamente instituidos, en los que es común: la consideración dualista del ser humano, la necesidad higiénica y de medicina preventiva del ejercicio y la consideración, dentro del esquema educativo, de una educación de lo físico como complemento inevitable y necesario de la educación intelectual, para poder alcanzar la educación integral de la persona.

El binomio «ejercicio físico – terapia social» es otra constante tanto de los legisladores como de los teóricos educativos, parece como si en el subconsciente colectivo existiera la certeza, de que la sociedad española es débil y viciosa y que el ejercicio físico sistemático es la solución a los problemas de la sociedad decadente, de tal manera, que la educación física y los deportes aparecen como una salida vitalista al unamuniano «sentimiento trágico de la vida».

La estabilidad alcanzada por el régimen y la consolidación de sus instituciones, permite a la educación física generar sus propios técnicos y permitirles avanzar en la teoría propia de corte nacional que se había fijado al principio del periodo, de esta manera y coincidiendo con las reformas de López Cancio en el Frente de Juventudes, comienzan a ver la luz una serie de obras y escritos en relación con la educación física que, sin abandonar el discurso político, establecen una nueva línea teórica, más cercana a las posibilidades escolares, y  con una pedagogía más civil y racional que la que había venido estado al uso en la época de Elola.

Una de las diferencias más acusadas de esta renovación pedagógica del 61, es la presentación de la educación física como materia educativa, independiente de las otras actividades encomendadas al Frente de Juventudes, actividades de las que hasta entonces había formado parte, desde la amalgama indiferenciada de actividades en pro del proselitismo político que se pretendía. Esta separación, revestida además de un aceptable soporte técnico y un discurso teórico propio, comienza a ser significativa a partir de la nueva estructura de la Delegación Nacional de Juventudes que establece en su preámbulo:[17]

La Delegación Nacional de Juventudes es el órgano a quién el Estado tiene encomendada la educación cívica y política y la educación física de los españoles varones menores de veintiún años…….

En este decreto, producto de la reflexión sobre la experiencia acumulada por la organización desde 1940, se tiende a delimitar los campos de acción de cada una de las disciplinas o actividades que se llevaban a cabo en la Delegación Nacional.

La necesidad de delimitar el campo conceptual y de dar prestigio a una disciplina que había venido apareciendo asociada a las actividades del Frente de Juventudes, junto al indudable incremento de la capacidad de convocatoria  y de proyección pública y política de las actividades físicas al inicio de los sesenta, es lo que motiva la aparición de literatura específica y de manuales sobre el tema  en 1.961.[18]

Las consecuencia práctica más importante del decreto, es la creación, en la Delegación Nacional del Frente de Juventudes, de una sección dedicada específicamente a la educación física, sustituyendo a lo que hasta entonces había sido una jefatura nacional estrictamente política, y que a partir de este momento va a estar dirigida por personas que proceden del propio sistema, y que aportan su experiencia personal como técnicos específicos de educación física, a pesar de que todavía en el texto del decreto, la disciplina se presenta «arropada« del lastre político.[19]

El hecho es políticamente significativo y determinante, ya que el decreto consolida la permanencia y el control de la educación física, como materia docente, en la órbita de las Delegaciones Nacionales de Juventudes y de la Sección Femenina, mucho más concienciadas políticamente que la Delegación Nacional de Deportes, permaneciendo en ellas hasta el final del régimen. El decreto consolidaba igualmente, de forma irreversible, el reparto de poder en relación con la educación física.

Hay, desde dentro del propio sistema, un gran interés por dignificar y cambiar la imagen de la educación física, mediante un cambio cualitativo instrumentado desde dentro, así, para Antonio Castro Villacañas que en 1961 teoriza sobre la relación educación física y educación política, es lamentable la consideración que sobre el fenómeno deportivo tiene la sociedad española. Entiende que la gimnasia es detestable, se refiere a la gimnasia de tablas colectivas que se venía practicando, por lo que tiene de masificación y despersonalización del individuo, la percibe como propia de los métodos de países socialistas, y asegura, que su cualidad unificadora y despersonalizante es la causa de la repugnancia del español por este tipo de actividades. Valora el deporte, y en él, las capacidades educativas que se desprenden de la posibilidad de la derrota, del uso del reglamento, de las enseñanzas que proceden de la figura del árbitro, de la importancia de la autodisciplina que impone la práctica deportiva, de la lucha contra las dificultades, de la generación de un talante revolucionario y el efecto socializante y convivencial que genera la existencia del equipo[20] .

