EL DEPORTE EN LA EDAD ESCOLAR. UN PROBLEMA DE SOLUCIONES POLIÉDRICAS

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Manuel Vizuete Carrizosa

Maestro de Enseñanza Primaria  –  Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. . Catedrático de Universidad. Lineas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción de nuevos Materieles Didácticos para la Educación Física Escolar. Historia y Filosofía del Deporte y de la Educación Física. Formación inicial y permanente del Profesorado de Educación Física.

EL DEPORTE EN LA EDAD ESCOLAR. UN PROBLEMA DE SOLUCIONES POLIÉDRICAS

Los diferentes procesos de reforma de los sistemas educativos suelen tocar solo tangencialmente la cuestión del deporte en la edad escolar. La falta de tradición en el sistema educativo respecto a la educación física y la escasa valoración de sus contenidos curriculares como contenidos de educación; así como el hecho de que el deporte en la edad escolar haya estado situado, desde sus orígenes, en una especie de nebulosa o tierra de nadie en la que se confunden habitualmente los conceptos educación y cultura, y donde se ha dado más importancia a las formas que al fondo, junto a la nada despreciable presión política y mediática sobre los conceptos educativos referidos al deporte en la edad escolar, han llevado tanto al deporte curricular como al deporte extraescolar, a una situación de inmunodeficiencia educativa, que coloca al cuerpo docente y al sistema educativo casi sin capacidad de reacción, ante problemas acuciantes que, con carácter de pandemias, están afectando no solo al tratamiento educativo del deporte, intra y extra curricular, sino también al cuerpo social en el que las alarmas referidas a la salud en términos de obesidad mórbida infantil, violencia en el deporte, dopaje de deportistas en edad escolar y otros tipos de abusos, con el deporte como marco de referencia, exigen una investigación profunda y medidas urgentes.

Es cierto, y en este caso contrastado, que las imprescindibles reformas educativas suelen carecer de influencia en la vida del aula; especialmente si no se dedica una atención especial a la formación y al desarrollo profesional del profesorado, ya que este es el factor clave que determina el éxito o el fracaso de la puesta en marcha de cualquier reforma ó innovación curricular. En este caso, y pese a tratarse de un colectivo especialmente joven e inquieto por su formación, tanto las inercias como los enormes déficits de fundamentación teórica existentes en su formación inicial, incapaces de modificar los preconceptos que aportan y justifican la elección de la profesión, validan la teoría de Fullan[1] cuando sostiene que :

Los cambios en educación dependen de lo que piensan y hacen los profesores, algo tan simple y a la vez tan complejo…

Pese a haberse realizado un enorme esfuerzo, probablemente uno de los mayores y mejores en España y en los países del entorno europeo, en el diseño curricular, en el planteamiento y en la planificación didáctica en educación física a todos los niveles, no es menos cierto que estos esfuerzos y los consecuentes cambios estructurales y curriculares propuestos desde las administraciones, no bastan para provocar un cambio significativo en los planteamientos didácticos del profesorado, que conduzcan a la clarificación real de objetivos y contenidos y, consecuentemente, a la mejora de la enseñanza; simplemente porque los profesores no son simples técnicos que se limiten a aplicar las reformas ó las innovaciones curriculares. Los profesores tienen conocimientos, concepciones, valores, actitudes y formas de entender su disciplina que son los que motivan sus tomas de decisión, a los que hay que sumar, su propia experiencia de vida, la situación personal y los contextos sociales y profesionales en los que trabajan, que son especialmente determinantes para la puesta en ejecución de cualquier propuesta curricular.

La desaparición de la guerra fría y la nueva dinámica social impuesta por esta circunstancia a las políticas deportivas, ha marcado severamente las perspectivas y planteamientos tradicionales existentes sobre la educación física y el deporte escolar, hasta entonces orientados hacia un concepto físico-deportivo, para ser replanteados, en función de estas nuevas demandas y perspectivas sociales, hacia un nuevo concepto emergente en Europa, relacionado con la salud y la calidad de vida, que se define como cultura del movimiento. En este sentido han sido claves los estudios e investigaciones realizados por Bart Crum (2004), Brettschneider y Kleine (2003), Hardman y Marsall (2000), Vizuete (2002 y 2007) Carreiro da Costa (2005) sujetos a rigurosos debates en el seno de la comunidad científica y respaldada por investigaciones y congresos europeos.

