EL DEPORTE ESCOLAR Y JUVENIL

 

Manuel Vizuete Carrizosa

 

Manuel Vizuete Carrizosa

Maestro de Enseñanza Primaria  –  Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. . Catedrático de Universidad. Lineas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción de nuevos Materieles Didácticos para la Educación Física Escolar. Historia y Filosofía del Deporte y de la Educación Física. Formación inicial y permanente del Profesorado de Educación Física.

 

 EL DEPORTE ESCOLAR Y JUVENIL

Universidad de Extremadura – España / Comité de Expertos del Consejo de Europa – Estrasburgo – Francia

Escribí este artículo, con cierto tono de denuncia, al inicio del siglo XXI. Una relectura del mismo, pondrá de manifiesto cuan poco se ha avanzado en los problemas estructurales que afectan a la actividad deportiva de los niños y jóvenes, una década después.

 

Lo he repetido ya tantas veces, que casi me avergüenzo de mi reincidencia, pero ¡hay tantos que no han comprendido todavía! Los Juegos Olímpicos no son unos campeonatos mundiales, sino la auténtica fiesta cuatrienal de la juventud universal, de la “primavera humana”, la fiesta de los esfuerzos apasionados, de las ambiciones múltiples y de todas las formas de actividad juvenil de cada generación cuando aparece en el umbral de la vida……..El soporte intelectual, el soporte moral y, en cierto modo, el soporte religioso, a los que el mundo moderno añadía dos fuerzas nuevas: Los perfeccionamientos técnicos y el internacionalismo democrático.

PIERRE DE COUBERTÍN: La llamada de las Letras y las Artes.

 

 

El binomio juventud-deporte ha sido, en el último siglo, una referencia constante de la vocación política y de la educación; con escaso convencimiento al comienzo de la centuria, con escepticismos en la primera treintena, con decidido empeño político-utilitario y entusiasmo mediado el siglo, con desenfoques escandalosos en las dos últimas décadas y con una notable perdida de horizonte en la actualidad, el deporte es un escurridizo concepto que, casi siempre, suele escaparse de las manos de los gestores y de los educadores, resistiéndose a ser encauzado o gobernado. Sin embargo, pese a los continuos intentos fallidos, el deporte sigue estando en la mente de políticos y educadores como una fuente permanente e inagotable de posibilidades educativas, aparentemente al alcance de la mano, que se debería rentabilizar en beneficio de los horizontes de bienestar y de cultura, que las sociedades desarrolladas se han otorgado como referentes de la calidad de vida.

Las causas de los reiterados fracasos de la acción política y de los esfuerzos educativos están, a mi modo de ver, en la aparente sencillez y en el evidente desenfado con el que el deporte suele mostrarse ante los ojos de unos y otros, escondiendo su complicado andamiaje físico, educativo, social, cultural y educativo que hace que, como hemos dicho, planteamientos políticos y educativos, teóricamente bien programados, se queden a medio camino del éxito y con un cierto sabor a obra inconclusa y a frustración educativa.

En la presente ponencia, vamos a tratar de definir las coordenadas de lo que significa y representa el deporte en la sociedad contemporánea y desarrollada y cuales han de ser sus aportaciones a la educación; igualmente, será preciso describir las repercusiones educativas que pueden atribuirse a la práctica del deporte por los jóvenes y cuales son los objetivos que, en cualquier caso, hay que asignar al deporte.

 

Los jóvenes y el deporte en el mundo contemporáneo:

El fenómeno deportivo es un fenómeno multidisciplinar, cuya presencia en las sociedades juveniles tiene más de hecho habitual y de derecho de acceso libre a este bien social, que de actividad educativa planificada.

Desde esta forma de entender el fenómeno y teniendo en cuenta nuestra identidad europea, es preciso echar una mirada a los estudios desarrollados en la Unión Europea con el binomio jóvenes-deporte como referencia. Un estudio comparativo dirigido por el Prf. Dr. Paul De Knop[1] en el que se estudiaron las políticas de promoción deportiva dirigidas a la población juvenil puso de manifiesto las siguientes características de la oferta deportiva juvenil en Europa:

  1. Incremento sustancial de la oferta de actividades deportivas dirigidas al sector juvenil en las últimas décadas, sin que esta ampliación de la oferta haya supuesto un incremento significativo de deportistas de éxito en varios deportes, como era frecuente en generaciones anteriores; para De Knop la explicación de esta circunstancia habría que asociarla al incremento de la necesidad de especialización para triunfar en un deporte.
  2. Institucionalización del deporte, de tal manera que es casi imposible la práctica de los deportes de equipo fuera del marco institucional, de tal manera, denuncia el estudio, que en muchos de los países europeos estudiados ha desaparecido el deporte de práctica espontánea.
  3. Aparición de dos grupos de jóvenes, los que entrenan varias veces a la semana, en ocasiones diariamente y los que no realizan práctica deportiva alguna.
  4. En las últimas décadas se aprecia un incremento significativo de participación de los jóvenes en el deporte organizado. Este aumento es especialmente significativo en la población femenina, con lo que, a pesar de que los chicos, en general, son más entusiastas de las prácticas deportivas que las chicas, la diferencia en el número de practicantes, entre unos y otras, se ha reducido considerablemente; este hecho es especialmente apreciable en Suecia, Noruega, Alemania y Finlandia.
  5. El deporte organizado institucionalmente para jóvenes tiende a disminuir o a estancar su crecimiento en: Bélgica, Finlandia, Alemania, Portugal, España y Suecia, mientras que, por el contrario, en los mismos países aumenta la oferta institucional de actividad física destinada a mejora de la condición física y a la satisfacción de los gustos estéticos, lo que está en relación directa con el incremento de la oferta comercial de gimnasios e instituciones de actividad física en la que la posibilidad de establecer nuevas relaciones sociales es un aliciente añadido.
  6. El acceso precoz a las prácticas deportivas regladas, 7 u 8 años e incluso antes genera un aumento de los abandonos de la práctica deportiva y también un notable grado de experimentación de unos y otros deportes y, también por otra parte, de deseo de especialización en una o dos disciplinas.