Evidentemente, se está produciendo una nueva escala de valores en la que la autodisciplina, el trabajo en equipo, el respeto a la norma, y la capacidad de superación, son el talante revolucionario que se desea para las nuevas generaciones.

Igualmente, Manuel Pascua Piqueras, uno de los más reputados técnicos del deporte español hasta nuestros días, que procede también del propio sistema, y que en el esquema político del momento vendría a representar, probablemente, la cara más apolítica de los teóricos de la educación física, señalaba que el fin de toda educación es conseguir hombres perfectos, entendiendo que lo es el que creció en condiciones óptimas, sostiene que lo importante en educación es conseguir individuos de cuerpo sano, férrea voluntad e inteligencia curiosa, y que la educación física es el vehículo ideal  a través del cual se puede formar el alma del niño, y aunque sitúa los valores espirituales sobre los materiales, entiende que la educación ha de plantearse como un todo.[21] 

En la misma idea se pronuncia Francisco Vigil Alvarez, desde la Sección de Formación Política de la Delegación Nacional del Frente de Juventudes y responsable del planteamiento político, para él, la finalidad del deporte es la de actuar como coadyuvante:

No crea nada ex nihilo; lo que hace es simplemente canalizar inclinaciones, conformar hábitos y reforzar posibilidades. Por eso en ningún momento puede ser considerado como fin en si mismo, como parte de todo un planteamiento formativo que nos ofrece la oportunidad de influir seria y eficazmente en el desarrollo físico de los educandos, en su carácter y en su capacidad de sociabilidad.[22]

Mucho más conservadora se muestra en sus planteamientos la Sección Femenina de FET y de la JONS, para la cual, la educación física es una ciencia que estudia los efectos del ejercicio sobre el organismo (Sic) como parte de la educación integral, entendiendo que cuerpo y espíritu nacen juntos y siguen un ritmo común en su desarrollo, por lo que debe tenderse en la educación a un equilibrio, mitad por mitad, de cada uno de ellos[23]. Se reconoce un sentido moral de la educación física que debe emplearse en favorecer el perfeccionamiento humano, de tal manera, que el ejercicio físico debe plantearse para que consiga, sobre todo, aumentar la fuerza moral y la virtud.

En cuanto al sentido social, la Sección Femenina, mantiene invariable el discurso, sosteniendo que el fortalecimiento del individuo trae consigo el fortalecimiento de la patria y el despertar del sentimiento patriótico, se valoran especialmente los juegos que se proponen como elementos de trabajo para despertar sentimientos de unión, de simpatía y de solidaridad, de tal manera,  que la sana alegría despertada por el ejercicio repercuta también en la colectividad.

Existe una escala de valores comunes que dan forma a una serie de conceptos, prácticamente inmutables, durante todo el período, la finalidad de la educación física se establece en una doble dirección: como medio de educación integral, que es la base teórica y el confesable, y como instrumento al servicio de la formación política y de la construcción de una  nueva sociedad mediante la educación de las nuevas generaciones, objetivo que   venía exponiéndose, invariablemente, desde el primer decreto sobre la educación física del régimen.

La educación física escolar como instrumento político.

La relativa modernidad de la educación física y del deporte en la sociedad española, el choque ideológico y cultural que suponen, por su enfrentamiento o contraposición con valores considerados fundamentales en nuestra cultura, así como el que estas actividades, por su propia naturaleza hayan aparecido y desaparecido por imperativo legal, ligadas a procesos     directamente relacionados con la evolución política del país, hacen que tanto su consideración, como el desarrollo, la asimilación y el impacto que las actividades físico-deportivas tienen en la sociedad española del franquismo, sean un parámetro bastante fiable de como esta misma sociedad evoluciona, se desarrolla y se incorpora al mundo moderno, en la medida en que el desarrollo económico y la evolución política permiten distintas formas de entender la vida y las relaciones  interpersonales.

Si durante los períodos anteriores a la guerra civil existe una implantación lenta y gradual de la educación física y de las actividades deportivas en la sociedad española, es con el franquismo cuando se produce una política intencional concreta, en base a objetivos políticos y educativos en relación con la ideas del régimen, hecho, que repercute en la ubicación y en el tratamiento de la educación física en los centros de enseñanza, y en su propuesta como actividad extraescolar, planteamiento que tendrá una relevancia especial por la presencia de un profesorado atípico, en los primeros tiempos a medio camino, entre comisario político e instructor militar.