A la hora de enfocar la investigación, desde la necesaria clarificación conceptual, es preciso saber si el deporte en la edad escolar, o las prácticas deportivas que ofrecemos a nuestros escolares, tanto curriculares en la asignatura de educación física como las prácticas sociales del deporte en la edad escolar, promovido por las administraciones, reúnen las condiciones didácticas y educativas, tanto cuantitativas como cualitativas, orientadas y justificadas, hacia esta nueva orientación social en la que la actividad física, entendida como práctica de salud, es una seña de identidad creciente; del mismo modo, es preciso establecer cuáles han de ser las acciones institucionales y educativas necesarias para garantizar la dimensión educativa.

El problema que está sobre la mesa, radica en no haber sido capaces, hasta el momento, de entender desde presupuestos educativos, los impactantes cambios de mentalidad y de dinámica social, referidos al deporte y a la cultura del movimiento, que han tenido lugar en los últimos años, y que deberían haber sido asumidos por el concepto escolar de la disciplina redefiniendo el deporte curricular y extracurricular, orientando la educación física hacia esta nueva forma de cultura.

Desde un punto de vista estrictamente científico y educativo, a la luz de las aportaciones científicas del área de conocimiento y de la ciencia educativa contemporánea, hemos de preguntarnos:

  • ¿Podemos hoy mantener que la sola práctica de un deporte, sin que medie ningún proceso de planificación didáctica y curricular es en sí misma educativa?
  • ¿Desde un punto de vista científico y educativo, se puede seguir aceptando y manteniendo que un niño, o niña, en edad escolar, realice una práctica deportiva con las mismas reglas, el mismo rigor disciplinario y la misma intencionalidad que un adulto?
  • ¿Se puede aceptar que una actividad con gran potencial educativo, como es el deporte, pueda ser instrumentalizada, más para deseducar que para formar ciudadanos y ciudadanas democrática y socialmente integrados, en razón a no se sabe cuales intereses y que, además, pueda hacerse desde el puro voluntarismo y sin formación didáctica?

En la educación contemporánea, la educación física para el siglo XXI, a la que hacemos referencia, se orienta a educar EN deporte, más que a educar A TRAVÉS del deporte. Las razones son simples y coinciden con lo expuesto. Educar a través del deporte exige, como principio, ignorar en la práctica el valor y los efectos del factor de incertidumbre sobre el resultado de la supuesta acción deportivo-educativa, que es lo que hace atractiva la actividad. Científicamente hablando, no se puede plantear una acción educativa asumiendo, a priori, un alto grado de incertidumbre sobre los resultados, en tanto que, educar en deporte, comporta educar en la aceptación del factor de incertidumbre y reconociendo su valor educativo como impulsor de la práctica habitual de las actividades físicas y de los deportes a lo largo de toda la vida.

En la práctica habitual de actividades físicas, la sociedad se ha adelantado a los planteamientos políticos y a las inercias educativas mostrándonos cada día, cada vez que salimos a la calle, en las noticias deportivas o en la televisión, cuales son las exigencias contemporáneas de conocimientos sobre la actividad física, y cual es por tanto el tratamiento educativo del deporte exigido por la sociedad del siglo XXI.

Así es como el deporte en la edad escolar tiene que ser repensado y orientado, hacia la participación y la integración de los futuros ciudadanos y ciudadanas en la cultura del movimiento. Esto exige planteamientos del deporte escolar curricular menos deportivizados y más cercano a lo humanístico, a la realidad individual de cada escolar, a sus posibilidades físicas y a su integración en esta nueva forma de entender las actividades físicas.

Ha de ser posible una práctica del deporte en la edad escolar a la medida de cada uno y de cada necesidad, lo que nos llevaría, en la práctica, a la aplicación del concepto enseñanza individualizada en la educación física y en el deporte, sin que esto pueda resultar antitético de los valores de solidaridad, cooperación y trabajo en equipo, tradicionalmente atribuidos al deporte, que forman parte de su propia retórica educativa. Este concepto nos lleva a un deporte escolar curricular escolar y extraescolar con exigencia de medios de calidad, con técnicos cualificados, abierto y no traumático, en el que lo realmente importante sea la integración social y el mantenimiento de la salud desde la práctica de actividades físicas. Como trabajos de referencia, merecen destacarse los siguientes: European trends in Youth Sport: A report from 11 European countries, Se trata de un estudio comparativo europeo y transversal dirigido por Paul De Knop[2]. Sport, Health and Physical Education: Reconsideration. Otra investigación relevante que empleamos como antecedente fue desarrollada en el Reino Unido[3].