En cuanto a los problemas más frecuentes que se identifican en la mayoría de los países estudiados, en relación con los jóvenes y el deporte, De Knop destaca:

  1. Abandono y perdida de interés en los jóvenes por los deportes organizados.
  2. Excesiva influencia del deporte de adultos sobre el deporte de los niños y jóvenes, tanto en lo que se refiere a los valores como a las normas y reglas, de tal manera que se obliga a un niño/a de ocho años a jugar con las mismas reglas y normas que las de un adulto. En muchos deportes, subraya el informa, los niños son tratados como adultos pequeñitos u
  3. El deporte es ahora demasiado organizado, demasiado serio y menos divertido, la gravedad de este hecho es directamente proporcional a la disminución de la edad del deportista.
  4. El deporte tiende a incrementar las diferencias sociales entre los jóvenes, de tal manera que tanto las prácticas como las posibilidades de acceso están, en el fondo, condicionadas por la posición social de la familia. esta segregación no es intencional sino que viene originada por diversas cusas como la disponibilidad familiar para cuestiones de logística y transporte, equipaciones, etc.
  5. La influencia de la economía es otro de los factores que condicionan el deporte de los jóvenes; coste de los equipamientos y de entrenadores, etc.
  6. Las cuestiones éticas son otro de los problemas que aparecen como significativos, algunos de ellos, como veremos, relacionados con la identidad educativa del deporte.
  7. d) Conseguir profesorado y personal cualificado es otro de los problemas sobresalientes ya que, en demasiados casos, el deporte de los niños y de los jóvenes se encuentra en manos de voluntariado.

Otra investigación desarrollada en el Reino Unido[2] pone sobre la mesa las siguientes conclusiones:

  1. No es posible encapsular ni generalizar las complejas relaciones existentes entre educación física, salud y deporte.
  2. Es absolutamente necesario establecer una clara diferencia entre deporte y ejercicio físico, ya que involucran diferentes tipos de valores y de relaciones sociales; son producto de diferentes razones personales por las que cada uno accede a la actividad física y tienen también diferentes repercusiones sobre la salud.
  3. Es preciso establecer las diferencias entre distintos tipos y niveles de práctica deportiva con las distinciones de deporte de contacto y de no contacto y entre deporte de masas y deporte de élite y delimitar, en cada caso las diferentes consecuencias que estos tipos de ejercicio tienen sobre la salud.
  4. favorecer la práctica de actividades rítmicas no competitivas por sus mayores beneficios para la salud y menor número de lesiones, frente a las actividades competitivas y de contacto.

Resumiendo estos dos estudios, podemos determinar la existencia de una situación de encrucijada en Europa respecto al deporte de los jóvenes en el sentido de que, agotado los sistemas tradicionales de promoción deportiva, basados en la detección de talentos o en el incremento de la práctica competitiva desde tempranas edades, como formula ideal de incrementar el número de deportistas de élite, existe una situación de reacción social en el mundo juvenil e intelectual, contra las estructuras sociales e institucionales que en el último cuarto de siglo han venido dando cobijo al deporte juvenil, desde el entendimiento de éste como cantera del deporte de élite, o como una forma de justificar políticas sociales referidas a la cultura y a la sociedad del bienestar.

Los responsables de esta situación de crisis serían las políticas deportivas de los últimos treinta años en los que se apostó fuertemente por un descenso de la edad de iniciación al deporte competitivo, la detección de talentos y la tecnificación, frente al seguimiento de las teorías educativas y de la cualificación pedagógica. En el primer caso los abandonos de la prácticas deportiva se producen por agotamiento de la capacidad de satisfacción de las necesidades personales desde el deporte, al establecerse un común denominador para todos, con la consiguiente cosificación de los deportistas, y una valoración de los individuos en base a su capacidad competitiva y a su éxito deportivo y en el segundo, por la existencia de una práctica depredadora que deshumaniza las actividades físicas, de tal manera que, detectado el talento, los casi-talento o no-talentos, pasan a engrosar las filas del más absoluto anonimato sin que, el sistema deportivo, vuelva a tener el menor interés por ellos. En ambos casos, los abandonos están mas que justificados y demuestran la incapacidad del sistema deportivo para poseer una visión completa del panorama social desde una perspectiva educativa.

Deporte política y sistema social.

El deporte, como producto social, no puede ser considerado aparte de lo que acontece en el mundo, ni puede ser encapsulado para protegerse de las dinámicas culturales, socio-políticas o económicas en las que indefectiblemente se ve involucrado, por ello es preciso, antes de realizar una análisis de los temas objeto de la ponencia, definir cual es el status actual del deporte y establecer las consideraciones sociales que merece en función de lo que ocurre a su alrededor ó de sus propias dinámicas particulares. Esto es lo que he denominado las crisis del deporte.[3] A tenor de esta afirmación, podemos asegurar que, tanto el deporte en general como el deporte europeo en particular, se encuentran sumido en varias crisis simultáneas, cuyo origen podemos establecerlo en los siguientes epígrafes:

  1. La enormidad de la dimensión del fenómeno y las dificultades para su control, lo que favorece el desarrollo de corruptelas y conductas poco adecuadas que chocan de forma frontal con la propia esencia del concepto tradicional del deporte. El Dopaje.
  2. La desaparición de la “Guerra Fría”.
  3. El caso Bosman.
  4. El cambio social de posiciones sobre la práctica deportiva personal.
  1. a) Dimensión del fenómeno y conductas antideporte. El Dopaje.