La instrumentación política de las actividades físicas y de los deportes, es un planteamiento que va desde la actividad física escolar a las organizaciones juveniles del régimen, y desde aquí, o desde ambos ámbitos en ocasiones, a las  actividades públicas de masas que justifican la política de juventud, la forma en que esta acción se instrumenta es de tal sutileza que llega a desdibujar los conceptos y los ámbitos escolar-extraescolar de la disciplina.

La educación física, los deportes y las actividades de “aire libre” o en la naturaleza, son las piedras angulares de la política de juventud del franquismo, y el más importante medio de reclutamiento de las juventudes del régimen, y consecuentemente, uno de los contenidos esenciales de los procesos formativos de los dirigentes de esas juventudes.

Desde esta perspectiva es desde donde abordamos el estudio, con la intención de clarificar cuales fueron las intenciones, los modos, las formas y las repercusiones que a la corta ,y también a la larga, produjo el empleo intencional de la educación física y del deporte, como medio agente de un componente llamado «formación del espíritu nacional», el cual estaba integrado por la educación física, la formación política y la formación premilitar, esta última solo al principio, como factores esenciales de una nueva idea  política para la educación de las nuevas generaciones, teniendo en cuenta, que esta forma de educación debía conseguir, el que estas mismas generaciones se convirtieran en la justificación y en los agentes de propaganda del propio régimen, mediante un cuidadoso proceso de selección, formación y promoción dentro del sistema.

Al referirnos, por tanto, a la educación física y al deporte escolar de este periodo, los consideraremos como una parte de la política de juventud, refiriéndonos, de forma obligada, a las instituciones Frente de Juventudes y Sección Femenina de F.E.T. y de las J.O.N.S.  a las que se encomendó llevar a cabo esta labor.

La participación de la mujer en las actividades de educación física y deportivas escolares, estuvieron, en mayor medida que la de los varones, sujetas a planteamientos ideológicos y políticos, corriendo suerte pareja con la de su participación en  los demás ordenes de la vida,  naturalmente se sujetó al patrón que para la mujer se había prefigurado en el planteamiento filosófico de la Falange[24]  de la mano de las teorías de Onésimo Redondo,[25]  y de las que esbozó el propio José Antonio Primo de Rivera al referirse a la función de la mujer, a la que se le destina el papel de madre y compañera del hombre casi en exclusiva, [26]así que la justificación de la educación física escolar en la mujer estará orientada y referida a estos fines.

En general, los planteamientos políticos de la educación física y del deporte durante el franquismo, responden a los modelos de política «para» y política «por« la juventud que define Sáez Marín,[27] el concepto «con» es, normalmente, de difícil aplicación en la práctica deportiva, podemos asegurar que durante su vida activa los deportistas, sea cual fuere su nivel, son eternos menores de edad sobre los que la familia, los entrenadores y los sistemas organizativos del deporte, sean clubs, federaciones, o el propio Estado, toman las decisiones últimas, incluidas las que afectan a su vida privada. El concepto disciplina en su definición militar más pura de: «obediencia al superior aun cuando la razón aconseje lo contrario» es la más clara definición de la subordinación de los deportistas al sistema, esta carencia de libertad para la toma de decisiones, es la que, de hecho, invalida el concepto de política con los deportistas y la que posibilita su empleo con fines políticos, o extradeportivos.

En la práctica, los resultados de estas políticas referidas a la educación física y al deporte, comportaron una situación de dirigismo tutelado por las instituciones del régimen, sobre unas bases absolutamente pasivas, dóciles y conformistas, que  contribuyen en gran medida a garantizar la permanencia del sistema.

Desde una idea de actividad social en progresión, justificada en un primer momento por la finalidad educativa e higiénica, con el expreso deseo de hacerla llegar al común de la sociedad, el régimen franquista abandona la idea de plantear estas actividades de forma sistemática y organizada entre la población adulta a las que deja, casi a su libre albedrío, la posibilidad de organizarse e incluso les permite mantener entidades asociativas y clubs en medio de lo monolítico del régimen de partido único.