Resumiendo estos dos estudios, podemos determinar la existencia de una situación de encrucijada en Europa respecto al deporte de los jóvenes en el sentido de, que agotado los sistemas tradicionales de promoción deportiva basados en la detección de talentos o en el incremento de la práctica competitiva desde tempranas edades, como fórmula ideal de incrementar el número de deportistas de élite, en la actualidad estamos ante una situación de reacción social en el mundo juvenil e intelectual, contra las estructuras sociales e institucionales que, en el último cuarto de siglo, han venido dando cobijo al deporte juvenil desde el entendimiento de éste como cantera del deporte de élite, o como una forma de justificar políticas sociales referidas a la cultura y a la sociedad del bienestar.

A nuestro modo de ver, los responsables de estas situaciones de crisis serían:

  1. Las políticas deportivas de los últimos treinta años en los que se apostó fuertemente por un descenso de la edad de iniciación al deporte competitivo.
  2. La detección de talentos y la tecnificación, frente al seguimiento de las teorías educativas y de la cualificación pedagógica para el ejercicio profesional de la educación física y del deporte escolar y juvenil.

En el primer caso los abandonos de la prácticas deportiva se producen por agotamiento de la capacidad de satisfacción de las necesidades personales desde el deporte, al establecerse un común denominador para todos, con la consiguiente cosificación de los deportistas, y una valoración de los individuos en base a su capacidad competitiva y a su éxito deportivo y, en el segundo, por la existencia de una práctica selectiva que deshumaniza las actividades físicas, de tal manera que, detectado el talento, los casi-talento o no-talentos, pasan a engrosar las filas del más absoluto anonimato sin que el sistema deportivo, vuelva a tener el menor interés por ellos. En ambos casos, los abandonos están más que justificados y demuestran la incapacidad del sistema deportivo para poseer una visión completa del panorama social desde una perspectiva educativa.

El binomio escolares-deporte.

Desde los estudios llevados a cabo, entendemos que las actividades físicas, deberían ser un hecho habitual favorecedor del desarrollo de niños y jóvenes. Durante el crecimiento, las actividades físicas tienen un papel extraordinariamente importante en el desarrollo físico, social y mental de los jóvenes; de tal manera que todas las actividades juegan un importante papel, tanto el juego libre y espontáneo como los juegos y deportes organizados, la educación física, caminar o montar en bicicleta… Los bebés, los niños y los jóvenes desarrollan tanto sus capacidades físicas como sus habilidades sociales a través del juego; en la adolescencia y la juventud estos aprendizajes se completan con el desarrollo de habilidades y capacidades físicas, la aceptación de reglas y normas, el trabajo en equipo y el reconocimiento de los valores democráticos. Resulta por tanto una obviedad, la necesidad de facilitar a los niños y jóvenes de ambos sexos programas de actividad física, tanto curriculares como extracurriculares, de forma urgente.

Por otra parte, una vida físicamente activa, aporta beneficios directos e indirectos a los jóvenes; especialmente relacionados con la prevención del sobrepeso y la obesidad mórbida, así como con la diabetes melitus en los insulino y no insulino dependientes; la promoción de una buena salud mental y el establecimiento de formas de vida saludables a mantener durante la edad adulta.

Aun cuando una gran cantidad de jóvenes participa de forma habitual en actividades físicas y disfruta con ellas, adquiriendo los beneficios de salud, de habilidades y de relaciones sociales, tenemos la evidencia de que, cada vez más, en Europa, es mayor el número de jóvenes que no participan en actividades físicas, o al menos no lo hacen en unos niveles adecuados para beneficiar su salud.

Este bajo nivel de actividad física, es especialmente significativo en las jóvenes adolescentes y, a niveles preocupantes, en las áreas de extrema pobreza como los entornos urbanos densamente poblados y carentes de servicios, donde todas las actividades que tienen su origen y fundamento en la escuela decrecen rápidamente.

Solo unos pocos países ofertan al menos dos horas a la semana de de educación física en primaria y secundaria, de tal manera que se teme que estas tendencias negativas continúen y se extiendan a un número mayor de países.[4] Del mismo modo, los estilos de vida activa tienden a ser marginados a causa de la popularización del coche como medio de transporte, y de los ordenadores y la televisión como formas de recreación.[5] Lo que estaría justificando, una vez más, un estudio en profundidad del problema y la aplicación de soluciones urgentes; para ello nada mejor que comenzar por definir que entendemos exactamente por deporte en la edad escolar y cuáles deberían ser los niveles de competencia de las instituciones implicadas en el fenómeno deporte en estas edades.

