LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE COMO RECURSO Y JUSTIFICACIÓN POLÍTICOS EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO

Manuel Vizuete Carrizosa

MANUEL VIZUETE CARRIZOSA

Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materieles Didácticos para la Educación Física Escolar. Historia y Filosofía del Deporte y de la Educación Física. Formación del Profesorado de Educación Física. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa (EF, Deporte Escolar y Deporte para Jóvenes) Coordinador del Foro Hispanomexicano.

LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE COMO RECURSO Y JUSTIFICACIÓN POLÍTICOS

Una aproximación conceptual a la educación física y al deporte

La expresión educación física ha venido a significar, en el momento actual, un estado de la cuestión social y cultural de los pueblos. No solo expresa en sí misma, una serie de técnicas pedagógicas, métodos de formación o maneras de entender la educación para la salud y el desarrollo armónico del soporte humano. Desde un punto de vista político, la presencia de estas técnicas o métodos educativos, tanto a niveles escolares como populares, es uno de los parámetros considerado socialmente válido y significativo tanto de los niveles de desarrollo, como de los niveles de calidad de vida y de progreso social.

Esta valoración social de las actividades físico-deportivas como expresión pública de la cultura del bienestar, ha provocado que las actividades físicas y las de recreación deportiva hayan pasado a ocupar un lugar extraordinariamente importante en la planificación política de todos los regímenes contemporáneos. De hecho, la carencia o la ausencia de propuestas sobre la educación física y las actividades deportivas en cualquier planteamiento político actual, podría llegar, incluso, a descalificar a nivel de la idea y de la conciencia social un programa político cualquiera, aun cuando en  lo demás fuera plenamente válido.

Las actividades físicas y sus manifestaciones, a nivel de la vida pública y en relación con la organización ciudadana actual, son el necesario colofón que identifica a un pueblo entre las sociedades de su entorno como poseedor de un nivel de bienestar valorable a nivel de la calle, en gran medida, por la posibilidad de acceso público a estas actividades.

Desde esta consideración social del fenómeno, la educación física y  las actividades que engloba, promovidas y posteriormente manipuladas políticamente, pueden enmascarar tanto sistemas políticos como niveles de calidad de vida, promocionando una imagen pública irreal y adaptada, a la medida de las necesidades de imagen pública de sus promotores. Un ejemplo de la manipulación política a efectos de imagen, se puso en evidencia con la desaparición del llamado telón de acero en los países que estuvieron bajo la órbita de la antigua URSS. El alto nivel de calidad de las actividades físico-deportivas exhibidas por los llamados Países del Este en las confrontaciones mundiales de las últimas décadas del pasado siglo XX, que hacían suponer un alto nivel de desarrollo social y de calidad de vida, no se correspondía, en absoluto, con las condiciones de vida en las que se desenvolvía realmente la población.

La capacidad de convocatoria de estas actividades no ha pasado desapercibida en modo alguno a las clases dirigentes, sean políticas, religiosas, o sociales, que siempre han encontrado atrayente la idea de rentabilizar este poder de convocatoria en beneficio propio, dando lugar, tanto a políticas como a estrategias educativas en las que las actividades físicas o los deportes, enmascaran realidades muy diferentes a la cara amable y socialmente positiva del ejercicio físico.

Esta capacidad de convocatoria de las actividades físicas y de los deportes, dan lugar a repercusiones sociales de todo tipo: desde la educación al orden público, desde el marketing a la política, desde la espiral económica del deporte a la presencia permanente en los medios de comunicación.

El interés de las clases políticas y de las fuerzas sociales por alimentarlo y sostenerlo, justificaría, sobradamente, un detenido estudio sobre la evolución del fenómeno a nivel mundial, esencialmente en las épocas en la que la educación física y los deportes se implantan como actividades a valorar por el medio social de forma generalizada, tanto como expresión de bienestar como de modernidad de los regímenes.