Abandonado el sector de población adulta a su capacidad de hacer y gestionar, el régimen intenta producir y desarrollar una «nueva cultura» entre la juventud a partir de las actividades físicas y deportivas, y así lo expresan reiteradamente las iniciativas legales que se refieren al tema y que reproducen machaconamente la misma justificación en su introducción.[28]

La obra definitoria de lo que se pretende desde los inicios del franquismo como política de educación física y deportes, es la Cartilla Escolar de Educación Física.[29] Esta obra, dedicada a los maestros, y sucesivamente plagiada en distintos momentos por los autores oficiales del régimen, tiene como objetivo ser, y de hecho lo consigue con gran calidad y profundidad técnica, una auténtica guía didáctica de la especialidad, desde las palabras de Franco en la promulgación de la Ley del Frente de Juventudes que se establecen como referencia básica:

………El Estado que guarda y restablece la efectividad de los derechos de la Iglesia y la familia en la educación, funda con esperanza su propia obra para la forja política y militar del hombre que ha de ser heredero de los sacrificios de nuestra generación. Cuantos medios tenga el Estado deben volcarse en la vigilancia, custodia y apoyo al Frente de Juventudes, verdadera obra predilecta del régimen. Digo que será empeño inútil y peligroso el de quienes pretendan entorpecerla.  ¡Arriba España! 

Está en la intención del régimen, al menos en el plano teórico, la cesión de parte de las obligaciones del estado en materia de educación a la iglesia, y a la familia, o lo que es lo mismo, la aceptación del discurso tradicional de la iglesia católica sobre  su derecho a la educación. Sin embargo, y como consecuencia de la indudable influencia de los regímenes alemán e italiano, y especialmente de la presión de los sectores falangistas del grupo Ridruejo, a los que ya hemos hecho referencia, en este momento, se reserva el Estado la formación política y militar del ciudadano, haciéndolo además con una metodología y objetivos propios, consecuentes con la ideología de la nueva forma de Estado. Es precisamente esta cuestión, de servidumbre a las ideas del partido único, la que distingue al régimen de Franco de la dictadura portuguesa, y de lo contenido al respecto en la Constitución de la República de Irlanda, donde se hacen concesiones plenas a la Iglesia sobre el derecho a la educación sin limitaciones ni contrapartidas.

La  voluntad de cambiar lo existente en este tipo de educación es indudable, se reconoce la existencia anterior de actividades lúdicas, rítmicas y en la naturaleza en la escuela primaria, sin embargo, considerando insuficiente lo anterior, se pretende una reorientación ideológica, y un relanzamiento de estas actividades.[30]

La intención es llevar a cabo una auténtica metodología de formación por la acción en la que habiéndose reservado la enseñanza de la educación física para el aparato político del régimen, se asigna al Frente de Juventudes la función y la responsabilidad docente, estableciéndose un plan completo que comienza por  la formación específica de los maestros en educación física, así como la función inspectora de esta materia en la enseñanza privada y pública, las cuales serán independientes y separadas del resto de las disciplinas académicas.

La razón, para la especial atención y control de estas enseñanzas, es la conciencia clara de su capacidad de convocatoria entre los sectores mas jóvenes de la población, su aparente inocuidad política, y la posibilidad de conseguir mediante el proceso de formación por la acción los objetivos de educación político-social del nuevo régimen.[31]

Un ideal vitalista y biologista de mejora de la salud, educación específica para cada sexo, observancia de la moral católica, ideal práctico de mejora de la condición física, y un ideal social y político, sin discusión posible, en el que se trata de afirmar lo que el régimen entiende como objetivos finales e irrenunciables del modelo del nuevo ciudadano, formado en el fondo y en la forma de acuerdo con los postulados políticos del régimen.[32]

Lo nacionalista y la exaltación de los valores autóctonos se lleva a la educación física, y aun a sabiendas de que no existe tradición científica o educativa propia, que pueda asumir el desarrollo de esta disciplina, se tratará de conseguir a toda costa la eliminación de cualquier copia o imitación extranjera. Basarse en las “puras esencias nacionales” es la idea central que se propone, el método consiste en partir desde los juegos populares para llegar a establecer un método nacional. Se es consciente de la escasa atención dedicada hasta ese momento a la educación del cuerpo, y se plantea, al menos a nivel teórico, conseguir para el cuerpo la misma atención que para el espíritu.

La enseñanza de la educación física es para el régimen una acción política, se recurre en el razonamiento a la complejidad de la disciplina, a los sacrificios y a la dureza que requiere el llevar acabo esta enseñanza, para justificar la necesidad de la especialización y del profesorado específico. Se habla de la necesidad de una concienciación política importante, en la idea del aparato político del régimen, no solo se rechaza el que esta enseñanza esté en manos privadas, sino que incluso se niega la posibilidad de que lo haga un organismo estatal exento de carga ideológica y política.[33]

El diseño iniciado en los primeros años, prácticamente durante la guerra civil, comienza a dar unos resultados objetivamente considerados como excelentes poco tiempo después, se mantiene, al menos sobre el papel, la intención política de los primeros días, veinte años después se resalta como principal logro del sistema la existencia de un clima general deportivo, se insiste en que los logros obtenidos a nivel de personas o de marcas no son lo importante, sino que lo es el deseo de llegar hasta el último rincón del país con la creación de hábitos deportivos que es lo que se considera como fundamental.

