
Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materiales Didácticos. Historia, Política y Filosofía del Deporte. Formación del Profesorado. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa. Coordinador del Foro Hispanomexicano de la Educación Física y el Deporte
LA SALUD DE LOS NIÑOS Y JÓVENES. PANDEMIA Y ALARMA SOCIAL.
- El sedentarismo daña la salud actual y futura. Existe una fuerte evidencia que apoya la estrecha relación entre la actividad física y muchos de los aspectos de la salud del adulto. La actividad física reduce la morbilidad y la mortalidad, reduciendo muchas de las causas que perjudican la salud; especialmente las enfermedades coronarias, algunos tipos de cáncer, así como el desarrollo de aspectos positivos relacionados con la salud como el control del peso y del pliegue adiposo, el control de la diabetes no insulino dependiente, la depresión y la ansiedad.[1]
El cuadro es menos claro en lo que respecta a los jóvenes, por una parte debido a problemas metodológicos para estudiarlo, pero, sobre todo, porque la obesidad mórbida que afecta a los adultos, causada en parte por la vida sedentaria, no ha tenido tiempo de desarrollarse aún en los jóvenes[2]
La gran excepción es la obesidad mórbida infantil que ha sido definida como una epidemia global[3] y que puede ser considerada, por derecho propio, como un grave problema de salud, al haber aumentado los niveles de obesidad, de forma dramática en Europa estos últimos años.[4]
Existe relación entre el sedentarismo y los hábitos de vida activa en relación con el sobrepeso y la obesidad; de tal manera que es posible asociar a los hábitos de vida activa de la niñez, enfermedades persistentes o de aparición en la edad adulta como: enfermedades cardiovasculares, diabetes de ambos tipos, osteoartritis y cáncer de colon. Al mismo tiempo, es posible asociar la obesidad a problemas psicosociales y psicológicos persistentes en la edad adulta.[5]
Hay una correlación significativa, a tener en cuenta, entre el estado del acondicionamiento físico y la obesidad desde la niñez y la juventud a la edad adulta, de tal manera que, está demostrado, que si se introducen actitudes y hábitos de vida activa y dieta equilibrada, el resultado es un tratamiento eficaz contra la obesidad.[6] Se entiende que estas razones por si solas, asociadas a las posibles mejoras de tipo psicológico en la salud de los jóvenes, son suficientes razones para justificar los esfuerzos de desarrollar hábitos estables de práctica de actividades físicas.[7]
De hecho, la importancia de la relación entre la actividad física y la salud mental, no debe ser subestimada. La actividad física puede reducir los síntomas de depresión y de ansiedad, mejorando la sensación de bienestar y de autoestima psicológica. Esta situación es especialmente significativa en grupos con dificultades de aprendizaje y con autoestima inicialmente baja.
La participación en actividades de fuerza y equilibrio son especialmente importantes al asociarse de forma positiva con la densidad mineral del hueso y la prevención, a largo plazo de la osteoporosis.[8] Es importante igualmente el desarrollo de la fuerza muscular por su relación con actividades de la vida diaria como levantar y acarrear pesos, flexionarse o girar.[9]
- Las formas de vida activa en la juventud influencian la los hábitos y formas de vida del adulto. Aún cuando, desde una lógica razonable, se ha mantenido de forma tradicional esta premisa, la evidencia demuestra que la permanencia de hábitos estables de actividad física adquiridos en la juventud que se mantienen a la edad adulta es escasa.
Los estudios realizados, demuestran que la relación estadística entre la actividad física en la edad adulta y la actividad en la infancia, adolescencia o la niñez, mantienen un nivel de relación de bajo a moderado, lo que demuestra que una infancia ó adolescencia activa, no desemboca, necesariamente, en adultos físicamente activos.[10] No obstante y aun cuando aún los indicios no son realmente significativos, todo parece indicar que las experiencias tempranas de actividad física en la niñez y en la adolescencia son precursoras de estilos de vida activos entre los adultos, si bien como hemos manifestado los indicios son poco significativos.[11] Otros estudios, han demostrado que una vida físicamente activa durante la infancia y adolescencia, está asociada a bajos niveles de grasa corporal y a una mayor actividad física de los adultos.[12] Igualmente existen pruebas de que entre los chicos y chicas de vida activa hay menos fumadores habituales.