Se entiende por deporte en la edad escolar aquel que se desarrolla con los niños y niñas en estas edades y que, por tanto, puede tener diferentes niveles de organización y orientación, pero siempre respetando sus características evolutivas y los derechos que se establezcan como menor y como deportista en edad escolar. Diferenciando al deporte escolar curricular integrado en el currículum de educación física con finalidades educativas propias, del deporte en edad escolar, como proyección de los aprendizajes orientado a la práctica estable de actividad física. Desde la claridad meridiana de este planteamiento, es preciso establecer un itinerario de administración y competencias que permita que ambos procesos sean posibles y complementarios.

Esta discusión deberá generar los argumentos necesarios y fundamentales que definan los ámbitos de competencias institucionales sobre el deporte en la edad escolar, a partir de las consideraciones señaladas en los epígrafes precedentes. Entendemos, que el concepto el deporte en edad escolar debería situarse en el contexto más próximo a la vida del alumno, y que sus dos referentes fundamentales debieran ser el centro educativo y el domicilio familiar; de tal manera que las competencias debieran estar, tanto en la administración educativa como en la administración deportiva próxima.

Desde los resultados obtenidos, los antecedentes bibliográficos y científicos consultados, y a la luz de nuestro propio estudio entendemos que siguiendo la metodología marcada por el Consejo de Europa, cualquier organización del deporte en la edad escolar debería garantizar su eficiencia y calidad de acuerdo con los siguientes criterios y acciones:

  1. Entender que las programaciones del deporte en la edad escolar deben valorar la realidad tanto física como psico-evolutivas de los niños y adolescentes, evitando el superponer modelos de deporte de adultos.
  1. Desarrollar modelos de programas democráticos en los que los propios jóvenes puedan tener voz y participar en la toma de decisiones. En este sentido se recomienda la elaboración de protocolos y manuales de buenas prácticas que orienten a los diferentes agentes del deporte en la edad escolar.
  1. Creación de unos requisitos mínimos, que den una estructura común al deporte en edad escolar, y que contenga estas características:
    1. Participativo
    2. Adaptado. Creación de distintos itinerarios de normas.
    3. Coeducativo e integrador. Potenciación del asociacionismo.
    4. Complementario de la educación física.
    5. Coordinado (administraciones y agentes).
    6. Educativo en la competición.
    7. Seguro y saludable, así como potenciador de salud y de valores.

Las políticas a desarrollar tanto por los gobiernos deberán articularse de acuerdo a estas premisas, con la estructura social actual y teniendo en cuenta todos los agentes participantes:

Nivel familiar.

Es obvio que la actividad física de los niños y jóvenes no puede establecerse con criterio de continuidad y con estándares de calidad suficientes sin el concurso y el apoyo familiar

  1. Deberían tenerse en cuenta las siguientes acciones:
  2. Organización de actividades que propicien la participación familiar. En este sentido es importante enfatizar el valor de campañas divulgativas que pongan en conocimiento de las familias la oferta de servicios de deporte en la edad escolar y de actividad física puestos a disposición de los jóvenes, al objeto de que aseguren su participación.
    1. Favorecer actividades que puedan practicarse en familia.
    2. Conseguir el respaldo de los padres a las actividades de los niños.
    3. Conseguir el libre acceso a las instalaciones y a los programas deportivos en la edad escolar
    4. Lograr que los padres se impliquen en la vida deportiva de los centros escolares y en sus clubes deportivos, incluso formando parte de sus cuadros directivos,
    5. Los padres podrían perfectamente formar parte de los distintos órganos directivos para garantizar que los niños y los jóvenes obtienen el mayor provecho de la educación física y del deporte.
  1. Desarrollar políticas de participación activa de los padres en campañas de promoción de la actividad física familiar:
    1. Organización de programas divulgativos y de escuelas deportivas de padres, para el conocimiento y la valoración de la importancia del deporte en la edad escolar y la actividad física.
    2. Acciones de marketing destinadas a promover equipos y clubes de padres de carácter agonístico.
    3. Promoción de la idea de club deportivo escolar como lugar familiar de encuentro para la actividad física y el deporte.
    4. Promoción de campañas dirigidas a las familias que enfaticen el valor del deporte en la edad escolar y las actividades físicas frente al tiempo pasado frente al televisor o los ordenadores.
    5. Organización de actividades de promoción familiar hacia la participación de sus hijos con algún tipo de discapacidad, destacando los beneficios que posee la práctica deportiva

 

Nivel escolar.