La ambigüedad de ideas, la escasa difusión de la verdadera naturaleza del hecho deportivo y de los movimientos e instituciones que lo gobiernan comienzan a ser conocidos, lamentablemente por sus corruptelas y conductas antitéticas de la propia esencia del deporte. Los recientes escándalos del Comité Olímpico Internacional, han puesto sobre la mesa la honorabilidad, ó la falta de ella, de esta institución que, pese a su naturaleza de empresa privada, venía siendo tenida como el paradigma de la limpieza y la ética referida al mundo del deporte, han coincido, en el tiempo, con el descrédito de una de las pruebas más emblemáticas del deporte mundial como es el Tour de Francia, el hecho generalizado de las prácticas del dopaje detectado en este caso, hace suponer que, en un futuro próximo, los escándalos de este tipo se van a reproducir en otros deportes profesionales, en cuanto les sean aplicados los mismos controles. En este sentido, el deporte de élite, que debería ser el referente del deporte agonístico y recreativo, se encuentra bajo sospecha con lo que es previsible un efecto dominó cuyo antídoto, debería ser el fomento de la práctica recreativa y básica de la actividad deportiva como una práctica ajena al concepto deporte y sobre la que deberíamos centrar los esfuerzos educativos.

b)La desaparición de la “Guerra Fría”.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín, la llamada “Guerra Fría” ha marcado, teleológicamente, al deporte mundial. Las tensiones de esta guerra, encontraron una de sus válvulas de escape en el enfrentamiento oriente-occidente en los campos de deporte. Así pues, desparecido el enemigo, la eliminación de esta tensión y la nueva geopolítica mundial ha supuesto una actualización del catálogo de problemas añadidos a la crisis del movimiento deportivo mundial:

  1. Pérdida del interés de los estados por la inversión de dinero público en el deporte de élite con lo que éste pasa a ser un elemento comercial en manos de la empresa privada, cuyos intereses no siempre están a la altura de la ética y del espíritu altruista del deporte.
  2. Llegada masiva de deportistas de élite y técnicos del antiguo bloque del Este al mundo occidental y la puesta en práctica de sus técnicas y recursos, no siempre confesables.
  1. c) El caso “Bosman”

Coordenadas del problema: Jean-Marc Bosman, un jugador de fútbol profesional que jugaba en el RC Liége, equipo de la Primera División Belga, al final de su contrato le fue ofrecido por su club un nuevo contrato, bastante inferior. Bosman no aceptó la oferta e ignorando las reglas, normas y tradiciones federativas, firmó por otro equipo, el US Dunkerque de la Segunda División Francesa, que accedió a pagar la compensación por traspaso. El equipo Belga, que desconfiaba de las posibilidades de pago del equipo Francés, se negó a extender el Certificado de Traspaso de la Asociación Belga de Fútbol, necesario según las reglas de la UEFA para que Bosman pudiera jugar en el equipo Francés, por lo que el traspaso no se produjo y además el equipo Belga retuvo y suspendió a Bosman, impidiéndole jugar en equipo alguno, mientras que Bosman, por su parte, demandó al equipo Belga por daños, basando su reclamación en incumplimiento contractual y en la ilegalidad del sistema de traspasos.

Sentencia: El Tribunal de Justicia Europeo dictaminó, que el fútbol como actividad económica tiene que someterse a las reglas contempladas en el Tratado De Roma de 25 de Marzo de 1957 en el que se funda la Comunidad Económica Europea, por tanto, el fútbol profesional tiene que cumplir con el Artículo 48 del Tratado que recoge el Principio de Libertad de Circulación dentro de la Comunidad Europea de los trabajadores y el Principio de No Discriminación por razón de Nacionalidad.[4]

A juicio del Alto Tribunal Europeo, la aplicación del citado artículo Artículo ha de ser efectiva, con la excepción de los trabajadores de las Administraciones Públicas, por que, los jugadores de fútbol en cuanto que trabajadores de la Unión pueden:

  1. Responder libremente a ofertas efectivas de trabajo
  2. Desplazarse libremente por los Estados Miembros.
  3. Residir en uno de los Estados Miembros con objeto de ejercer en él un empleo de conformidad con las disposiciones: legales, reglamentarias y administrativas, aplicables a las formas de empleo de los trabajadores nacionales
  4. Permanecer en el territorio de un Estado Miembro después de haber ejercido el empleo en las condiciones establecidas en los reglamentos de aplicación de la Comisión.

Consecuencias:[5] El Caso Bosman no puede ser entendido únicamente como un caso aislado sino como una sentencia ejemplarizante del Tribunal Europeo que, desde esta sentencia, señala una nueva manera de entender las relaciones deportivo-laborales en la Unión Europea, especialmente en profesiones marginales al tratamiento laboral común y que, hasta este momento, se habían venido rigiendo por autoregulaciones basadas en la conveniencia empresarial y en la que los intereses laborales de los trabajadores eran frecuentemente ignorados, cosificando a los sujetos.

La sentencia del Tribunal Europeo ataca, en su línea de flotación, a las prácticas habituales de grupos económicos y de influencia política de alcance mundial que no estaban preparados para repeler una agresión de esta envergadura.[6]

La sentencia del Tribunal Europeo establece una clara distinción entre los derechos de los jugadores de fútbol europeo y los otros, lo cual ha motivado el desplazamiento hacia el gran negocio del fútbol europeo del centro de gravedad del gran negocio del fútbol mundial radicado en Brasil. A partir de la sentencia del caso Bosman, el gran negocio no está en los traspasos y los derecho de retención de los jugadores de la UE, sino en la circulación ínter clubes de los jugadores extracomunitarios sujetos a la legislación laboral de sus respectivos países, en muchos casos inexistente.

Los jugadores profesionales de las ligas inferiores, verán reducidos sus salarios ya que, la legislación europea, va a empujar a los clubes a darles la consideración de trabajadores a tiempo parcial y a utilizar, en la práctica, los sistemas de contratos temporales y de los llamados “contratos basura” que son habituales en otros ámbitos de la industria.