Se  tiene la idea de un desarrollo horizontal de la educación física, antes que la consecución de «gaseosos éxitos olímpicos» y se condena la profesionalización de los deportistas,al tiempo que se continúan lamentando las carencias para llevar a cabo la obra de extensión de la educación física como obra propia del régimen[34] .

Los responsables políticos no albergan duda alguna sobre los objetivos  de la educación física, de la consecución de valores morales, y de la implicación ideológica de los educadores en este proceso, y así lo manifestaba el propio Jesús López Cancio Delegado Nacional de Juventudes,[35] tampoco les cabe duda alguna sobre el desarrollo de las virtudes morales inherentes a la práctica de la actividad física, » a mayor gloria de Dios», tal como lo sostenía el padre Llanos, que en esta época se encuentra entre los responsables de la formación religiosa de las juventudes del régimen.[36]

La educación física se percibe como un  instrumento a la medida de las necesidades para la realización política del régimen: posibilita una acción educativa en línea con los postulados que se entienden fundamentales, concita la presencia de grandes masas sobre las que incidir con una cara amable y desde el desenfado de lo intrascendente, aporta una idea educativa de disciplina, de esfuerzo colectivo, de modernidad, de progresismo, de participación social, desde un punto de vista nacional y nacionalista, de exaltación de virtudes raciales, de la «furia hispánica», y lo que es más importante, puede ser promovido desde unas instancias del poder en las que se asegura un total control ideológico de los profesores y dirigentes.[37]

[1] Dia 22 de Julio, miércoles……………….habiendo desaparecido durante el trayecto hasta el Alcázar el capitán médico D. Andrés Gato, el practicante D. José Mena, brigada D. Emilio Valero, sargentos D, Catalino Corrochano y D. Francisco  Barroso, auxiliares del Cuerpo Auxiliar Subalterno y D. Luis López del Campo; un corneta , un soldado de  primera y otro de segunda, todos pertenecientes a la Escuela Central de Gimnasia……… 

MOSCARDO, J.:  Diario

[2] Orden de 25-09-1936: Cesando a los profesores de  Educación Física. Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. BOMIP y BA nº 120 de 3-X-1936. Pág.2496.

[3] El coronel Juan Andrés Toledo fue el responsable de la organización  de la Sección de Educación Física de la Academia Nacional José Antonio. Al adquirir este centro una estructura académica normal, ocupó la Jefatura de Estudios de Educación Física hasta el final de su vida profesional, siendo el elemento de enlace entre la Escuela Central de  Gimnasia  del Ejército y los estudios civiles de educación física del franquismo, pasando por sus manos casi la totalidad de las promociones de esta escuela, y otorgándosele, en más de una ocasión, el título de “Padre de la Gimnástica Española”.

[4] Educación Física.

Hasta que un Estatuto especial regule la educación física nacional, se considera indispensable intensificar la educación física en la Escuela. pero es preciso advertir que la educación física no es el deporte, que, sin empleo científico apropiado, hasta después de la pubertad resulta casi siempre pernicioso, ni es tampoco el desarrollo del músculo con aparatos. Tómense como base constantemente los juegos infantiles de la localidad, ennobleciéndolos e instaurándolos. En vez del exotismo en los juegos busquemos en ellos las puras corrientes nacionales, los juegos de pelota, los bolos, la comba, el marro, etc. etc., tan españoles, deben utilizarse lo mismo que los de imitación, corros, marchas cantadas, carreras, saltos, etc. Que jueguen los niños en los recreos, pero siempre bajo la cuidadosa dirección del maestro.

                La gimnasia rítmica, en lo posible, ha de establecerse en todas las escuelas, y los jueves deben aprovecharse para organizar paseos escolares en que junto a la belleza de la Creación se be el fortalecimiento escolar de la infancia española…………..

Circular de 05-03-1938: Normas sobre educación religiosa,patriótica, cívica y física. Ministerio de Educación Nacional. B.O.E. nº 503 de 8-III-1938.

[5] La Educación física, practicada intensamente en todos los cursos y combinada con ,artes de adorno, música, canto, visitas artísticas, etc., perfeccionará la formación y educación y formación social y humana del alumno, fin primordial perseguido en el presente plan.