  1. Desarrollar la legislación educativa de tal manera que se garantice los niveles de calidad y cantidad necesarias de clases de educación física, impartidas por profesores especializados en las edades de referencia. El aumento de la actividad física, con la implicación de los estamentos y órganos de gobierno indicados en cada caso, debería asegurar:
    1. Una hora diaria de deporte en la edad escolar ó actividad física organizada en horario extraescolar.
    2. Promoción de medidas complementarias de actividad física:
      1. Desarrollar campañas con implicación social que permitan a los escolares caminar hasta el colegio de forma segura.
      2. Diseñar y establecer facilidades para la custodia de bicicletas que permitan el empleo de este medio de transporte activo y no contaminante hasta y desde el colegio.
  • Incentivación del profesorado especializado, a nivel de formación y de ayudas a la gestión del deporte en horario extraescolar.
  1. Desarrollo de la idea Escuela centro de promoción de la salud a todos los niveles:
    1. Estableciendo la troncalidad e interdisciplinaridad de la educación física con otras materias curriculares.
    2. Promoción de la salud mediante el favorecimiento de la creación de estilos de vida saludables para sus alumnos, incluyendo acciones que relacionen ejercicio físico-alimentación y salud con la participación de los agentes sociales especializados.
    3. Promover que los centros escolares diseñen y desarrollen programas que alienten a los/as niños/as y a los jóvenes a participar activamente en los recreos practicando distintos juegos y deportes.
      1. Inclusión del deporte en la edad escolar como una acción prioritaria a desarrollar, en el proyecto educativo de centro.
      2. Dotar al centro de medios y recursos para el desarrollo del deporte en la edad escolar, independientes de los asignados a la asignatura de educación física y con posibilidades de más libre acceso.
    4. Apertura de las instalaciones deportivas escolares y otras facilidades para la organización y práctica deportiva a la comunidad, fuera del horario lectivo para favorecer, mediante planes de apertura de centros, la integración familiar y la participación a través de las actividades físicas.
    5. Promover desde los claustros de profesores y de las asociaciones de padres y madres el uso de las instalaciones deportivas, controlado por profesores expertos y entrenadores fuera del horario escolar, en los recreos y en los tiempos libres, promocionando la actividad física y el deporte.
    6. En todas las acciones deberán incluirse procesos y programas adaptados que garanticen la inclusión de los discapacitados, las minorías y las mujeres.

Nivel de profesorado y técnicos deportivos.

  1. Los órganos responsables de la docencia y del desarrollo de las actividades físicas y el deporte deberán promover acciones que garanticen la mejora de la calidad de la enseñanza y de los programas de entrenamiento:
    1. Convocando programas de investigación aplicada y de I+D+I destinados a mejorar los conocimientos, la investigación y el desarrollo sobre la educación física, el deporte en la edad escolar y el deporte para jóvenes.
    2. Desarrollando programas de formación continua orientado a la mejora de la calidad, dirigidos a profesores, entrenadores y voluntariado, así como otras medidas complementarias:
      1. Introducir criterios de evaluación sobre la actividad físico deportiva que los centros ofertan a sus alumnos.
      2. Establecer mecanismos de intercambio de experiencias ínter centros para mejorar los resultados.
  • Crear y mantener actualizada en Internet bases de datos de buenas prácticas en actividad física y deporte en la edad escolar.
  1. Creación del perfil profesional de Especialista en Deporte Escolar dentro de los posibles itinerarios de formación, desde la formación profesional hasta los sucesivos niveles que contempla el Espacio Europeo de Educación Superior.
  1. La calidad de la formación dispensada en materia de educación física y de deporte debería mejorarse mediante:
    1. El fomento y a la oferta de formación continua para los profesores de educación física.
    2. Elaboración y aplicación de módulos de formación destinados a los profesores de educación física, profesorado no especialista, técnicos deportivos, voluntariado y personal no especializado.
    3. Incentivación al profesorado de los centros que obtuvieran un buen resultado para que ayudaran a los centros vecinos a lograr los mismos estándares altos en materia de educación física y de deporte.
  1. Entre las medidas que se proponen para el desarrollo de políticas de acercamiento del profesorado a las acciones propias del deporte en la edad escolar se estiman las siguientes:
    1. Acreditación, a efectos de formación, de hasta un total de 50 horas de formación por curso escolar.
    2. Al confeccionar el horario de los centros públicos, al profesorado que participe con carácter estable en el Deporte en Edad Escolar, de forma voluntaria y fuera del horario de trabajo, se le incluiría como lectiva una hora por dicha participación, hasta un máximo de dos horas semanales.
    3. Autorización por parte de las Consejerías competentes de cada Comunidad Autónoma a la asistencia a los Campeonatos de España, así como a las competiciones de la Fase Final Autonómica que por razones excepcionales deban celebrarse en período lectivo, no considerándose licencia por asuntos propios.
    4. Cada demarcación territorial, debería contar con un funcionario docente, titulado en Educación Física, cuya función sería la de colaborar con la organización y el desarrollo del Campeonato Autonómico del Deporte en Edad Escolar, con dedicación especial a los alumnos de bachillerato. Colaborando en otros programas que pudieran desarrollarse como: inclusión, juego limpio, mujer y deporte, inmigración, etc.
    5. Compensación económica por cada jornada destinada al deporte en la edad escolar que tengan que desarrollar fuera del horario lectivo.
    6. Establecer cualquier otro tipo de medidas de incentivación del profesorado. En especial valorar la participación del profesorado en el deporte en la edad escolar no lectivo, a efectos de baremación en los concursos de traslados.