Las canteras de los clubes, deberán ser objeto de una nueva y muy especial consideración, ya que las relaciones de estos jugadores con sus clubes, se van a situar en el nivel del contrato de aprendizaje o de trabajador en formación, desde el momento en el que un jugador de categoría juvenil o júnior perciba una compensación económica por su pertenencia al club. Como contrapartida, estos jugadores, especialmente si poseen una calidad considerable, verán alargados sus contratos por el club de origen que protegerá, de esta forma su inversión en la cantera de jugadores.

La influencia de las fuerzas económicas y políticas que mueven los hilos del deporte profesional realizarán, a medio plazo, una serie de acciones tendentes a sacar al fútbol europeo, y a sus jugadores, del ámbito de las relaciones laborales aduciendo su supuesto carácter cultural, educativo y deportivo, para posibilitar de nuevo la reconstrucción de la espiral económica del fútbol profesional europeo.

La sentencia del Tribunal Europeo, finalmente, probablemente sin quererlo, ha motivado un desplazamiento del centro de gravedad del negocio del fútbol hacia Europa, de tal manera que, desde la relajación de las normas federativas que controla el poder deportivo, se propicia la importación de mano de obra, mucho más flexible y controlable desde el mundo de los negocios que los jugadores europeos protegidos por la legislación comunitaria y agigantando el nivel y el montante del negocio hasta límites insospechables ya que, soslayada la legislación laboral y la sentencia del Tribunal Europeo, todas las combinaciones económicas son posibles al desarrollarse fuera del ámbito comunitario.

La consecuencia, a largo plazo, será una regulación específica del fútbol en la Unión Europea que no solo proteja los intereses de los trabajadores del tipo Bosman, sino que, además, sea capaz de controlar todo el negocio y el montante económico que genera el deporte profesional, a la vez que previene del empleo del mismo para otros fines no declarados.

 

d) El cambio social de posiciones sobre la práctica deportiva personal.

Los jóvenes actuales, y el lugar que ocupan en la sociedad, como es habitual están determinado por el que ocupa su generación en el proceso de reproducción de la sociedad, por el momento histórico en que viven y por sus características generacionales concretas[7]

El espacio juvenil, está en el momento presente ocupado, por una generación saliente en la que el deporte forma parte de su educación, no como logro social y reivindicativo, sino como situación de hecho normal, asimilada dentro de un nuevo modelo de educación integral que les ha sido impartido y una generación entrante en la que las prácticas deportivas comienzan a pasar a segundo plano ante la multitud de ofertas de diversión o entretenimiento y, fundamentalmente, por la sobreexplotación temprana de la oferta deportiva juvenil. En una palabra, gran parte de los adolescentes actuales están llegando deportivamente quemados, a la edad en la que la oferta deportiva debiera ser un referente esencial para su educación democrática y para su integración social.

La traducción de estos hechos y circunstancias en las actividades deportivas, y en las de ocio y recreación es notable; el deporte reglado, de cuatro fundamentales mas atletismo, característico de los ochenta, ha dejado paso, por aumento del poder adquisitivo en general, y del parque de instalaciones disponible y de libre acceso, a una mayor variedad de deportes y de posibilidades de empleo del tiempo libre. Probablemente, por esta misma circunstancia, se ha dado lugar a una situación especial de rebeldía, sin duda alguna heredada, que en cuanto a las actividades deportivas está desarrollando lo que he denominado[8] el antideporte o el postmodernismo del deporte, actividades que no suponen tanto el desarrollo de lo que tradicionalmente hemos entendido como deporte, como el acercamiento al concepto de sport en su versión original.

Las actividades físicas y el deporte suponen para ellos un hecho normal y cotidiano, literalmente no entra en su idea del mundo y de la sociedad un mundo sin deportes, de hecho, pueden ser definidos como la generación de la raqueta por su obsesión por llevarla consigo a todas partes. Para la generación entrante, los deportes de asociación, los deportes de equipo, han entrado en crisis, están demodé, la medida del yupie que es el modelo o el mito de esta generación, es incompatible con el espíritu de sacrificio anónimo del deportista de equipo, del gregario en calificativo moderno, se busca una actividad deportiva en la que se pueda asegurar el éxito y el triunfo espectacular, no importa el riesgo, no importa el precio, no importa la complicación técnica; atrae la aventura, el riesgo en solitario, lo sofisticado de los materiales, el ir por delante técnicamente ya es parte del triunfo, estar al día en las noticias de deportes minoritarios o exclusivos, dominar el argot, el slang técnico de algo novísimo, es el objetivo deportivo de los jóvenes de la generación de los noventa.

Ha muerto para esta generación la ilusión por la medalla de promoción oficial, excepto si tiene un buen precio, lo interesante es poder desarrollar una actividad en libertad y estar en el punto de mira, en la atención de los otros, ser capaz de………, estar por encima de……., siempre con la suficiente inteligencia como para que los demás se enteren donde está el número uno.

Podemos anunciar la crisis de los grandes complejos deportivos de sudor y convivencia colectiva; la valoración de los espacios naturales, eso si con el confort necesario, tiene que ver con las inquietudes ecologistas crecientes de esta generación que, agobiada por las facilidades en instalaciones de práctica deportiva controlada, aburrida por el discurso del deporte tradicional sobre el que va a centrar parte de su enfrentamiento generacional, va a buscar en la práctica de las actividades físicas en solitario y con riesgo, el placer íntimo y personal de la actividad por la actividad sin ánimo de lucro, exactamente lo que en el principio se definió como sport.