El estudio de las características sociales y las condiciones  políticas en las que estas actividades se desarrollan, las ideas que trasmiten, la utilización y la proyección política que los regímenes políticos,  desde finales del siglo XIX, tratan de realizar desde ellas, nos permitirán valorar la dimensión del fenómeno y sus repercusiones a nivel político en el mundo contemporáneo.

La amplitud de los conceptos educación física y deportes, su extensión creciente y, la diversidad de los planteamientos y puntos de vista desde los que como cualquier otra manifestación humana de trascendencia social y política pueden ser tratados, obliga, necesariamente, a delimitar por ahora, los temas a considerar. Nos limitaremos, por tanto, a estudiar su planteamiento conceptual a nivel del discurso político, social y educativo, a analizar la implantación de la educación física y el deporte escolar desde las iniciativas políticas que lo apoyan y sustentan y, especialmente, los efectos o consecuencias que, durante diferentes regímenes, estas políticas van produciendo en las sociedades, en relación con la propia vida del régimen. La consideración de las actividades físicas como beneficio social,  su utilización con intencionalidad política deliberada, o bien como justificación pública de los regímenes hacia adentro y de su acción social o educativa. Igualmente, como forma de relación ante el mundo exterior, o   como forma disuasoria o alternativa a la participación en la política.

La carencia de estudios específicos que traten de la evolución del fenómeno, la propia naturaleza de la disciplina y sus repercusiones como hecho social y cultural nos o bligan, no sólo a ir trazando un nuevo camino y  a planear una metodología y unas estrategias específicas, sino también a configurar un mapa conceptual de las distintas vertientes y campos de acción política ejercidos sobre las actividades físicas y el deporte, dada la multitud de variables y casos existentes.

La educación física y los deportes se encuentran, desde su origen, implicadas en acciones políticas de todo tipo; empleándose, habitualmente, como recurso formativo y didáctico en gran cantidad de procedimientos o actuaciones políticas. La necesidad de conseguir determinados patrones de comportamiento o aspectos de la condición humana, hacen inexcusable el empleo de la educación física o, simplemente, para llevar a cabo manifestaciones de fuerza. Esta versatilidad, es lo que nos obligará a la contextualización de la educación física y, muy especialmente, del deporte escolar en los distintos momentos de la de la existencia de los distintos regímenes, y a tratar de establecer las razones de su presencia en cada caso.

Al objeto de clarificar convenientemente el concepto, es preciso realizar una aproximación epistemológica sobre la educación físico-deportiva y sus bases teóricas. De esta manera, podremos conocer y justificar, en cada caso, los métodos empleados en la acción política formando parte del modo de obrar conocido como educación física.

Tomando como base las propias instancias del poder y, tomando como punto de partida  y referencia el caso español, el principal argumento que se nos ofrece se centra en el objeto de la disciplina. Una definición reiterada, entresacando ideas de diferentes autores y en diferentes momentos, que podría ser asumible, vendría a decir que: la educación física se ocupa del desarrollo de las capacidades del ser humano con especial atención a la salud y una mejora en la calidad y esperanza de vida.

Sin embargo, la definición emblemática, posible punto de partida de la actitud y del horizonte ideológico del franquismo y de sus posiciones políticas al respecto, es la siguiente:

….una gimnasia que, mediante la combinación de ejercicios racionales, persigue como único fin el perfeccionamiento físico del hombre, como base indispensable para la actividad intelectual y moral, …………………..La gimnasia es un medio de educación física de los que emplean como agente único o preponderante el movimiento muscular activo con las características de ser racional (voluntario o automático), metódico y progresivo[1

Se establece desde aquí un discurso teórico y una metodología concreta. Perfeccionamiento físico como base de la actividad intelectual y moral de acuerdo con la teoría altruista del ejercicio físico, sumado al platonismo ideológico, común a todas las teorías clásicas de la educación física, del hombre como alma, el empleo del movimiento muscular activo como característica del método. Para los autores de la educación física del franquismo, el perfeccionamiento de lo material es una vía de desarrollo y mejora de lo  espiritual que se presume como teleología subyacente. El método a emplear, movimiento muscular activo es determinante, por su parte, de lo que se entiende como forma de llevar a cabo la educación física.