 

Nivel de Entidades locales.

  1. Diseño, financiación y ejecución de programas y proyectos de actividades físicas en los que intervinieran asociaciones deportivas sin ánimo de lucro y organizaciones no gubernamentales (ONGs), con los objetivos de:
  2. Favorecer la participación y el deporte para todos.
  3. Desarrollar programas de apoyo a la participación de niñas y mujeres.
  4. Potenciar la integración de colectivos inmigrantes.
  5. Desarrollo de la integración de discapacitados.
  6. Favorecer la inclusión social.
  7. Apoyar económicamente la adquisición de equipos para los económicamente desfavorecidos (becas deportivas).
  8. Establecimiento de redes de coordinación deportiva entre municipios, mancomunidades, diputaciones y centros escolares para Coordinar los apoyos y evitar duplicidades.
  9. Intercambiar experiencias y compartir los esfuerzos de formación permanente.
  10. Establecer y coordinar acciones conjuntas de apoyo al deporte en la edad escolar.
  11. Dotar a los centros escolares de medios y recursos para el desarrollo del deporte en la edad escolar, con independencia a los asignados a la asignatura de educación física, y con posibilidades de libre acceso tanto a la comunidad escolar, como a las políticas de puertas abiertas.
  1. Priorizar medidas de desarrollo del juego limpio y de ambiente deportivo, incluyendo la actividad de organización eventual o espontánea, como el deporte en la calle con acciones que incorporasen:
  2. Formación de voluntariado deportivo.
  3. Participación de áreas desfavorecidas.
  4. Consulta a niños y jóvenes sobre las actividades a realizar.
  5. Creación de instalaciones deportivas comunitarias, flexibles y multifuncionales que incluyan parques de patinaje y áreas de juego para los más pequeños.
  6. Áreas especialmente diseñadas para favorecer la participación femenina, incluyendo las medidas de seguridad.
  7. Creación de espacios abiertos de juego y de entrenamiento deportivo con mobiliario anti vandálico.

 

  1. Creación de zonas de proximidad deportiva que integren áreas abiertas de juego con medidas de prohibición del tráfico.
  2. Declaración de exclusividad de las zonas deportivas evitando que puedan utilizarse con fines inmobiliarios.
  3. Garantizar que la habitabilidad de una zona urbana no se concederá sin las dotaciones de áreas y servicios deportivos y zonas de juego integradas en la naturaleza, evitando el empleo de materiales agresivos como acero o cemento.
  4. Mejorar, por parte de las corporaciones locales, el entorno de los centros escolares propiciando el retorno a condiciones de vida más cercanas a la naturaleza:
    1. Favoreciendo la interconexión de los centros escolares con carriles bici.
    2. Creación de redes de Casas Seguras [6] en los itinerarios pedestres y ciclistas donde los escolares puedan refugiarse en casos de acoso, bulling, etc.
  5. Trazar itinerarios y zonas seguras en tono a los colegios con prioridad a peatones y ciclistas con la suficiente amplitud como para que sea disuasorio el empleo del automóvil.
    1. Definiendo y señalizando los itinerarios y zonas seguras en torno a todos los colegios y sus accesos.
    2. Estableciendo la prioridad para los peatones y ciclistas.
    3. Desarrollo de campañas que alienten a los niños y niñas a ir al colegio por sus propios medios.
  6. Desarrollar la permeabilidad de la información y de las relaciones entre los diferentes agentes deportivos implicados en la edad escolar al objeto de optimizar resultados y recursos.
    1. Establecimiento de convenios entre las CCAA y los municipios para el desarrollo de políticas deportivas en edad escolar.
    2. Intercambio de información y experiencias.
    3. Comarcalización del deporte en la edad escolar al objeto de optimizar técnicos y recursos.
    4. Establecer programas de desarrollo del asociacionismo deportivo en apoyo del deporte en la edad escolar

 

Nivel autonómico ó de estados federales.