Joven, deporte y educación:

Existe la tendencia natural de asociar al joven con el deporte y a ambas entidades a su vez con la educación; sin embargo, no es menos cierto que de este triángulo de valores entendidos es más lo que se sobreentiende que lo que se sabe y, desde luego, muy poco lo que se aplica de verdad. Es frecuente, por otra parte, que esta trilogía sirva para legitimar, en base a esos valores sobreentendidos, tanto políticas deportivas, como acciones sociales relacionadas con la juventud y, como no, emplear la palabra educación para darle un baño de honorabilidad a actividades que en absoluto resistirían un análisis de definición educativa tanto en los modos como en las formas y, mucho menos, en los objetivos. Es preciso, por tanto, poner en definición cada uno de los términos y proceder a un análisis que nos conduzca hacia la reflexión de cual es el papel de cada una en beneficio del objetivo educativo que nos proponemos.

En cuanto a lo deportivo, por lo general, los referentes son equívocos; el deporte en su origen, tal y como como fue concebido por los creadores de esta teoría educativa, se encuentra en nuestros días francamente olvidado en sus aspectos esenciales y más significativos; el creador de esta escuela educativa, Thomas Arnold[9] nunca entendió el deporte fuera de los objetivos y de la función educativo-social. Ha sido el desarrollo económico y la manipulación económica y la perversión de los objetivos políticos sociales aplicados a esta forma de actividad física lo que, en este momento, mantiene al deporte al margen de la función educativa que debe cumplir.

El deporte de finales del milenio, en todas las Comunidades Autónomas, se quiera o no, es hijo de la estructura deportiva del franquismo y de los desenfoques que se produjeron en esta época: obsesión medallística, agonía por la consecución de un deporte de élite homologable al de los países del entorno, identificación política, social o religiosa de los logros y esfuerzos deportivos, etc. Lejos de desaparecer con el régimen, todas estas características se han visto incrementadas, en alguno de los casos hasta el esperpento, por la carrera hacia adelante iniciada por los primeros ayuntamientos democráticos y sostenida, no sin esfuerzos, sin un norte definido so pena de perder el favor popular.

En este esfuerzo de definición, es preciso destacar una serie de características y señalar varios desenfoques que amenazan con destruir o ahogar el deporte como actividad educativa de la juventud. En cuanto al deporte de los jóvenes es preciso distinguir:

  1. Deporte escolar curricular. Entendido como el forma parte del currículum escolar obligatorio de Educación Física, debe estar orientado a la consecución de tres objetivos esenciales:
  2. El aprendizaje de las habilidades, reglas, técnicas y gestos deportivos necesarios para su práctica.
  3. La educación en valores: trabajo en equipo, solidaridad, respeto a los otros, valores democráticos, etc.
  4. Generación de hábitos estables de práctica de actividad física autónoma destinada al mantenimiento de la salud y a la calidad de vida de los ciudadanos.
  1. Deporte escolar institucional. Entendido como el promovido por las instituciones y encuadrado dentro del campo complementario, pero no por ello menos fundamental, de actividades que el alumno/a en los tiempos libres que el programa debe contemplar, para esta y otro tipo de iniciativas.[10]
  1. Deporte que practican los escolares como actividad autónoma. El desarrollado por iniciativas públicas o privadas con intención de mejorar las calidades técnicas de los deportes o de promover la práctica de determinadas especialidades a partir de la enseñanza de los mismos y, normalmente, apoyado por la iniciativa familiar.

En cuanto a la educación mediante la actividad física, el problema radica en definir adecuadamente el contexto educativo en que ha de producirse y, conseguido esto, proceder en la forma en que lo educativo ha de ser entendido en este inicio de milenio; es decir, determinando:

  1. ¿Qué enseñar?,
  2. ¿Como enseñar?,
  3. ¿Cuando enseñar?
  4. y, lo más importante en este caso, ¿Quien ha de llevar a cabo esta actividad educativa?.

En los últimos tiempos, podemos asegurar que está perfectamente definida la dimensión curricular del deporte dentro de la asignatura común y obligatoria de Educación Física. En este sentido es preciso destacar también, que por la trayectoria de vida anterior de la propia actividad deportiva escolar, estamos lejos de poseer una idea plenamente educativa de los objetivos del deporte dentro del currículo.

El auténtico problema está en el campo de la educación no formal, en esa oferta de deporte escolar institucional y en el deporte practicado como actividad autónoma, en ambos casos, no podemos hablar estrictamente de educación desde el deporte ya que, la inexistencia de un currículo racionalmente organizado y plenamente definido hace que no se pueda hablar, en absoluto, de objetivos educativos. Resulta obvio que no se puede producir una acción educativa cuando los objetivos educativos a conseguir no se encuentran debidamente explicitados, no existe una temporización de los mismos, ni tampoco una clarificación de las estrategias didácticas ni de los objetivos metodológicos y, peor aún, no se exige cualificación pedagógica para e desarollo de esas acciones pretendidamente educativas. Entra en el reino de lo descabellado el que en la educación formal sea precisa la posesión del nivel académico correspondiente para educar por el movimiento, en tanto que, en la educación no formal, no por ello menos importante ni menos educación, estas acciones se dejen en manos del pretendido experto deportivo sin formación pedagógica suficiente.

Hacia una educación del joven mediante la actividad física y el deporte.

Nos hemos referido a los cambios sociales y a como afectan, tanto a las percepciones socialmente cambiantes que se tienen sobre el deporte, como a las metodologías y exigencias que se tienen en cada momento sobre la actividad física y a lo que se espera de ella, por otra parte, los estudios realizados en los últimos tiempos desde el campo de la salud y de la medicina, sobre los efectos del ejercicio físico sobre el ser humano no solo condicionan sino que determinan una nueva forma de entender las actividades físicas y la forma en que se ha de educar sobre ellas y a través de ellas, así, tenemos como no hace demasiado tiempo que a un infartado se le recomendaba un severo reposo y casi la más completa inmovilidad; no hace mucho tiempo que se tenía por seguro que la inmovilización de un miembro lesionado era la forma más segura de su recuperación. Hoy sabemos que la rehabilitación de ambas dolencias requiere la inmediata incorporación de los enfermos o lesionados a la vida activa, normalmente por encima de los niveles de actividad que venían desarrollando.