Este planteamiento está generalizado en las sociedades europeas en el momento en que se formula en España, sin embargo, no es menos cierto que hay una progresión rápida de este supuesto ideológico en el mundo occidental, hacia posiciones más científicas orientadas en función del rendimiento deportivo o de los resultados educativos, muy especialmente en las sociedades democráticas. Así, el Manifiesto Mundial sobre la Educación Física, elaborado por la Federation Internationale D´Education Physique la define poco tiempo después diciendo:

……..es la parte de la educación que utiliza de una manera sistemática las actividades físicas y la influencia de los agentes naturales: aire, sol, agua, etc. como medios específicos.[2]

Por su parte, La Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte de la U.N.E.S.C.O., dada por la Conferencia General de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en París en su 20a. reunión, 21 de Noviembre de 1978, sostiene:

…que es un derecho fundamental para todos, que constituye un elemento esencial de la educación permanente dentro del sistema global de educación, que debe ser programada y ejecutada profesionalmente, con investigación y evaluación propia y sobre la que los medios de comunicación deberían ejercer una influencia positiva. Se señala como imprescindible, la implicación de los organismos nacionales e internacionales en el desarrollo de lo que se considera un derecho esencial de la persona humana.[3]

En cuanto a los métodos, no existe un punto de ruptura a lo largo del tiempo. Se establece, sin solución de continuidad, una línea de pensamiento metodológico basada en la aludida idea del movimiento como agente educativo. Concepción que se corresponde con el enfoque mecanicista y utilitario más extendido de la educación física pero que, en cierta medida, también lo comparten las corrientes actuales que se basan en planteamientos  psicológicos y  psicoanalíticos de la educación del cuerpo.

Volviendo a la necesidad de establecer una epistemología que facilite nuestro estudio, deberíamos establecer que: Si, efectivamente, el empleo del movimiento como medio de educación es lo que define y distingue a la educación física, el objeto de una epistemología de la educación física debe ser la teoría del conocimiento científico que investiga la rectitud de los métodos y procedimientos que producen u originan ese movimiento pretendidamente educativo

Considerando al hecho deportivo como el fenómeno más común y generalizado de las actividades físicas. Tomando la anterior definición, el deporte aparecería en una primera apreciación teórica, como el método de la educación física que trata de educar al individuo mediante el empleo del movimiento y de la actividad física reglamentada y organizada. Esta es su esencia en la idea original. Sin embargo, lo que a la larga realmente lo define es su carga ideológica, o mejor dicho, su capacidad de asumir y proyectar ideologías y, la posibilidad de su empleo para transmitirlas dada su condición de fenómeno de masas.

La propuesta educativa original de Thomas Arnold[4] incorporaba al viejo sistema de enseñar deleitando, mediante la acción catártica producida por el ejercicio físico y la confrontación reglamentada, la posibilidad de introducir pautas concretas de comportamiento y una jerarquía de valores morales, religiosos y sociales contemplados y entendidos desde la moral y la ética cristiana que fueron definidos en su origen como altruismo[5]. Estas son, en primera instancia, las notas distintivas del método de educación física conocido como deporte.

El nacimiento del deporte como un medio de educación, asentado en los valores y tradiciones religiosas de la iglesia protestante británica, marcará decisivamente la naturaleza de esta actividad, tanto en lo que se refiere a su propia esencia como en la forma de entender su dinámica. La competencia entre equipos, la presencia de un juez o árbitro, la existencia del reglamento, la presencia de las sanciones, la valoración de los triunfos y el pretendido efecto educativo y aleccionador de las derrotas, determinarán, de forma decisiva, la rápida extensión de estas actividades, como medio de educación social, por todo el mundo.