En cualquier caso la ausencia de evidencias directas de estas hipótesis en cuanto a la correspondencia entre la actividad física de la adolescencia y juventud, relacionada con la edad adulta, no justificaría en modo alguno la pasividad. La importancia de la actividad física y su influencia en otros aspectos relacionados con la salud presente y futura de las personas, justifican los esfuerzos de diseño de programas que proporcionen a los jóvenes experiencias positivas de actividad física y tratar de mantener estos hábitos, aunque sea en menor medida, en la edad adulta.
- La actividad física ayuda al desarrollo. Es preciso recordar además, que la actividad física, junto a los juegos organizados y al deporte, aportan a los jóvenes experiencias valiosas que ayudan a la adquisición de habilidades motrices básicas, así como a la integración social y a la adquisición de valores morales y sociales.[13]
Los niños precisan adquirir estas habilidades motrices, porque van mucho más allá que el propio dominio de las destrezas necesarias en los juegos y deporte, alcanzando las propias necesidades de la vida cotidiana; muchas de estas habilidades vitales, requieren de un largo aprendizaje con variedad de prácticas y experiencias; de tal manera que parece estar claro que muchos de estos niños y niñas, con un bajo nivel de control motriz y de habilidades físicas, plantean mayor grado de dificultas en el acceso al conocimiento y a las prácticas escolares de materias instrumentales ordinarias. Un bajo nivel de autoestima generado por estas causas, determina la existencia de tensiones en la vida de los niños y jóvenes. Así pues, actividad motriz y un buen nivel de destrezas y habilidades físicas en niños y jóvenes, está relacionado en forma positiva con:
- Buen rendimiento académico.
- Incremento de la autoestima y el auto concepto.
- Reducción de la ansiedad, el stress y la depresión.
Deporte de élite. Las investigaciones desarrolladas (Bente Jensen) han demostrado que los niños y niñas involucrados en deportes de élite, no solo se divierten, sino que dieron los niveles más altos de conocimiento corporal y, además, tuvieron las mejores puntuaciones en capacidades sociales y en rendimiento académico. La autoconfianza, les facilitó el abordaje de situaciones en las cuales el cuerpo puede trasmitir sus experiencias a otras competencias y situaciones de aprendizaje. Otras investigaciones desarrolladas fuera del ámbito europeo, como Canadá, ponen igualmente de manifiesto que esta circunstancia no es exclusiva de los deportistas de élite.
Una tercera aportación de la investigación es que los niños y jóvenes con un alto grado de de competencia motriz, desean desarrollar otras competencias básicas de mayor complejidad técnica; son más creativos y están más dispuestos a desarrollar amistades y aprender cosas nuevas.
En definitiva, los niños y los jóvenes, son felices cuando las actividades físico deportivas, les aportan la posibilidad de desarrollar competencias personales en el sentido más amplio de la palabra, a diferencia de los que no están implicados en deportes o actividades físicas
Desarrollo social. La investigación (Brettschneider y otros) ha demostrado que la participación en actividades promovidas por clubes deportivos favorece la integración social. Esto incluye habilidades especiales para el progreso social tanto para los niños y niñas especialmente dotados, como para los niños y jóvenes normales, que a través de las actividades del club, tienen las posibilidades de recibir un entrenamiento social en democracia, responsabilidad, recursos personales, sentimientos de pertenencia al grupo, respeto a las diferencias y a las minorías e integración social a través del deporte. No es menos importante, la oportunidad que ofrecen estas instituciones para ser objeto de atención educativa por parte de entrenadores experimentados. La investigación ha demostrado que no existen otras instituciones con mayor éxito que los clubes deportivos en este tipo de formación, y en el establecimiento de redes de amistad y compañerismo, contribuyendo, de esta forma, al enriquecimiento individual.