  1. Aun cuando cada comunidad tiene competencias para aplicar sus propias políticas, se entiende como esencial y recomendable:
  2. A corto plazo:
    1. Establecer unas normas mínimas para una oferta cuantitativa y cualitativa de educación física en la escuela.
    2. Mejorar la formación de los profesores, entrenadores y voluntarios.
    3. Mejorar las infraestructuras.
    4. Establecer las medidas de coordinación y de apoyo a las entidades locales para el desarrollo de sus competencias en deporte en la edad escolar, mediante las acciones ya reseñadas.
    5. Desarrollar campañas a favor del juego limpio y la educación en valores, en todas las Comunidades Autónomas como las ya existentes: compite en deporte, triunfa en valores, (Andalucía) educando a padres y madres (Aragón) edutranqui (Navarra) Campaña Juego Limpio (Castilla La Mancha) compta fins a tres (Ayuntamiento de Barcelona), etc.,………………………………….
  1. A largo plazo:
    1. Desarrollar la cooperación intercomunitaria e ínter territorial.
    2. Desarrollar la cooperación entre las autoridades locales, las comunitarias y las nacionales.
    3. Proponer programas de formación permanente para profesores, entrenadores, padres, madres y voluntariado.
    4. Garantizar un tratamiento equitativo en el acceso de todos a la actividad física y los deportes, especialmente, mujeres, discapacitados, poblaciones inmigrantes y minorías.
  1. Cooperación sectorial entre los departamentos gubernamentales para favorecer la cooperación entre todas las partes implicadas en la promoción de la actividad física de los niños y de los jóvenes:
    1. Creación de comités de apoyo formados por los ámbitos de la vida ciudadana con implicación en el deporte en la edad escolar:
      1. Transportes públicos.
      2. Sanidad.
  • Educación.
  1. Medio ambiente.
  2. Seguridad.
  1. Puesta en práctica de programa de financiación de proyectos de actividades físicas en cooperación con las autoridades locales y las asociaciones deportivas no gubernamentales:
    1. Favoreciendo la participación.
    2. Luchando contra la exclusión social.
  1. Incentivar la planificación urbana que contemple vías peatonales y ciclistas seguras que permitan a los niños y jóvenes transitar sin necesidad de transporte motorizado.
  1. Las instituciones autonómicas, promoverán campañas y establecer medidas de desarrollo de deporte no competitivo, favoreciendo la práctica agonística durante toda la vida.
  1. Incremento de las partidas económicas destinadas a campañas de promoción deportiva de:
    1. Niños y jóvenes discapacitados.
    2. Poblaciones inmigrantes.
    3. Refugiados o indigentes.
  1. Desarrollo de campañas nacionales de marketing, incluyendo televisión, prensa escrita y revistas, en apoyo de la actividad física de niños/as y jóvenes, especialmente orientadas a conseguir el apoyo promotor de las familias.
  1. Priorizar las mejoras del ambiente deportivo favoreciendo las actividades informales como el deporte en la calle en zonas desfavorecidas, organizado por voluntarios.
  2. Consultando a los/as niños/as y a los jóvenes.
  3. Evaluando las necesidades locales.
  4. Evaluando propuestas de nuevas instalaciones deportivas comunitarias, flexibles y multifuncionales, destinadas al libre acceso, como:
    1. Parques e itinerarios ó rutas de patinaje.
    2. Instalaciones especialmente diseñadas para chicas, dotadas de servicios y medidas de seguridad.
  • Áreas de naturaleza con posibilidades de creación de espacios de juego libre.
  1. Legislar para que los terrenos destinados al ejercicio y la práctica recreativa de los deportes no puedan ser recalificados con para fines inmobiliarios, especialmente en aquellos barrios donde haya escasos equipamientos deportivos.

 

Nivel políticas de estado.

