MANUEL VIZUETE CARRIZOSA
Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materieles Didácticos para la Educación Física Escolar. Historia y Filosofía del Deporte y de la Educación Física. Formación del Profesorado de Educación Física. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa (EF, Deporte Escolar y Deporte para Jóvenes) Coordinador del Foro Hispanomexicano.
ALBERTO DE MÓNACO Y EL CHARCO VERDE DE LAS RANAS.
Tragicomedia de un miembro del COI escaso de aciertos
Que al Deporte español, al olimpismo de España y a los españoles de a pie, en general; excepción hecha de algunos de los asiduos lectores de ¡Hola!, Alberto de Mónaco nos cae mal, es público y notorio. No es menos cierto, que el personaje se lo ha ganado a pulso; de alguna manera, se le tiene como el torpedo en la línea de flotación a las candidaturas de Madrid a ciudad sede de unos Juegos Olímpicos; candidaturas que con gran entusiasmo y no poco esfuerzo presentaron los sucesivos ayuntamientos de la capital del reino. Casi en todos los casos, y cuando no lo fue se le adjudicó, Alberto de Mónaco fue la china en el zapato de nuestros entusiastas munícipes y olímpicos, familia real incluida.
Ciertamente, aunque procuran que no se les note, el COI es una empresa privada que cobra por sus servicios, por lo tanto, como tal empresa privada, está en su derecho de elegir o aceptar las mejores ofertas y vender al mejor postor; probablemente por eso, el miembro del consejo de administración Alberto de Mónaco, velando por los intereses de la empresa, actuó como lo hizo. Una ojeada a las hemerotecas y documentos de cada una de las candidaturas, nos permitirán entender con claridad meridiana estas apreciaciones.
Así relataba EL PAÍS la derrota en la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2012 en su edición impresa del Jueves, 7 de julio de 2005.
LONDRES GANA LA GRAN BATALLA OLÍMPICA DE 2012
La pregunta envenenada de Alberto de Mónaco
Las dudas sobre la seguridad en Madrid formuladas por el jefe de Estado del Principado causan indignación en la delegación española
Santiago Segurola
Singapur 7 JUL 2005
La delegación española reaccionó con estupor a la pregunta que dirigió Alberto de Mónaco, inminente monarca del Principado, tras la presentación de la candidatura de Madrid. Se acababa de cerrar el turno español y sólo faltaba comenzar las votaciones para la elección de la sede olímpica de 2012. La intervención española había sido brillante en todos los aspectos, con un discurso especialmente dirigido a los miembros del COI. Una ovación coronó el cierre español, pero inmediatamente después se produjo el anticlímax. Con un tono pausado y sereno, eligiendo muy bien las palabras, Alberto de Mónaco se preguntó por las garantías de seguridad después del estallido de un artefacto de ETA junto al estadio olímpico de La Peineta. El atentado, que no causó víctimas, se produjo el 25 de junio. Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, dirigió una mirada más que seria al futuro monarca y cedió la palabra al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que garantizó la absoluta seguridad de los Juegos en el caso de que se concedieran a Madrid.
«Es inconcebible que se atreva a tirarnos con un asunto que es de carácter universal»
«La prioridad absoluta del Gobierno es la seguridad de los deportistas, del transporte, de todo el proyecto», declaró el presidente español. «Estoy totalmente convencido de que la evolución de aquellos que han intentado perjudicar nuestra candidatura va a ser de reducción y final», agregó. Zapatero manifestó que la garantía de seguridad «estaba avalada por la experiencia del elevadísimo número de acontecimientos internacionales que se han celebrado en España». El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, calificó de «extraordinaria» la respuesta de Zapatero.
Preguntado por este asunto tras conocerse la designación de Londres, el presidente del Gobierno prefirió restar importancia al asunto. Alberto de Mónaco «estaba en su derecho de hacer esa pregunta», señaló.
Sin embargo, en la delegación española dominaba el estupor, la sorpresa y la irritación. Una de las personas más representativas del deporte español calificó a Alberto de Mónaco de «burro». Entre los políticos la indignación no era tanto por la pregunta como por su emisor. «Es inconcebible que un próximo jefe de Estado se atreva a tirarnos con un asunto que es de carácter universal, que puede afectar a cualquiera de las ciudades que se han presentado, como desgraciadamente ha ocurrido en los últimos años. Nadie está a salvo de este problema, y él debería ser el primero en entenderlo por la responsabilidad que tendrá a partir de ahora».