Desarrollo psicológico. No hemos de subestimar tampoco la contribución de la educación física y del deporte en la edad escolar a la salud psíquica; diferentes estudios han demostrado que la actividad físico recreativa, desarrollada de forma regular produce efectos positivos moderados en la salud psíquica de la gente normal y mucho mayores en aquellas personas que poseen un alto índice de riesgo, especialmente entre aquellos niños y jóvenes diagnosticados por los pediatras, de poseer desordenes de conducta.
Aspectos económicos. Desde un punto de vista económico, se han planteado al menos tres argumentos esenciales para valorar la educación física y el deporte en la edad escolar de los niños y niñas:
- La relación coste beneficio en salud.
- El papel de la educación física y del deporte en la edad escolar como componentes esenciales del desarrollo y de la calidad de vida de los niños y jóvenes.
- El papel del deporte en la edad escolar y de la recreación deportiva en la creación de comunidades seguras y saludables y de ciudades más sanas y seguras; aspectos que deberían ser valorados por los gobernantes.
Existe una enormidad de datos científicos relacionados con estos tres aspectos, que avalan la reducción de costes sociales, por la promoción de la educación física y el deporte en la edad escolar. Al propio tiempo, no hemos de olvidar, la creación de muchos puestos de trabajo, relacionados con el mundo del deporte. Programas especiales para jóvenes desempleados, se han desarrollado con gran éxito en numerosos países, generando puestos de trabajo permanentes en el sector, lo que, por supuesto, es de gran valor humano y económico en las sociedades contemporáneas. Está demostrado que el empleo de un euro invertido en educación física y en actividades físicas, supone más de tres euros de ahorro en gastos sociales y de salud.
- Niveles de la problemática relacionada con el deporte en la edad escolar.
Patrones de actividad. Las últimas investigaciones desarrolladas en la unión europea, ponen de manifiesto que los chicos son más activos que las chicas y que el nivel de actividad física decae con la edad en la mayoría de los países. A los 15 años, en los países de mayor nivel e actividad, el 90% de los chicos hace ejercicios, al menos dos días a la semana (Irlanda del Norte y Austria) y lo mismo ocurre con 2/3 de las chicas (Alemania y Austria)mientras que en los menos activos el nivel de actividad de dos días a la semana solo alcanza al 70% de los chicos (Dinamarca, Noruega y Suecia) y al 45% de las chicas (Grecia y Francia).
También se ha verificado el tiempo pasado ante el televisor y se obtuvo el resultado que más de la mitad de los niños y niñas de entre 11 y 15 años, pasan cuatro horas, o más, al día frente al televisor. Sin embargo, en algunos países, uno de cada cuatro niños y niñas de 11 años, resultó estar ante el televisor durante más de 4 horas al día. Por otra parte, una investigación realizada en Dinamarca, demostró que es tres veces mayor el riesgo de ser gordo en los niños y niñas que usan su ordenador personal más de una hora al día.
Está claro que muchos jóvenes son muy activos y que disfrutan con la práctica del deporte y de las actividades recreativas. Se observa, no obstante, una polarización de los niveles de actividad física, ya que en tanto que crece el número de los inactivos, también aumenta el de los que realizan actividades físicas de forma regular, lo que nos llevaría a la existencia de dos grandes grupos polarizados; el de los muy activos y el de los muy inactivos tanto en la infancia como en la adolescencia.[14] Esta circunstancia, en algunos casos, podría deberse a la promoción del incremento de las actividades físicas organizadas, en detrimento de las actividades informales, de juego o de recreación.