Definición de problemas juveniles demandantes de acción educativa desde las actividades físicas.

  1. Las modas estéticas y la difusión de nuevos modelos corporales están suponiendo, en este momento y en este país, un grave problema que afecta seriamente a grandes capas de la población adolescente y juvenil, hasta el punto de haber motivado un debate parlamentario sobre la anorexia y la bulimia como un asunto de preocupación nacional.
  2. Los cambios en las formas y estilos de vida, el acceso a determinados tipos de bienes de consumo y, en especial, los cambios relacionados con las conductas juveniles en lo que se refiere a la alimentación y al consumo de alcohol y de tabaco, son otros de los problemas graves que aquejan a la sociedad española en este umbral de siglo.
  3. La violencia juvenil, ligada a los grandes eventos deportivos, supone otra de las dimensiones socialmente preocupantes a las que es preciso poner remedio. La extensión del hooliganismo y de los movimientos ultras que emplean los acontecimientos deportivos como soporte de sus actividades violentas han llegados a sernos tan familiares que posiblemente muchos estén pensando que son males inevitables o signos de los nuevos tiempos.
  4. El fenómeno consumista ligado a las actividades físicas requiere, igualmente, una atención educativa especial, por cuanto las actividades físicas y el deporte se han convertido en los últimos tiempos en una poderosa industria frente a la que los ciudadanos comienzan a carecer de recursos y medios de defensa.
  5. La pérdida de los valores tradicionales del deporte, junto con el fenómeno del dopaje auténtica lacra no solo deportiva sino cultural y social, por cuanto supone no solo de atentado a los valores tradicionales del deporte y del deportista, sino de entrada del mundo de la droga en una actividad que, hasta entonces, había sido tenida como el paradigma de la limpieza y del juego limpio, requieren un nuevo enfoque de la Educación Física, de su ubicación curricular y de su presencia en el concepto de educación integral.

Soluciones que se proponen desde el currículum escolar de Educación Física.

Desde una perspectiva curricular novedosa y actualizada, la Educación Física en la Enseñanza Secundaria debería asegurar a los alumnos y alumnas al finalizar la enseñanza obligatoria, y/o el Bachillerato:

  1. Conocimientos, actitudes y hábitos de salud suficientemente asentados como para mantener estilos de vida activa que les permitan gozar de un buen nivel de calidad de vida, reduciéndose a medio plazo el impacto de las enfermedades identificadas como producto de los malos estilos de vida: sedentarismo, problemas alimentarios, etc.
  2. Desarrollo de actitudes de aceptación de la propia imagen corporal y de conocimientos y recursos que les permitan adoptar posiciones críticas y de defensa frente al impacto de las modas y estéticas corporales impuestas, así como el pleno entendimiento del concepto alimentación equilibrada y de las relaciones existentes entre alimentación – gasto energético y su relación con la salud.
  3. Desarrollo de actitudes activas y creativas relacionadas con el empleo del tiempo libre, así como la formación de criterios de salud propios que les permitan hacer frente a las agresiones que incorporan los nuevos hábitos de vida juveniles: alcohol, tabaco, sexo, drogas, etc.
  4. Desarrollo de actitudes ante el deporte, tanto en lo que se refiere a la elección de las modalidades deportivas a practicar como forma de mejorar la salud y mantener hábitos de vida activa, como de los conocimientos que les permitan la identificación dentro del fenómeno deportivo los diferentes tipos de pautas y conductas sociales: hinchas o seguidores, hooligans y grupos ultras, al objeto de que posean los suficientes medios de defensa para hacer frente a las posibles invitaciones de integración en los mismos. Del mismo modo, establecer criterios racionales y actitudes equilibradas frente al avance de nuevas actividades físicas que aun cuando puedan ser presentadas como deportes, carecen de los valores esenciales que definen a los deportes como tales.
  5. Desarrollo de actitudes críticas y equilibradas frente al consumismo deportivo, dotando a los alumnos/as de los conocimientos suficientes que les permitan distinguir lo esencial de lo accesorio.
  6. Conocimientos sobre los efectos del dopaje y sus consecuencias para la salud.

Es preciso ser conscientes de la importancia de estos objetivos que planteamos y del momento en el que han de ser conseguidos en forma plena. A diferencia de las demás materias del currículum escolar que sientan las bases para la edificación, sobre ellas, de nuevos procesos de formación entendiendo que el alumno/a es, todavía, un sujeto en las fases iniciales o intermedias de su proceso formativo; en el caso de la Educación Física cuando terminan sus estudios de Secundaria está, también a punto de concluir su proceso de desarrollo físico por lo que estamos hablando, en el caso de la Educación Física en la Enseñanza Secundaria, no de un fase intermedia de un proceso educativo, sino de los momentos finales de la educación corporal para el resto de la vida.

A partir de las edades en las que termina la escolaridad obligatoria ya no son de esperar demasiados procesos de desarrollo del organismo humano; por el contrario, es preciso dejar muy claro que durante los años en que se desarrolla la Enseñanza Secundaria se producen cambios decisivos en la Anatomía y la Fisiología humana, así como la posibilidad de que en ese mismo tiempo se puedan desarrollar procesos destructivos, malformantes o inhibitorios de tipo irreversible que condicionen la vida del alumno/a el resto de sus días.

Es de esperar que una adecuada valoración de estos nuevos objetivos y orientaciones que demanda esta disciplina a comienzos del nuevo milenio, permita que la Educación Física, posea unas nuevas perspectivas curriculares y el tiempo, los medios y la adecuada preparación del profesorado para llevarlos a cabo.