La pregunta pareció extemporánea. Fue la única sobre cuestiones de seguridad, a pesar de que el foro estaba integrado por cinco ciudades que han sufrido el terrorismo más sangriento. Alberto de Mónaco había intervenido antes para preguntar a los dirigentes de París por su posición sobre el dopaje, uno de los puntos que más enorgullecían a la candidatura de la capital francesa. Entre los presentes se interpretó esta pregunta como un pase al pie. La aspereza de Alberto de Mónaco con la candidatura española se analizó como una deuda amistosa con la candidatura francesa.
El tono de la pregunta chocó tanto con el clima de la sesión que varios miembros del COI se molestaron. En algunos corrillos se comentó que la pregunta del príncipe de Mónaco resultó perjudicial para los intereses de París, puesto que inmediatamente se creyó ver una maniobra de los franceses. Si no fue así, resultó igual. Es lo que interpretaron algunos dirigentes olímpicos.
«Cada uno pregunta lo que quiere, pero [Alberto de Mónaco] debería darse cuenta de la responsabilidad que ocupa», se quejó después el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.
Alberto de Mónaco será investido jefe de Estado en los próximos días, aunque la coronación oficial se producirá en noviembre. Durante las últimas fechas se había anunciado su ausencia de la asamblea del Comité Olímpico Internacional, debido al trajín de las jornadas previas a su investidura. Pero acudió a Singapur, con la convicción general de que su voto sería para París.
* Este articulo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de julio de 2005
Los Juegos de Londres, como todos sabemos, se celebraron al estilo británico, as usual, con precisión y elegancia británica, pero con escasa fortuna de público asistente que hubo que justificar rellenando las gradas con soldados en algunos momentos.
La justificación teórica de la alternancia de continentes en la organización de los juegos se llevó por delante la candidatura de Madrid para los juegos de 2016. En este caso el monarca monegasco, parece que no tuvo una hostilidad tan manifiesta hacia la candidatura española que llegó a batirse en la final con Rio de Janeiro; sin embargo, también pesaría sobre él el recuerdo de sus inoportunas preguntas de la vez anterior.
Sin tirar la toalla y con su don de la inoportunidad, anti españolismo, u otro tipos de desconocidos intereses, el monegasco volvió por sus fueros con la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2020. Así recogía Eurosport el resultado de la votación del COI y el protagonismo de Alberto de Mónaco.
Juegos Olímpicos – Alberto de Mónaco vuelve a cruzarse en el camino de Madrid
Alberto de Mónaco, miembro del COI, volvió a poner en un compromiso a la candidatura de Madrid 2020. El actual soberano del principado monegasco quiso conocer en profundidad qué concepto tenía el proyecto olímpico que los españoles tenían preparados en caso de salir elegidos.
7 de septiembre de 2013 18:10 Eurosport
Las aspiraciones olímpicas de Madrid han estado siempre ligadas a la figura de Alberto de Mónaco, a quien se acusó en su momento de haber torpedeado la candidatura de Madrid 2012 con sus preguntas sobre el terrorismo. En Buenos Aires, la figura del soberano del Principado de Mónaco volvió a acaparar el protagonismo:
«Se ha hablado de un nuevo modelo en el diseño de los Juegos y su mensaje. Me gustaría que lo aclarasen un poco«, preguntó de forma directa y concisa Alberto de Mónaco a los representantes de la candidatura madrileña encargados de defender el proyecto olímpico de 2020.
De la respuesta se encargó Juan Antonio Samaranch Salisachs, quien aclaró las dudas del miembro del COI rápidamente: «Este mundo espera que los líderes sean responsables con los gastos. Nuestra propuesta es no utilizar el dinero ciudadano para inversiones enormes. Se puede tener un proyecto perfecto, con calidad, sin esas grandes inversiones. Es la forma de avanzar, como idea para el futuro del movimiento olímpico y está en la línea del Siglo XXI», comentó.
La Operación Puerto, protagonista
El británico Adam Pengilly, entrenador de bobsleigh y competidor en skeleton en los Juegos de 2006 y 2010, ha preguntado a Madrid 2020 por la Operación Puerto «y la destrucción de las bolsas de sangre«, un asunto por el que, dijo, le habían pedido varios atletas que se interesara.
«Unos pocos deportistas me han pedido que pregunte por el desarrollo de la Operación Puerto y por la destrucción de las muestras de sangre» tomadas en los controles antidopaje, afirmó.