La educación física en los estados miembros del Consejo de Europa. Una encuesta de la UNESCO, pone de manifiesto[15] que la educación física escolar ha de hacer frente a muchos problemas y desafíos en todo el mundo. Algunos colegios tratan de reducir el número de horas de educación física, casi siempre por las presiones de otras materias que reclaman un espacio en el plan de estudios. La calidad de la formación del profesorado es muy diversa, de la misma forma que la consideración de la educación física como materia troncal y obligatoria; todo esto, a pesar de la evidencia de que un buen plan de estudios, adecuadamente diseñado y apoyado en la educación física, puede elevar los niveles actuales de actividad física, mejorando la capacidad y la habilidad motriz.[16] Una clase adicional de educación física a la semana multiplicaría por 3, la cantidad de actividad física, en el caso de los más activos y un 30% en el caso de los menos activos. (Kemper H. PWP – simposio. Roma 1999) La educación física 5 horas a la semana, en una experiencia controlada, resultó que tanto los chicos como las chicas elevaron su nivel de condición física y disminuyó su nivel de presión sanguínea.[17]
Predominio de la obesidad entre los jóvenes. En los últimos años se ha centrado la atención en el evidente exceso de peso y de la obesidad entre los jóvenes, en lo que la Organización Mundial de la salud ha denominado la epidemia global de la obesidad entre adultos y niños.
Es difícil definir el concepto de obesidad juvenil; sin embargo y debido a las variaciones en las edades de maduración, podemos asegurar que si el joven madura precozmente puede aparecer con sobrepeso; sin embargo, es cierto que no existe consenso o definición estándar que defina el concepto de joven obeso, a pesar de que muchos estudios continúen aplicándoles los mismos parámetros que para los adultos (índice de masa corporal >25 u obeso a partir de >30) Por otra parte, los datos de muchos países, han demostrado que los niveles de exceso de peso preocupantes, en el caso de los jóvenes, están por encima de estos parámetros. En cualquier caso, es posible apreciar un aumento total de entre el 10 al 15 % en los países de la Unión Europea en los últimos 15 años.
Propuestas de consenso. Una serie de declaraciones de consenso, ha tratado de definir cuanta y que calidad debe reunir la actividad física aconsejada a los jóvenes. De estas declaraciones podemos establecer las conclusiones siguientes:
- Todos los jóvenes deberían realizar una práctica diaria de actividad física de intensidad moderada de, al menos, una hora diaria.[18]
- Aunque es preciso destacar que estas declaraciones se basan más en las experiencias y opiniones de expertos que en datos objetivos sobre la consecuencia de la actividad física,[19] nos aportan un buen nivel de referencia para la promoción de la actividad física, de tal manera que para la mayoría de los jóvenes europeos, este nivel significaría un aumento considerable.
- La idea de incrementar la actividad física diaria mediante la práctica de diferentes tipos de actividades, es especialmente importante para los jóvenes que no estén muy interesados en participar en actividades físicas activas. También significa que todos los agentes sociales están llamados a participar de alguna manera de tal forma que los jóvenes participen y acumulen horas de ejercicio, mediante la educación física, los juegos, caminando, montando en bicicleta… ya sea en actividades planificadas ó familiares.
- La investigación sobre la actividad física de los jóvenes ha demostrado que existe una gran variedad de factores que influencian o determinan los niveles de actividad física.[20] De acuerdo con esto, para una intervención efectiva, será precisa la colaboración y el trabajo en equipo de diferentes campos de la iniciativa política.
- Hay que considerar el hecho de que las chicas son menos activas que los chicos y que, en todos los casos, los niveles de actividad física decaen en la adolescencia. Es por tanto preciso, que las actividades que se promuevan para las chicas lo sean también para mujeres jóvenes, sin que tengan que ser las que consideramos más populares, pero si aquellas otras con las que los jóvenes se identifican. Esto nos lleva a la necesidad de afrontar la organización de actividades físicas que respondan a las modas y aquellas que forman parte del estilo de vida de niños y jóvenes. Algunos fallos importantes, en esta línea pueden ser las pistas de patinaje sobre ruedas construidas en muchos lugares de Europa en forma de U, que fueron recibidas con entusiasmo en los setenta y quedaron en desuso en los ochenta.
- Está claro que debe haber actividades específicas para cada edad y sintonizadas con los intereses de la misma; de hecho, los juegos de los niños de primaria, no tienen nada en común con los de los adolescentes o las actividades que desearían practicar los jóvenes; por lo tanto, es crucial consultarlos permanentemente y asegurarse que programamos las actividades más adecuada para cada grupo.