                “……..Además de estos siete grupos fundamentales, los alumnos deberán cursar Dibujo y Modelado. se les dará también una completa educación física, acompañada de conferencias de educación patriótica y deberes cívicos, orientadas hacia el espíritu de milicia y servicio. Trabajos manuales, práctica de Biblioteca, visitas de museos y excursiones, asegurarán el equilibrio físico y moral de las generaciones juveniles.

Así lo dispongo por la presente Ley dada en Burgos a veinte de Septiembre de mil novecientos treinta y ocho. Tercer Año Triunfal. FRANCISCO FRANCO.

Ley de 20-09-1938: Reforma de la Segunda Enseñanza. Plan de estudios de 20 de Septiembre de 1938. Jefatura del Estado. B.O.E. nº85 de 23-IX-1938.

[6]Se piensa en un panorama deportivo en el que con el atletismo como centro, se establece un engranaje que articula la preparación física del soldado, la participación femenina en las actividades deportivas, la recreación infantil y la participación de los trabajadores desde sus fábricas.

Frente Popular: La Cultura Fisica y el Deporte en la Nueva España, Cartel . Gráficas Rivadeneyra – Madrid. 1.936.(Anexo).

[7] Circular de 05-03-1938: Normas sobre educación religiosa, patriótica, cívica  y física. Ministerio de Educación Nacional. BO. nº 503.

[8] Es en esta diferencia de planteamiento filosófico-educativo de fondo en la que hay que situar la escasa, casi inexistente, relación entre las juventudes del régimen, Frente de Juventudes y Sección Femenina con las “Hitler Jugend” y los “Balillas”, relaciones que se limitan a escasas visitas de cortesía, que no se corresponden con la, aparentemente fuerte, relación existente entre los regímenes Alemán e Italiano con España, y con la valoración que todos ellos dan a las juventudes del  partido.

[9] Italia ………..  «La orientación de la enseñanza está encaminada a la parte social y política. Los mismos juegos tienen objetivos morales (ayuda a los débiles, espíritu altruista, apreciación cordial, nobleza, etc), existiendo una disciplina individual y jerárquica, fomentando las aptitudes de mando.   ……..   Y como colofón está el Partido Fascista, que en sus organizaciones juveniles encuadran a casi la totalidad de los escolares,…….  »

DELEGACION NACIONAL FRENTE DE JUVENTUDES: Cartilla Escolar de Educación Física. Madrid. Ed. del Frente de Juventudes, nº 285. 1944.Págs. 17 y 18.

[10] ……… .» Cuando en marzo de 1.762, un hombre nefasto, que se llamaba Juan Jacobo Rousseau, publicó «El contrato social», dejó de ser la verdad política una entidad permanente. »

Del Discurso de la Fundación de Falange Española – Madrid 29 de Octubre de 1.933.

PRIMO DE RIVERA,J:  – Obras Completas , Madrid, Delegación Nacional de la Sección Femenina de FET y de las JONS – 1.966

[11] “Mente sana en cuerpo sano” que en salazarismo estricto querría decir: formación de consciencia  en y a través de la disciplina y sumisión de los cuerpos. El programa pasaba por la ruptura con las concepciones “libertarias” del republicanismo y con las instituciones impregnada de esta forma de ser. Pasaba también por la creación de instituciones que no dejasen lugar a dudas de la tutela del Estado, de los militares y de la Iglesia.

GOMES, R.: – Poder e Saber sobre o Corpo – a Educaçao Física no Estado Novo (1936-1945) Boletim: nº 2-3, Lisboa, Sociedade Portuguesa de Educaçao Física (SPEF), – Verano-Otoño de 1.991.

[12] MONICA, M. F:. Educaçao e Sociedade no Portugal de Salazar, Ed. Presença, Lisboa. 1.978

[13] GOMES, R.: Ob. cit.

[14] “cuando así procedamos, cuidando del cuerpo sin perjuicio del espíritu, la educación física será humana, y contra ella nada tendrá que oponer la moral. Lo que la moral condena son las formas usadas en su ejecución, tales como por ejemplo:

– Hacer gimnasia o deporte con atuendos que ofendan la modestia y el pudor, bién por la desnudez que imponen, bién por su transparencia, e incluso, lo que es mas frecuente, llevar además el atuendo demasiado apretado y  excesivamente ajustado a las formas del cuerpo.

– Gimnasia en común para ambos sexos.

– Clase de gimnasia impartida por profesor del otro sexo.

– Igualmente merecen reprobación los movimientos que se asocian con actitudes licenciosas, e incluso el ritmo con el que puedan ser ejecutados.