Este hecho, relacionado de forma directa con la auto identificación de los colectivos sociales y con la propia dinámica de la actividad deportiva, generará, a lo largo del siglo XX, el nacimiento y el desarrollo de una cultura deportiva que crece formando parte de la identidad y del patrimonio de las propias sociedades. Esta acción se llevará a cabo de forma natural y pacífica, en algunos momentos, pero en la mayor parte de las ocasiones lo será de forma intencionada y formando parte de acciones políticas concretas.

 

El contexto histórico, cultural y político del nacimiento de las teorías y escuelas de Educación Física

El nacimiento de la educación física, como medio de educación integral, con idea de trascendencia política y con voluntad de cambio social, se debe a Juan Jacobo Rousseau. Considera Rousseau, la educación física integrada en la educación general, que prepara y completa la formación intelectual, y que es indispensable en la educación moral, facilitando además el retorno a la naturaleza. Los campos de la educación física serían: la educación de los sentidos, la higiene, los juegos, y los deportes al aire libre, y el ejercicio o práctica de estas actividades, según su idea de la educación, lo que desarrollaría valores como la resistencia y la supervivencia, o el desarrollo de   trabajos manuales y artesanos

En cuanto al papel que la comunidad nacional debe representar en la educación física, Rousseau, tras defender la necesidad e importancia de las escuelas públicas que dan a las almas la forma nacional, sostiene la necesidad de la instalación de un gimnasio escolar donde los niños puedan realizar ejercicios  que define en su método como:

la parte más importante de la educación, no solo para formar temperamentos robustos y sanos, sino también con un objetivo moral que se suele desatender o suplir con un montón de preceptos pedantescos y vanos que no son más que palabras vacías.[6]

Contra lo que pudiera esperarse de la teoría roussoniana, y así se ha venido entendiendo y dando por sentado, desde ópticas contrarias a la competición deportiva como medio educativo, Rousseau propone la celebración de actividades físicas y de competiciones en el seno de los festejos populares y de “reuniones idóneas” para exaltar la comunión entre las clases sociales, igualmente, la fundación de premios de: gimnasia, lucha, carrera, disco y diversos ejercicios físicos.[7]

Pourquoi, sur le modèle des prix militaires, ne fonderions-nous pas d´autres prix de gymnastique pour la lutte, pour la course, pour le disque, pour divers exercises du corps?  Porquoi n`animerions-nous pas nos baleliers par des joutes sur le lac?

Desde la crítica social de las obras roussonianas, se establece la solución de la educación integral del ciudadano. Rousseau no plantea ningún método de educación física. Su propuesta educativa simplemente establece la formación sensorial precediendo a los ejercicios físicos que deberán acompañar, más tarde, a la formación moral. La educación intelectual, junto a la continua cita y ejemplos de higiene, juegos, deportes y ejercicios al aire libre, los trabajos manuales y el aprendizaje de un oficio de artesanía, demostrarían, en qué grado la educación física, al facilitar el contacto permanente con las cosas y con la naturaleza, es el punto de partida de su propuesta. Así lo expresa Louis Bourgener, estudioso de esta parcela de la teoría de Rousseau, en su obra.[8]

Los teóricos de la educación física generalmente admiten la influencia de Rousseau en el origen. Se suele considerar como punto de partida de la teoría educativa de la educación física lo contenido en el libro segundo del Emilio: [9]

  Si queréis cultivar la inteligencia de vuestro alumno cuidad bien de las fuerzas que debe gobernar. Debéis procurar de forma continua que ejercite su cuerpo; hacerle robusto y sano, con el fin de hacerle racional y un hombre cuerdo; que trabaje, corra, grite, que esté en movimiento siempre, que sea hombre por el vigor, y de este modo pronto lo será por la razón.