Las medidas que, en todo caso, han de establecerse para dar cumplimiento a estas exigencias se concretan en:

  1. Revalorización de las políticas de apoyo al deporte en la edad escolar, con especial orientación a la salud y a la calidad de vida futura.
  2. Coordinar estrategias de potenciación del deporte en la edad escolar entre todos los agentes con implicación y responsabilidades en el mismo.
  3. Iniciativas conducentes a un gran pacto político de estado con garantías de estabilidad, referidas al deporte en la edad escolar.
  4. Articulación de un gran plan curricular del deporte en la edad escolar que garantice tanto los mínimos conocimientos necesarios para una vida activa y de calidad, como la correcta aplicación metodológica y didáctica de planes de enseñanza y entrenamiento deportivo.
  5. Declaración del deporte en la edad escolar como un bien a proteger mediante las legislaciones nacionales y autonómicas necesarias.
  6. Creación de una plataforma nacional de diálogo y desarrollo de iniciativas en favor del deporte en la edad escolar, en la que estén representados todos los departamentos con implicación en la educación, la salud y las facilidades para su práctica.
  7. Promoción de programas nacionales, premios nacionales y reconocimientos públicos, para el desarrollo del juego limpio y la educación en valores con participación de todos los agentes sociales implicados en el deporte en la edad escolar.
  8. Destinar los fondos necesarios que posibiliten las políticas nacionales de desarrollo y cualificación del deporte en la edad escolar.
  9. Establecimiento de programas de formación y adaptación reglamentaria orientados a las federaciones deportivas, al objeto de promover su participación activa en todas las dimensiones del deporte en la edad escolar, incluyendo programas no competitivos. Esta acción tendrá por objeto el enriquecimiento del tejido deportivo escolar sin referencia directa a la competición federada, pero con las garantías de la asistencia técnica adecuada.

 

Creación de un Órgano Nacional para el deporte en la edad escolar.

La realidad del mundo contemporáneo y de los cambios sociales uniformemente acelerados que caracterizan a la sociedad de la comunicación y nuevo tecnológica del siglo XXI, exigen un esfuerzo permanente de actualización y puesta en valor de la realidad del deporte en la edad escolar y del deporte para jóvenes; por ello se entiende como absolutamente imprescindible la creación de una conferencia sectorial del deporte en la edad escolar que oriente de forma permanente el desarrollo del deporte de los niños y jóvenes en un doble sentido:

  1. Como garante de la identidad cultural y educativa; asumiendo el liderazgo y la responsabilidad que en cada caso corresponda.
  2. Como vigilante y responsable de establecer señales de alerta temprana que permitan reaccionar a tiempo sobre las agresiones que desde el mundo del ocio, o de las modas atenten contra la salud de los niños, niñas y jóvenes.

Los poderes públicos mantendrán y garantizarán el funcionamiento de esta conferencia sectorial estableciendo reglamentariamente su dotación económica, sus funciones, su composición y su funcionamiento, debiendo estar representados todos los agentes implicados en el deporte en la edad escolar.

 

Normativa para la protección del deportista de alta competición en edad escolar.

El acceso a la alta competición y a la profesionalización de los deportistas se produce, cada vez en edades más tempranas y dentro de la edad escolar, por lo que se hace precisa una normativa específica que garantice:

  • Los derechos constitucionales de educación obligatoria con calidad y garantías suficientes.
  • La prohibición de jornadas de entrenamiento que superen el límite de media jornada laboral o del tiempo correspondiente a la edad del deportista.
  • La disponibilidad de tiempo de ocio y garantías de relación social con jóvenes de su edad fuera del ámbito de concentración deportiva.
  • El mantenimiento del vínculo familiar al máximo posible evitando el desarraigamiento.
  • Establecimiento de medidas de superación de la etapa post-competitiva, evitando el daño psicológico o las sensaciones de frustración al abandonar la competición.
  • Creación de fondos de garantía que aseguren un futuro económico y profesional al abandonar la competición o el final de la vida deportiva, evitando el vacío económico y el desarraigo social.

Referencias bibliográficas.

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[1] FULLAN, M. (1991). The new meaning of educational change. Chicago: Teacher College Press, p. 117

[2] DE KNOP, P.: European trends in Youth Sport: A report from 11 European countries. European Journal of Physical Education, Manchester,1996, 1, pp.36-45

[3] WADDINGTON, I., MALCOM, D. & GREEN, K: Sport, Health and Physical Education: Reconsideration. European Physical Education Review, Vol 3,nº 2, Manchester,1997,pp165-182.

[4] En este momento algunas Comunidades Autónomas españolas han comenzado un proceso de reducción de una hora semanal de educación física en la enseñanza primaria, con un plan progresivo que alcanzará a la secundaria, a través de una interpretación torticera de la legislación.

[5] DIETZ, W.H (2001) The obesity epidemic in young children. Reduce television viewing and promote playing. BMJ 322(7282): p. 313-4

[6] Una “casa segura” es un lugar al que un niño puede dirigirse si necesita protección, por ejemplo, si se ve amenazado.

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