- Los jóvenes son más activos si están más tiempo en contacto con la naturaleza; por ello, las posibilidades de acceso a las actividades en la naturaleza son una llave determinante de los niveles de actividad física, al tiempo que justifica las grandes inversiones realizadas en todos los países europeos, para dotar a las ciudades de espacios accesibles en la naturaleza y de instalaciones deportivas accesibles a todos los ciudadanos.
- El deporte extraescolar y las actividades de fin de semana son altamente recomendables para todos los jóvenes, ya que si no las practican, difícilmente conseguirán los mínimos exigibles de actividad física; no obstante, la provisión de instalaciones y servicios para promover actividades es crucial. El deporte en la edad escolar, desarrollado después de la escuela, enfatizando en actividad física y deportes, especialmente en las edades de la enseñanza primaria, debe se especialmente cuidado y diseñado teniendo en cuenta las necesidades reales de los niños y niñas. Es importante que exista una oferta de posibilidades y clubes suficientemente amplia en la que los propios padres puedan participar y hacer participar a sus hijos.
- La participación familiar activa en las actividades físicas en la edad escolar son igualmente determinantes como referencia de los propios niños y jóvenes para promover la participación. La investigación en este campo está mezclada, pero uno de los hallazgos más importantes, es que los jóvenes necesitan también este tipo de soporte para participar en actividades; a veces cosas tan simples como participar en alguna actividad deportiva, enseñar a sus hijos el camino más seguro para ir caminando al colegio o como ir en bicicleta a la escuela de forma segura son una ayuda considerable.
- Finalmente, la educación física es un área absolutamente esencial; legalmente posee el mismo status que las demás materias pero, en la práctica, la EF no es igual que las demás materias. Esto ha sido subrayado, a menudo, por la investigación cualitativa que, en muchos casos, ha puesto sobre la mesa las visiones negativas existentes sobre la educación física, demostrando que una mala orientación por parte de la institución escolar y el profesorado generalista sobre la educación física, puede apartar para siempre a las personas de una actividad física saludable.
- La educación física necesita ser apoyada con más tiempo a lo largo de la jornada escolar y con más calidad. La evidencia demuestra como buenos programas escolares que cuentan con una educación física equilibrada, promueven hábitos de vida activa y saludable. Una especial atención sobre los discapacitados, debe asegurar que pueden obtener los mismos beneficios de actividad física que los demás.
- Otro aspecto importante en la promoción de la educación física es la calidad del profesorado y su formación permanente a través de programas de formación activa en servicio. Desafortunadamente, la tendencia en muchos países de Europa es encargar de la educación física de primaria[21] a los profesores peor formados, que rara vez, se sienten motivados por la calidad de la educación física; por esta razón es muy importante la formación permanente y la motivación a este profesorado.
- La promoción de la actividad física debe desbordar el límite de la escuela. Existen estudios que demuestran como el acercamiento de la escuela a la sociedad para promover la salud desde la actividad física, tal como lo plantea el grupo de trabajo europeo para la promoción de la salud desde la escuela, requiere que las actividades físicas saludables que se promueven se conecten a otras áreas de promoción de la salud.
- En resumen, es esencial que la asignatura de educación física, se entienda, tanto en la enseñanza primaria como en la secundaria, como una materia que no solo proporciona a los niños y jóvenes una buena salud física y mental y experiencias divertidas y excitantes, sino como una materia que imparte conocimientos sobre el cuerpo y su funcionamiento y acercarlo a la colaboración con otras materias curriculares en las que el cuerpo tiene también un lugar de estudio.
- Es preciso añadir a todo esto que es muy importante implicar a todas las instituciones públicas y de voluntariado, especialmente a las organizaciones deportivas encargadas del desarrollo físico y mental de los niños y jóvenes.
REFERENCIAS:
[1] U.S. Department of Health and Human Services. Physical activity and health: A report of the Surgeon General. Atlanta, GA: Centre’s for Disease Control and Prevention, 1996.