De acuerdo con lo anterior y volviendo al principio, la Educación Física solo justifica su presencia en el currículo si se le concede la oportunidad de educar para la calidad y la esperanza de vida; esto es, si puede garantizar que al finalizar la Enseñanza Secundaria, los alumnos/as poseen los suficientes conocimientos y han desarrollado los correspondientes hábitos y actitudes que les permitan hacerse cargo del cuidado y de las atenciones y el mantenimiento de su propio cuerpo el resto de su vida. En este sentido, la Educación Física ha de tener una orientación y una presencia curricular que garantice la consecución de estos objetivos educativos.

Soluciones que se proponen desde el deporte escolar.

El deporte escolar debe volver a la escuela como un elemento eficaz de educación para la formación de actitudes crítica y positivas sobre el fenómeno social del deporte y para la salud y la calidad de vida de los ciudadanos/as a desarrollar de forma estable, para el resto de la vida; para ello es preciso:

  1. Que suponga una prolongación, en tiempo y forma, de los contenidos deportivos que se establecen en el programa escolar de Educación Física para cada nivel.
  2. Que se ajusten de forma realista los programas a establecer como práctica física estable y habitual, eligiendo deportes que garanticen una gran dosis de autonomía personal para su práctica y no precisen, ni de una gran cantidad de participantes, ni de instalaciones de uso complejo, ni de estructuras federativas u organizativas para su práctica.
  3. Que se elabore un currículo de deporte escolar con los mismos criterios que el currículo escolar ordinario para que, la práctica del deporte escolar, no suponga en el mismo alumno dos formas diferentes de concebir la actividad física, ni se produzcan criterios encontrados en cuanto a los objetivos y planteamientos pedagógicos.
  4. Garantizar desde las instituciones el que, en la edad escolar, cualquier persona que acceda a programar, enseñar, gestionar o dirigir la actividad deportiva escolar, está en posesión de los niveles académicos y de especialización que le permiten esa práctica profesional, como garantía de que los desenfoques educativos han de ser mínimos.

Soluciones que se proponen desde la acción política y ciudadana.

La historia del deporte en España es la historia de los intentos del poder por controlar un fenómeno social de impacto creciente, y la historia de como el deporte coquetea con la política, la chantajea, la utiliza o lleva a cabo con ella maridajes de conveniencia, para al final, si le conviene, abandonar al poder político e irse de la mano del mejor postor; en estos más de cien años de historia deportiva, casi podría hablarse más de las infidelidades políticas del deporte que del servicio prestado por el deporte a la política.

En el momento actual se hace necesario establecer una serie de medidas de distinto tipo que avalen la condición del deporte como agente educador de la juventud; ya hemos hablado del tipo de objetivos que deben cubrirse tanto desde la actividad física curricular integrada en la disciplina que conocemos como Educación Física, como desde la acción institucional conocida como deporte escolar, por ello, nos centraremos en dos tipos de medidas o acciones que requieren una atención política y ciudadana.

Medidas políticas:

Establecida la incapacidad del sistema deportivo para resolver por sí mismo los problemas estructurales y de definición en los que ha terminado encerrándose, es preciso establecer una serie de medidas que garanticen la calidad de educativa a las actividades físicas realizados por y con los jóvenes Así siguiendo el análisis realizado por Paul De Knop proponemos[11]:

  1. Abandonar la idea de la especialización temprana en las escuelas deportivas, ofertando, por el contrario, una amplia gama de actividades deportivas que vayan desde las actividades físicas tradicionales hasta diferentes alternativas de deportes reglados.
  2. Diseño de programas especiales de actividades físicas complementarias y multifuncionales que faciliten la adquisición de una amplia gama de movimientos de tipo universal, susceptibles de ser empleados en cualquier actividad deportiva.
  3. Facilitar el acceso de los jóvenes a las equipaciones y equipamientos deportivos.
  4. Promocionar, a todos los niveles las actividades de puertas abiertas.
  5. Desarrollar campañas sobre el juego limpio.
  6. Promoción de actividades deportivas orientadas a sectores concretos de la población juvenil: chicas, talentos deportivos, disminuidos físicos o psíquicos, poblaciones inmigrantes, etc.
  7. Recuperar la idea de los campamentos deportivos como un medio integral de educación y de educación deportiva.
  8. Favorecer la cooperación entre todos los sectores e instituciones implicados en el deporte de los jóvenes con especial atención a la complementariedad de las ofertas y al acceso de los líderes o responsables a la formación educativa o en educación.

Prospectiva sobre el futuro del deporte como medio de educación juvenil.

Creemos que con el principio del milenio se ha llegado a un punto de no retorno sobre los modos y las formas de entender el deporte de los jóvenes; en una palabra, el modelo deportivo generado en los setenta, desarrollado en los ochenta y sobreexplotado en los noventa, finalmente ha hecho crisis; por ello, es nuestra opinión, que un modelo de deporte educativo para los jóvenes deberá contemplar, en un inmediato futuro las siguientes coordenadas:

  1. Eliminación de la crispación y la tensión en los aprendizajes y en la enseñanza de los deportes.
  2. Eliminación de la filosofía educativa del deporte de la angustia generada por el competitivismo deportivo. Una idea de deporte hedonista debe suceder a la idea de sin dolor no hay progreso deportivo.
  3. Acercamiento de las instalaciones y de las áreas de práctica deportiva educativamente orientadas, en las que los niños y jóvenes tenga la posibilidad de practicar una amplia gama de actividades deportivas, a las zonas de residencia.
  4. Anteponer el juego recreativo y el aprendizaje relajado como cuestiones prioritarias para una educación en valores desde el deporte. En ningún caso el deporte de los niños/as y de los jóvenes debe seguir siendo una válvula de escape a las viejas frustraciones personales de los adultos que los dirigen proyectadas sobre ellos.
  5. El entrenamiento de los niños/as y jóvenes debe ser variado, rico en alternativas y posibilidades, educativa y científicamente planificado por equipos especializados. Debe abandonarse la angustia de los resultados inmediatos y de la detección de talentos; sustancialmente porque es difícil prever en edades tempranas cual va a ser la orientación personal de cada uno a lo largo de su proceso de maduración personal.
  6. La relación final de los jóvenes con el deporte debe ser el resultado de sus experiencias personales en la práctica de actividades físicas, de su integración social del mismo y de las ideas que procedentes de su práctica deportiva le acrediten como una persona equilibrada poseedora de valores y actitudes positivas hacia la práctica de actividades físicas en beneficio de su salud y de su calidad de vida futura.
  7. Los intereses personales y los puntos de vista de los niños/as y jóvenes, han de ser tenidos, cada vez más, en cuenta a la hora de las programaciones y actividades deportivas.
  8. El criterio y la idea de salud y de actividad saludable debe primar, siempre y en todo momento sobre el de actividad deportiva con proyección final hacia el espectáculo y la competición.

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

ASKWITH, R.: The Power Pack. “The secret world of the sports barons”. Observer Magazine, 14 June, 1992.

BORRAS RODRÍGUEZ, A. y otros. Legislación básica de Derecho Internacional privado. Tecnos, Madrid, 1996.

CONSEJO SUPERIOR DE DEPORTES: Actividad Deportiva Escolar 82-83. Madrid. 1982.

DE KNOP, P.:European trends in Youth Sport: A report from 11 European countries. European Journal of Physical Education, Manchester,1996, 1, pp.36-45

DE ZARRAGA, J.L.: – La inserción de los jóvenes en la sociedad, en INFORME JUVENTUD EN ESPAÑA Publicaciones de Juventud y Sociedad. S.A. -MINISTERIO DE CULTURA -Instituto de la Juventud – Barcelona 1985.

VIZUETE, M.: Deporte Universitario: Agonía y Prospectiva de una idea – II Jornadas Nacionales sobre el Deporte en la Universidad – Universidad de Málaga. Málaga, Noviembre 1991 – Actas

VIZUETE, M.: La Educación Física.El deporte y el poder político en el diálogo Norte Sur. en “LA EDUCACIÓN FÍSICA EN EL SIGLO XXI, Fondo Editorial de Enseñanza (FEDE), Madrid, 1999.

VIZUETE MURO, R.: El caso Bosman. Un precedente para la regulación del deporte en Europa. ACTAS: I Congreso Internacional de Derecho del Deporte. Universidad de Extremadura, Badajoz, 1998.

WADDINGTON, I., MALCOM, D. & GREEN, K: Sport, Health and Physical Education: A Reconsideration. European Physical Education Review, Vol 3,nº 2, Manchester,1997,pp165-182.

 

 

[1] DE KNOP, P.:European trends in Youth Sport: A report from 11 European countries. European Journal of Physical Education, Manchester,1996, 1, pp.36-45

[2] WADDINGTON, I., MALCOM, D. & GREEN, K: Sport, Health and Physical Education: A Reconsideration. European Physical Education Review, Vol 3,nº 2, Manchester,1997,pp165-182.

[3] VIZUETE, M.: La Educación Física. El deporte y el poder político en el diálogo Norte Sur. en “LA EDUCACIÓN FÍSICA EN EL SIGLO XXI, Fondo Editorial de Enseñanza (FEDE), Madrid 1999.pp 75-93.

[4] El Artº 48 del Tratado asegura la libre circulación de los trabajadores en la Comunidad, lo cual supone la abolición de toda discriminación por razón de nacionalidad entre los trabajadores de los Estados Miembros, con respecto a empleo, retribución y demás condiciones de trabajo. Sólo serán admisibles según el Tratado los límites de Orden Público, Seguridad y Salud Pública. BORRAS RODRÍGUEZ, A. y otros. Legislación básica de Derecho Internacional privado. Tecnos, Madrid, 1996. Pág. 49 y sigtes.

[5] VIZUETE MURO, R.: El caso Bosman. Un precedente para la regulación del deporte en Europa. ACTAS: I Congreso Internacional de Derecho del deporte. Universidad de Extremadura, 1998.

[6] ASKWITH, R.: The Power Pack. “The secret world of the sports barons”. Observer Magazine, 14 June, 1992. Págs 12 – 22.

[7] DE ZARRAGA, J.L.: – La inserción de los jóvenes en la sociedad, en INFORME JUVENTUD EN ESPAÑA Publicaciones de Juventud y Sociedad. S.A. -MINISTERIO DE CULTURA -Instituto de la Juventud – Barcelona 1985.

[8] VIZUETE, M.: Deporte Universitario: Agonía y Prospectiva de una idea – II Jornadas Nacionales sobre el Deporte en la Universidad – Universidad de Málaga, Noviembre 1991 – Actas

[9] THOMAS ARNOLD, (1795-1842) conocido como el Padre del Deporte, fue un clérigo protestante, introductor de grandes reformas en la enseñanza en Gran Bretaña, especialmente entre 1827 a 1842 en que ocupó el cargo de Headmaster del Rugby College. Se propuso reformar las costumbres de los estudiantes mediante el fomento en sus alumnos de la afición por los juegos reglamentados para desarrollar la iniciativa y la responsabilidad, recomendando además, la máxima lealtad en sus acciones definiéndolo como fair play. El método de Arnold, se extendió rápidamente por los Colegios y Universidades Inglesas como uno de los elementos decisivos de la educación integral, y posteriormente a través de la expansión comercial y política británica al resto de Europa y a los Estados Unidos de América.

[10] CONSEJO SUPERIOR DE DEPORTES: Actividad Deportiva Escolar 82-83. Madrid. 1982. PP 5.

[11] DE KNOP, P.: Ob. cit. pp42-44

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