VAN ZELLER, M. L: Boletim do I.N.E.F. nº 1, 2 y 3, 1.941, citado por Rui Gomes Ob. cit.

[15] “CARTILLA ESCOLAR DE EDUCACION FISICA” Ob, cit. Pág. 29.

[16] VIZUETE, M.: “Epistemología de la Educación Física” Actas VIII Congreso Nacional E.F. Colección Estudios nº 10, Edic. Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca,1.992. Pág. 55 y ss.

[17] Decreto 2223/1.961 de 16-11-1.961: Decreto Ordenador de la Delegación Nacional de Juventudes.

[18]                 FRENTE DE JUVENTUDES: “Cuadernos de Orientación” Extraordinario dedicado a la Educación Física, Nº 9, Doncel, Madrid, 1.961.

TOLEDO, J.A.:  “Manual Juvenil de Educación Física”,Madrid, Doncel, 1.961

FERNANDEZ, J.L.:Manual de Educación Física para Magisterio” -3 Tomos- Madrid, Doncel, 1.961.

CHAVES, R. “Manual de Juegos” (reedición). Doncel. Madrid 1.961

[19] En esta renovación pedagógica, tienen una especial relevancia los profesores de educación física de las Universidades Laborales, no solo porque cuentan en ellas con unos medios inmejorables para la época, tanto para la práctica como para la investigación, sino también, porque la propia dinámica de las Universidades Laborales, les había permitido escapar del férreo control del Frente de Juventudes, como consecuencia de lo cual sufrieron una auténtica caza de brujas acusados de desafección en muchos casos. J.L.L.V..Grabación magnetofónica. Archivo del Autor.

[20]                 CASTRO, A.:  Educacion Fisica y Educacion Social – Educación Física y Educación Política,  Cuadernos de Orientación, Nº 9, Doncel, Madrid, 1961. Pág. 22.

[21]                 PASCUA, M.: La Educación Física en la enseñanza – Escuela y Educación Física,Cuadernos de Orientación, Nº 9, Doncel, Madrid, 1961. Págs. 30 – 33.

[22]VIGIL, F.:Deporte y educación, Cuadernos de Orientación, Nº 9, Doncel, Madrid, 1961. Págs. 5 – 8.

[23] SECCION FEMENINA de F.E.T. y de las J.O.N.S.:Educación Física Femenina – Texto Oficial Para las Escuelas de Magisterio, Selecciones Gráficas – Madrid 1964.  Págs 10-12.

[24] «Las normas prácticas, desde bién temprano, mas que prejuzgar, establecen abiertamente no solo el rechazo de la coeducación sino, lo que es mas, la clara definición de papeles a desarrollar en una posterior vida adulta por los niños y niñas sobre quienes ha de actuarse. Así en función de esos objetivos, perfectamente distintos y aun contrapuestos para cada sexo, se fueron ordenando los programas de formación»

SAEZ MARIN, J: Ob. cit.

[25] «La coeducación o emparejamiento escolar es un crimen ministerial contra las mujeres decentes. Es un capítulo de la acción judía contra las naciones libres. Un delito contra la salud del pueblo, que deben penar con su cabeza los traidores responsables»

                REDONDO, O.:Revista Libertad 28-12-1931

[26] -Palabras de José Antonio Primo de Rivera en el discurso pronunciado en Don Benito (Badajoz) el 28 de Abril de 1.935 y reiteradas en una entrevista hecha por Luisa Trigo a propósito del voto femenino publicada en La Voz el 14-2-1.936. –

PRIMO DE RIVERA, J.A. – Obras Completas. Recopilación de Agustín del Rio Cisneros, Madrid, Delegación Nacional de la Sección Femenina de FET y de las JONS, 1.966 Págs. 74,76,538, 615 y 859.

[27] SAEZ MARIN, J.:Ob. cit.

[28] «Como tarea primordial e ineludible de nuestro Movimiento hemos de considerar la de la formación política, física y premilitar en las generaciones que habrán de ser continuadoras del esfuerzo y sacrificio que España precisa para la total realización de su destino…»

Ley de 06-12-40: Instituyendo el Frente de Juventudes. BOE. nº 342 de 7-XII-1940.

Decreto de 02-09-1.941: Creación de  la Academia Nacional de  Mandos “José Antonio”. Creación de la Academia Nacional de  Mandos “Isabel la Católica” BOE: 8-IX-1941.

[29] DELEGACION NACIONAL DEL FRENTE DE JUVENTUDES:Cartilla Escolar de Educación Física – Manual de Educación Física para 1945; Ediciones del Frente de Juventudes – Publicación num. 285 – Núm. 17; Madrid, 1944.