   Con este método es cierto que se embrutecería si siempre estuvieseis  dirigiéndole y siempre diciéndole: Vete, quédate, haz esto, no hagas lo otro, puesto que si sus brazos son siempre conducidos por vuestra cabeza, la suya le resulta inútil. Debéis tener siempre presente nuestras conclusiones; si sois un pedante, es inútil que me leáis.

   Creer que el ejercicio corporal es algo que perjudica es uno de los mayores errores en que podemos caer, tanto si se refieren a las operaciones del espíritu como si no hubiera necesidad de que marcharan acordes estas dos operaciones, y no debiera dirigir siempre la una a la otra.

Como ya hemos dicho, las ideas de Rousseau sobre los ejercicios físicos, su valor y finalidad no configuraron un sistema de educación física, sino el deseo de retorno a condiciones de vida más naturales. Sin embargo, sus ideas se extienden con gran rapidez por toda Europa, especialmente en aquellos países donde las circunstancias políticas y la tolerancia religiosa permitieron su desarrollo. Siendo, por el contrario, prácticamente desconocidas en aquellos otros donde la permanencia en las estructuras del poder de las instituciones del Antiguo Régimen, o la competencia plena de la Iglesia sobre lo educativo, consiguieron que estas obras fueran expresamente prohibidas y condenadas.

En Alemania es donde primero se intentaron llevar a la práctica estas ideas; J.B. Basedow (1723-1790) fundó en Dessau en 1771 su Filantropinum en el que los ejercicios físicos se constituyen en la parte esencial de un plan educativo armónico e integral. Su idea pedagógica se basaba en el deísmo de Rousseau en cuanto a lo religioso; en la filantropía en cuanto a lo moral ; y en el cosmopolitismo de las naciones civilizadas, en cuanto a lo político.

Igualmente, e inspirado en los trabajos de Basedow, Christian G. Salzmann (1744-1811) abre en 1784 otro Filantropinum en Schnepfental, en el que da comienzo la obra de Johann Christoph Friedrich Guts Muths, considerado como el padre de la gimnasia pedagógica. Su planteamiento se extendería, rápidamente, por todo el continente europeo.

El avance de estas teorías pedagógicas de corte democrático y progresistas fueron, muy pronto, ahogadas o soterradas en Alemania por las circunstancias políticas y sociales. Y, muy especialmente, por la obra de Ludwig Jahn (1.778-1.852). El Turnkunst, como se denomina a su método, destaca por su alto contenido patriótico y social, incluyendo la sustitución del, hasta entonces, término habitual Gymnastik. Con él pretende acentuar el carácter nacional y nacionalista de su sistema. Este método, es fervientemente aceptado y extendido en los países de la órbita alemana en donde se establece, casi sin discusión, hasta la Primera Guerra Mundial.[10]

En el norte de Europa se desarrolla la llamada escuela sueca. Tiene su origen en el danés Franz Nachtegall (1.777-1.847), que tras ser profesor en el Filantropinum de Copenhague, fundó en 1.799 el primer instituto privado de gimnasia de Europa a partir de las ideas democráticas de Guts Muths. En este centro, y desde estas ideas, es en donde se forma Pedro Enrique Ling, padre de la gimnástica sueca, que de regreso a su país y tras su actividad docente en la Universidad de Lund, crea el Instituto Central de Gimnasia de Estocolmo. Instituto que colocado bajo su dirección, aseguraría la extensión de su escuela y de su doctrina en todo el mundo.

..Visto que el maestro de armas P.H. Ling acredita tener conocimientos de Mecánica y de Biología y además capacidad y habilidad para enseñar los ejercicios de gimnasia y de esgrima de florete, sable y bayoneta y los ejercicios de equitación y de natación, Decreto 1- Nómbrese al maestro de armas Per Henrik Ling, director del Real Instituto Central de Gimnasia de Estocolmo[11]

En Francia, las ideas de Guts Muths fueron desarrolladas por el exilado español Francisco de Paula Amorós y Ondeano, Marqués de Sotelo (1770-1848). Amorós, que había dirigido el Instituto Pestalozziano de Madrid, era un personaje popular en España, muy conocido por sus ideas progresistas en el campo de la educación con anterioridad a la Guerra de la Independencia. En la represión posterior a la guerra es acusado de afrancesado y perseguido, viéndose obligado a exilarse en Francia.