[2] RIDDOCH. C. (1998) Relationships between physical activity and physical health in young people. En: Biddle S, Sallis J, Cavill N, editors. Young and active? Young people and health-enhancing physical activity: Evidence and implications. London: Health Education Authority, 1998:17-48.
[3] ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (1998) Obesity: preventing and managing the global epidemic. Geneva: WHO, 1998.
[4] DURNIN, JVGA. (1992) Physical activity levels past and present. En: Morgan N, editor. Physical activity and health. Cambridge: Cambridge University Press, 1992:20-27.
[5] EDMUNDS et al. (2001) Evidence based management of childhood obesity. BMJ 2001;323:916–9
[6] BAR-OR, 0. y I. BARANOWSKI. (1994). Physical activity, adiposity and obesity among adolescents. Ped. Exer. Sci. 6: 348-60, 1994.
[7] RIDDOCH, C. (1998) Relationships between physical activity and physical health in young people. En: Biddle S, Sallis J, Cavill N, editors. Young and active? Young people and health-enhancing physical activity: Evidence and implications. London: Health Education Authority, 1998:17-48.
[8] GRIMSTON, S.K., N.D. WILLOWS, y D.A.HANIEY. (1993) Mechanical loading regime and its relationship to bone mineral density in children. Med. Sci. Sports Exerc. 25 (11): 1203-10, 1993.
[9] CAVILL, N, BIDDLE S.: (2001) What are the determinants of young people’s participation in physical activity? Does activity in childhood continue into adulthood? Paper for NHF Young@Heart conference .National heart Forum, London, 2001.
[10] POWELL, KE, DSYINGER W. (1987) Childhood participation in organized school sports and physical education as precursors of adult physical activity. En American Journal of Preventive Medicine 1987; 3(5):276-281.
[10] MALINA, RM.: (1996) Tracking of physical activity and physical fitness across the lifespan. En Research Quarterly for Exercise and Sport 1996; 67(3, Suppl.):S48-S57.
[11]ENGSTROM, L-M.: (1991) Exercise adherence in sport for all from youth to adulthood. En: Oja P, Telama R, editors. Sport for all. Amsterdam: Elsevier, 1991:473-483.
[12] TELAMA, R., LAAKSO L., YANG X., VJIKARI, J.: (1997) Physical activity in childhood and adolescence as predictors of physical activity in young adulthood. Am J of Prev Med 1997;13(4):317-23
[12] Amsterdam Growth and Health Study REFERENCE
[13] SHIELDS, D.L.L. y BREDEMEIER, B.J.L..: (1994) Bredemeier. Character development and physical activity. Champaign: Human Kinetics. 1994.
[14] RIMPELA. M, TELAMA, R.: (2001) Trends in physical activity – and inactivity – in early adolescence: experiences from Finland. Heart Matters. 1; 2001; 3-6.
[15] HARDMAN, K, MARSHALL, J.: (2000) The state and status of physical education in schools in international context. European Physical Education Review 2000, 6, 3: 203-229.
[16] GORDON-LARSEN, P, McMURRAY, R, y POPKIN, B.: (2000) Determinants of adolescent physical activity and inactivity patterns. Pediatrics, 2000; 105:6.
[17] HANSEN, HS, FROBERG K, HYLDEBRANDT, N, ROKKEDAL, J: British Medical Journal 1991; 303:682-5.
[18] CAVILL, N, BIDDLE, S, SALLIS, JF. : (2001) Health-enhancing physical activity for young people: Statement of the United Kingdom Expert Consensus Conference. Pediatric Exercise Science, 2001, 13, 12-25.
– IRISH HEART FOUNDATION POSITION: Statement 2001.
[19] TWISK, JWR. (2001) Physical activity guidelines for children and adolescents: A critical review. Sports Medicine 2001: 31 (8); 617-627
[20] SALLIS, JF, PROCHASKA, JJ, TAYLOR, WC.: (2000) A review of correlates of physical activity of children and adolescents. Medicine and Science in Sports and Exercise 2000;32:963-975.
[21] NOTA. Solo España posee profesorado de educación física especialista en los niveles de enseñanza primaria.