También el noruego Gerhard Heiberg preguntó por algunos «casos no muy buenos» relacionados con el dopaje en España y por la «actitud de las autoridades» al respecto.
«España está a la altura de los que más luchan contra el dopaje. Por controles y compromiso para luchar contra esta lacra. Hemos endurecido la ley y perseguido a los que la infringían. Hemos cumplido nuestro compromiso, y adaptado la ley a las exigencias. Por esto y todo lo que se hace, España es uno de los socios fiables. Creemos en el deporte limpio, es uno de los principios del olimpismo», respondió Alejandro Blanco, presidente del COE ante estas preguntas espinosas.
Naturalmente que una cosa es predicar y otra dar trigo, por eso no hemos de incidir demasiado en lo que ya es público y notorio sobre el monarca monegasco en su visión de España y los españoles; sin embargo, no es menos cierto que los miembros del COI, deberían también ocuparse de la calidad de los proyectos y de las consecuencias que traen, buenas y malas, a las ciudades organizadoras y a sus habitantes.
Se puede decir que el agua de una piscina se ponga verde le puede pasa a cualquiera, lo que si es cierto que España ha organizado cientos de campeonatos de natación en distintas comunidades y ciudades y, por ahora, nunca nos ha ocurrido. Y si hubiera sucedido tengo por seguro que habría una solución técnica y práctica inmediata. Supongo que D. Alberto habrá tomado nota para preguntar en la próxima presentación de candidaturas de ciudades sede al COI. Así comentaba ABC la noticia:
Río 2016 La explicación al agua verde de las piscinas de Río
Los organizadores culpan a la empresa contratada para el mantenimiento: «a nosotros no nos consultaron»
Había llamado la atención de todos los espectadores, y nadie conseguía otorgar una explicación lógica. El agua de las piscinas en Río de Janeiro se tornaba de repente en un extraño color verde esmeralda. Sin embargo, la situación no era especialmente grave: a lo sumo, algunos se quejaban de un molesto picor de ojos.
La aclaración más lógica a este desaguisado la han dado este sábado los organizadores de los Juegos: Al parecer, un vertido de peróxido de hidrógeno en el agua ha neutralizado el efecto del cloro, y ha favorecido la cría de algunas algas. A ello, se ha sumado el fallo en el sistema de monitorización electrónico, que no contó con la falta del producto químico en el agua. La suma de estos factores acabó por transformar el color de la piscina durante la celebración de la competición de 10m. plataforma femenino. Y de paso, ha provocado miles de comentarios por parte de los espectadores.
En respuesta a toda la polémica, los organizadores han culpado a la empresa fichada para el mantenimiento de la piscina: «A nosotros no nos consultaron. El fallo de nuestros contratistas es también nuestro fallo».
El tono verde de las piscinas en Río había sido todo un quebradero de cabeza para los organizadores de los Juegos de Río. Las quejas por el picor de ojos que realizaron algunos jugadores de waterpolo se sumaron a las miles de bromas realizadas por los espectadores a través de las redes sociales.
Para arreglar la situación, los organizadores han equilibrado la presencia de productos químicos en el agua, y han intentado que las algas sean más densas para poder realizar la limpieza de una manera más eficiente. A pesar de ello, deben de tener cuidado: juegan a contrarreloj, y están limitados por la programación de competiciones. Al menos, la situación no supone un peligro para los jugadores que tengan que entrar en el agua. Se tardará 10 horas en arreglar la piscina y cambiar el líquido: el domingo tiene que estar lista para la competición de natación sincronizada, en la que se necesita que los deportistas se vean los unos a los otros bajo el agua.
Durante la tarde del sábado el agua se ha ido tornando poco a poco en azul en la piscina de waterpolo. La de saltos aún se mantiene verde. El portavoz de la organización de los Juegos, Mario Andrada, ha asegurado que la situación estará totalmente arreglada el miércoles, aunque no ha querido aclarar cómo pagará la empresa los daños causados. El agua verde de las piscinas, que Andrada ha calificado como un hecho «embarazoso», será una anécdota de estos Juegos que, seguramente, sea difícil de olvidar.
Parece que gracias don Alberto y otros miembros del COI, igualmente bien intencionados, Madrid, y supongo que España se retiran, por ahora de las candidaturas olímpicas, con el consiguiente ahorro de dinero y de sofocones. Para D. Alberto, sin acritud, le ofrecemos unas sevillanas, oportunas en este caso del agua verde, de la gran María del Monte.