Posteriormente, su labor pedagógica fue reconocida y, también se le restituyeron sus bienes, títulos y propiedades de las que el Estado se había incautado. La acogida, el tratamiento y las facilidades recibidas del estado francés, que no sólo reconoció su método, sino que lo adoptó como oficial de la República, hicieron que Amorós permaneciera en Francia hasta su muerte. Nombrado en 1818 director del Gimnasio Normal Militar y, posteriormente, de la Escuela de Joinville, de la que sería su fundador, la difusión de su teoría abarcaría el panorama civil y militar de la gimnasia en Francia y en los países de su órbita, prácticamente hasta nuestros días. Amorós continúa siendo considerado una gloria nacional francesa, y su método es constantemente reivindicado como la aportación francesa a la pedagogía de la educación física, y defendido como algo genuinamente francés.

Durante el siglo XX, la educación física se desarrolla en una relación mucho más estrecha con las ciencias de la educación, mucho más de acuerdo con la evolución pedagógica y didáctica general, incorporando, esencialmente, avances técnicos: en ritmo, en pedagogía, etc. que definen distintos planteamientos o formas de entender la educación física, esto es lo que se conoce como Grandes Movimientos. El Movimiento del Centro introduce la teoría rítmica de Dalcroze, la Gimnasia Rítmica Femenina o Gimnasia Moderna, la Gimnasia Escolar Austriaca, etc… Por su parte, el Movimiento del Norte,  incorpora los métodos neosuecos e igualmente, el llamado Movimiento del Oeste, agrupa las aportaciones técnicas surgidas en esta área geográfica.

Estas apreciaciones sobre el fondo pedagógico e ideológico de los métodos, nos llevan a la verificación de los planteamientos políticos de las actividades físicas al servicio de una idea desde los planteamientos pedagógicos teóricos iniciales. Es el caso, por ejemplo, del nacionalismo alemán, que encontraba en los planteamientos y en las fórmulas externas del Turnkunst la expresión de su propia esencia al representar, mediante comportamientos y actitudes corporales, los valores que se sustentaban y defendían en cuanto a los modelos de comportamiento ciudadano y de organización de la vida pública.

La transcendencia educativa de los métodos en educación física, tendría su reflejo más representativo en este enfrentamiento que se mantiene aún, en los planteamientos educativos actuales de la educación física en Alemania donde, a diferencia del resto del mundo, no existe, ni siquiera a nivel del lenguaje técnico, la expresión educación física.. Tras estos conflictos doctrinales del inicio y la posterior presión del deporte más cercano a las ideas del Turnkunst, y muy en la línea de los intereses políticos alemanes entre la primera y la segunda guerra mundial, la comúnmente aceptada denominación de educación física, fue definitivamente sustituida por la de sportschule que da prioridad al aprendizaje de las habilidades deportivas.[12]

En este sentido, podemos verificar como la presión del nacionalismo alemán y del imperialismo prusiano serán determinantes en que, a pesar de la presencia en Alemania de A. Spiess (1810-1858), padre de la gimnasia escolar alemana y continuador de Guts Muths, el concepto pedagógico  y democrático roussoniano no se desarrolla en este país y encuentra una mejor acogida en los países nórdicos.