[30] «……….el estado marca  para la enseñanza en la Escuela Primaria: Un ideal político-nacional y pedagógico escolar (para formar al español) como el modelo de caballero del siglo XVI: católico, valeroso,desinteresado, cortés y profundamente humano. Una educación específica para cada sexo………….»

DELEGACION NACIONAL DEL FRENTE DE JUVENTUDES:Cartilla Escolar de Educación Física – Manual de Educación Física para 1945. Ob. cit.

[31] «…….para conseguir una pedagogía española y una escuela nacional en la que el servicio, la disciplina y la devoción sean la base de la formación Nacional-Sindicalista, que es la doctrina del nuevo Estado».

DELEGACION NACIONAL DEL FRENTE DE JUVENTUDES,  Cartilla Escolar de Educación Física – Manual de Educación Física para 1.945. Ob. cit.

[32] «………..en cuanto a formarles con unos fines, para que llegue a ser buen productor o soldado»…………..»reconociendo la importancia que tiene el ejercicio físico educativo e indicar al sexo lo que a cada uno le es propio, con el sentido profundamente religioso de la  Falange.»

DELEGACION NACIONAL DEL FRENTE DE JUVENTUDES. Cartilla Escolar de Educación Física – Manual de Educación Física para 1945. Ob. cit.

[33]  Por esto, la educación física no debe estar en manos individuales, ni en un organismo estatal desorganizado.

El partido que reúne a los mejores, tiene que llegara a conseguir con la formación física de la juventud, el que se pueda disponer de generaciones vigorosas, con preparación militar, adaptación profesional y sentimientos morales y religiosos, tener una masa instruida a base de fortaleza, disciplina, preparación y voluntad, dispuesta a emprender toda clase de nuevas, prósperas y próximas empresas.

……………… Y al tener que señalar nuestras orientaciones sobre esta materia, decimos claramente que podemos darnos cuenta del importante papel que desempeña la Educación Física y de los enormes beneficios que esta reporta al individuo y a la colectividad, pero sobre estas ventajas, nosotros obtenemos una posición eminentemente práctica y sobre todo Nacionalsindicalista. La Educación Física es una parte de la educación integral y también para nosotros es un medio de formación falangista.

DELEGACION NACIONAL DEL FRENTE DE JUVENTUDES: Cartilla Escolar de Educación Física – Manual de Educación Física para 1945. Ob. cit.

[34] EDITORIAL: Cuadernos de Orientación, Nº 9, Doncel, Madrid, 1961. Pág. 2

[35] «…….  En efecto, toda actividad deportiva exclusivamente preocupada de la belleza, el  vigor, la agilidad corporal, resulta socialmente indiferente sino se la conjuga con un elevado propósito de sanidad moral, suave pero tenazmente imbuida por quienes, sobre su calificación técnica, han de tener una permanente conciencia de su responsabilidad de educadores.

Por su parte, la educación cívica será infructuosa si se limita a trasmitir un repertorio básico de ideas políticas y no se cuida de inculcar unos hábitos de convivencia y una voluntad de servicio, que no se alcanzan solo por persuasión dialéctica, sino con un entrenamiento para el cual el deporte constituye un medio insuperable.  ……….»

LOPEZ CANCIO, J. -«Santo y Seña»,Cuadernos de Orientación, Nº 9, Doncel, Madrid, 1961. Pág. 4

[36] «………… La carne del hombre, puesta a prueba en las competiciones, alcanza una  belleza y perfección como pocas escenas en la vida. Esta carne tan pesada y resistente, tan inerte y excitante, tan grosera e insoportable; esta carne del hombre, en el estadio, se sublima y redime en escala natural, sobre toda ponderación, sobre toda nostalgia. Algo así como si el Creador permitiese, por excepción bendita, el recuerdo palpable de una grandeza perdida.  ………..»

LLANOS J.M.: Elogio de esta carne dolorosamente humana ( De «Cartas cristianas” en Arriba ), reproducido,Cuadernos de Orientación, Nº 9, Doncel, Madrid, 1961.

[37] Esta identificación de las actividades físicas y del deporte con la obra política del régimen y con su institución políticamente mas significada, la Secretaría General del Movimiento, es lo que ocasionará durante la transición política uno de los mas serios traumas, y uno de los mas arriesgados saltos al vacío de la educación física y del deporte escolar, de los que todavía, el mundo educativo no se ha recuperado del todo.

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