En definitiva, y haciendo una síntesis de la esencia histórica de la educación física, como hilo conductor de las actividades físicas y de la salud en el mundo contemporáneo, podemos establecer que, a partir de un nuevo planteamiento educativo que implica al cuerpo aparecido en la Europa del siglo XVIII, esta idea se desarrolla durante todo el XIX en toda la Europa Central y Nórdica en función de tres circunstancias o parámetros:

  1. La democratización de la enseñanza, relacionado con la desaparición del Antiguo Régimen y a la pérdida de la influencia de la Iglesia en el campo educativo.
  2. El avance de las ciencias médicas, especialmente la fisiología y la anatomía, consecuente con la desaparición de los obscurantismos y la posibilidad de diseccionar y estudiar el cuerpo humano, sin temor a penas eclesiásticas.
  3. El progreso en la formación de los ejércitos y la evolución de la ciencia militar, tanto en lo que se refiere a las técnicas de instrucción en orden cerrado, como a la aparición del orden abierto o de combate, fundamentalmente basado en la preparación técnica y en el desarrollo de las capacidades físicas del combatiente.

De hecho, los avances en educación física durante todo el XIX y gran parte del XX, en países como España, Portugal e Italia, en los que se mantuvieron las estructuras del Antiguo Régimen, se encuentran únicamente relacionados con la evolución y el desarrollo del ejército y con la mejora en la instrucción del combatiente.

No hay incidencia ni avances de la educación física durante este tiempo, en aquellos países en los que la enseñanza permanece siendo monopolio de la Iglesia y la organización de la vida ciudadana se encuentra en manos del poder absoluto. Países en los cuales existe, por lo general, un férreo control sobre el avance de las ideas ilustradas, prohibiéndolas, persiguiéndolas y condenándolas,  donde los conocimientos científicos y médicos, se encuentran estancados y sujetos a la disputa ciencia-fe. También en aquellos, en los que la propia debilidad del Estado y las penurias económicas impiden el desarrollo de la ciencia militar.

Este es, en realidad, un fiel retrato del caso particular de los países dela Europa meridional, donde el obscurantismo religioso prohíbe el estudio y la investigación sobre el cuerpo humano mediante la disección de cadáveres, retrasando los avances de la medicina y de la fisiología, y donde el poder de la Iglesia y los intereses de clase fomentan el miedo social a las teorías liberales y a la educación laica, manteniendo su monopolio e impidiendo el acceso generalizado a la educación y a la cultura.

El mantenimiento de un ejército de levas y clases, anquilosado, con escaso dominio de la ciencia militar moderna, e ignorante de la importancia del ejercicio y de la mejora de la condición física en el entrenamiento del combatiente supuso, probablemente, el principal obstáculo para el desarrollo de la educación física como materia educativa.

Tengamos en cuenta, que mientras que el estado francés encarga a Amorós la organización del Gimnasio Normal Militar, en la segunda década del XIX, en España no aparece una institución militar similar hasta un siglo después con la creación de la Escuela Central de Gimnasia Militar en 1919[13]. Estas son, esencialmente y a nivel específico, las causas que retrasan en el sur de Europa, en más de un siglo respecto al resto, el acceso a las actividades físicas y al deporte y a la idea de su empleo como medio de educación y de salud.

REFERENCIAS:

[1] TOLEDO, J.A.: Apuntes de Gimnasia Educativa, Ciclostil, Madrid, 1967. Juan Andrés Toledo atribuye esta definición al profesor Trapiella, siendo conocida comúnmente como La Definición de Trapiella.

[2] F.I.E.P.: Manifiestos sobre Educación Física y Deportes por Organismos Internacionales, Madrid, Ediciones del C.O.P.L.E.F., 1979.pp. 15

[3] U.N.E.S.C.O.: Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte, Madrid, Ediciones del C.O.P.L.E.F. (separata), Madrid, 1979.

[4] THOMAS ARNOLD, (1795-1842), es conocido como el Padre del Deporte, clérigo protestante, introductor de grandes reformas en la enseñanza en Gran Bretaña, especialmente entre 1827 a 1842 en que ocupó el cargo de Headmaster del Rugby College. Se propuso reformar las costumbres de los estudiantes mediante el fomento en sus alumnos de la afición por los juegos reglamentados para desarrollar la iniciativa y la responsabilidad, recomendando además, la máxima lealtad en sus acciones definiéndolo como fair play. El método de Arnold, se extendió rápidamente por los Colegios y Universidades Inglesas como uno de los elementos decisivos de la educación integral, y posteriormente a través de la expansión comercial y política británica al resto de Europa y a los Estados Unidos de América.

[5] “La palabra inglesa sport procede de la francesa antigua desport que en Francia en el siglo XIII significaba “diversión popular”, correspondiente al disporto italiano “diversión alegría, esparcimiento” a partir de 1.440 se usa en Inglaterra la forma abreviada sport con el significado de pleasant pastime, entertaintment or amusement, recreation, diversion (pasatiempo agradable, entretenimiento, distracción recreo, diversión); Durante el siglo XIX resucita en Inglatera el antiguo sentido deportivo en gran parte por los alumnos de las Public Schools organizando ejercicios deportivos, juegos y competiciones por iniciativa propia y creando reglas de competición y leyes tácitas de comportamiento caballeresco” WAGNER HUGO Etimología y concepto de Sport en Citivs – Altivs – Fortivs – Tomo XI-XII- Instituto Nacional de Educación Física -I.N.E.F.- Madrid 1969-1970.pp. 385 a 391

[6]  ROUSSEAU, J.J.: Gouvernement de Pologne Oeuvres complètes, París, Pléiade, 1969.pp. 353 y 354.

[7]  ROUSSEAU, J.J.:  Lettre à d´Alembert, París, Garnier, 1967. pp. 235. También en: FLANDRIN, L.: J.J. Rousseau. Oeuvres choisies, París, Librairie A. Hatier, 1946. pp. 258 -259

[8] Los seguidores de Rousseau entendieron que los ejercicios físicos representaban el medio mas directo y eficaz de alcanzar el estado natural y asegurar una base eficaz para el espíritu y el alma.

 La educación física otorga espíritu a las cosas, impide los errores; crea una especie de inteligencia del cuerpo. La educación general comienza en el cuerpo y se continúa a través del cuerpo, lo que se designa en alemán por: “die ganzheitliche Erziehung über dem Leib. Todo ejercicio que no cumple con esta exigencia se excluye de la educación física”.BURGENER, L.- Rousseau y la Educación Física, Citivs – Altivs – Fortivs  Tomo IX, I.N.E.F., Madrid, 1967. pp. 321 a 334.

[9]  ROUSSEAU J.J.: Emilio o la educación, Barcelona, Bruguera, 1976. Pags. 177-178.

[10] LANGLADE, A. y REY DE LANGLADE, N.:Teoría General de la Gimnasia, Buenos Aires, Stadium, 1970. pp. 24 – 25.

N.A.Este método fue prohibido en Prusia de 1820 a 1842 por el llamado Bloqueo Gimnástico  y de 1810 a 1865 en la conocida Lucha de las Barras desatada por Hugo de Rothstein al comparar las ventajas del método sueco con el Turnkunst .

[11] CABEZAS, J.: Ling y su obra, Boletín de E. Física, del Instituto de E. Física y Técnica, nº 13/937, Santiago de Chile. pp. 571.

[12] VIZUETE, M: La Educación Física y el deporte escolar durante el franquismo.Madrid. UNED. 1996. … Hemos de recordar que tras la desmilitarización impuesta a Alemania después de la Primera Guerra Mundial, el deporte, fundamentalmente la vela, el senderismo, el montañismo, el vuelo sin motor y el paracaidismo, permitieron la formación en técnicas de utilidad militar a los que luego formarían las élites del ejército alemán,  justificándose de este modo, su rápida organización y alta operatividad en un espacio mínimo de tiempo.

[13] PAYNE, S.G.: Los militares y la política en la España contemporánea, Madrid, Sarpe, 1986. pp. 103 y 115.

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