
Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materiales Didácticos. Historia, Política y Filosofía del Deporte. Formación del Profesorado. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa. Coordinador del Foro Hispanomexicano de la Educación Física y el Deporte
LA ESTRUCTURA INTERNA Y CIENTÍFICA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA. SU EPISTEMOLOGÍA.
Como una ciencia nueva que es, la Educación Física adolece de una falta de identidad científica que le lleva, en ocasiones, a apartarse de sus propias señas de identidad y a confundirse, bajo una pretendida cientificidad, con aquellas otras ciencias de las que ha tomado préstamos científicos o metodológicos no siempre justificado.
De otro lado, su origen popular y su vinculación, incluso semántica en ocasiones, al fenómeno deportivo, ha contribuido a esa indefinición actual y a la crisis de identidad de la Educación Física que puede apreciarse en toda Europa y de la que es preciso salir cuanto antes.
Desde que F. Ferrier (1808-1864), a quien se atribuye la invención del término epistemología para designar la doctrina sobre la validez del conocimiento, y que no era sino el rebautizamiento de la Erkenntnistheorie, nombre con el que los filósofos alemanes habían venido llamando a la ciencia del conocimiento, el termino, que fue acuñado con fortuna en el área lingüística sajona, reinvade, de nuevo, con pujante poderío el ámbito del castellano para designar lo que se solía denominar noseología; sea como fuere, todas ellas tratan de expresar un contenido cual es, la teoría del conocimiento científico que investiga la rectitud de los métodos y procedimientos de cada ciencia o pensamiento científico en general.
Así las cosas, y por seguir el discurso de la definición, cabría plantear en primer lugar la naturaleza científica de la Educación Física; en las últimas décadas, y en línea con la progresión creciente del fenómeno, se ha tratado de asegurar no solo un contenido científico a esta materia, sino de reducirla a un proceso solo inteligible desde una óptica de análisis pormenorizado y experimental del hecho.
Estas distintas tendencias, nos han llevado a dudar de nuestra propia identidad, algunas veces, y en otras, a abrazar teorías o tesis que solo cubren parcelas concretas y determinadas, hecho que no hace sino contribuir a fomentar nuestra propia confusión.
El concepto de ciencia mas extendido y universalmente aceptado, es el que nos la define como un conjunto sistemático de verdades aceptadas como tales por la comunidad científica; una segunda apreciación del término, nos las clasificaría en experimentales y no experimentales.
Nos planteamos en primer lugar una ubicación de nuestra disciplina en relación con esta definición, hecho que sin duda trae la complicación añadida de definir el objeto y contenido de la Educación Física. Una definición enciclopédica del término,[1] sostieneque:
la Educación Física es el sistema de formación integral que trata de armonizar la interacción entre el espíritu y el cuerpo, atendiendo muy especialmente al desarrollo y cuidado de este, dentro del binomio espacio-tiempo.
Situándonos en tiempo real, el reciente ordenamiento legal para la educación en España, la define diciendo:[2]
…Aunque por el momento está lejos de constituir una aproximación epistemológica unificada existe ya una corriente o enfoque teórico que trata de integrar los diferentes conocimientos en una Ciencia de la Acción Motriz, mas adelante, señala, Desde el Área de Educación Física se intenta educar las capacidades motrices de los alumnos……La enseñanza en esta área implica tanto mejorar las posibilidades de acción de los alumnos, como propiciar la reflexión sobre la finalidad, sentido y efectos de la acción misma…………….. Sin embargo, el planteamiento general del área de Educación Física reconoce el cuerpo y el movimiento como ejes básicos de la acción educativa. (Sic)
Como punto referencial, en relación con lo anterior, resulta interesante citar aquí, otra fuente[3], sin entrar en la parte del discurso político propio de la época, define la Educación Física diciendo:
Desde el punto de vista de la pedagogía, la Educación Física es un punto principal para la educación general. El individuo se educa física, moral e intelectualmente. El cuerpo y el espíritu se desarrollan siguiendo un ritmo común, presentando particularidades y manifestaciones propias a cada estado y toda desviación o predominio de una de las tres partes del todo que forma el organismo humano da un desequilibrio, y por tanto una anormalidad en el individuo., mas adelante sostiene que:La Educación Física está basada absolutamente en partes científicas…………………. pero también puede ser considerada la Educación Física como un arte al ser obra de Educación.( Sic.)
No parece, a la vista de las definiciones y consideraciones precedentes, existir gran disparidad en la consideración de la Educación Físicacomo medio de educación coadyudante al proceso de educación integral, si bien, ha de destacarse, en todos los casos, una óptica unívoca de orientación educativa.
Los cuestionamientos, a propósito de la cientificidad o no de la Educación Física, han de plantearse desde un proceso de análisis del fenómeno Educación Física en su totalidad: desde distintos ángulos, bajo distintas consideraciones, desde las distintas apreciaciones que pueden hacerse según la teleología subyacente en la interpretación del término.
El concepto Educación Física desde la cultura popular:
Desde un planteamiento de la cultura popular, el término Educación Física corre suerte pareja con el de Deporte, el haber aparecido, normalmente, asociados y enunciados juntos, sin matizar ni delimitar las diferencias, hace que se metan en el mismo saco ambas cosas y que la idea que se tiene de ellas no sea la de procedimiento, la de método o la de fin. La idea generalmente extendida es la de condición necesaria. Así, para la mayoría de los ciudadanos, podríamos decir que: la «Educación Física y Deporte» es la acción por la cual se mejora la condición física, sin que tras esta aseveración, pueda articularse otro razonamiento que el de la bonanza o saludabilidad de la acción útil de la práctica.
Otro sí puede plantearse: la falta de calidad o ineficacia en su caso de la acción útil y eficaz en el deporte es, normalmente, achacada a una falta de Educación Física, con lo cual, vendría a quedar claro, que la Educación Física aparece confundida, en este caso, con la acción o efecto del entrenamiento.
Una apreciación pretendidamente culta llevaría a enunciar inmediatamente después del concepto Educación Física, el mens sana in corpore sano, con lo cual, y dada la culta latinidad del término, el académico o el político, salvan su ignorancia para caer de lleno en el cúmulo de errores que prodigan la confusión popular sobre nuestra disciplina, no se verían obligados a definirse sobre cualquier otra ciencia o técnica, pero: ¿como van a expresarse o a aparecer ignorantes sobre la Educación Física?.
Desde estas perspectivas, y teniendo en cuenta lo espontáneo de la actividad motriz como condición necesaria para el desarrollo del ser humano, resulta lógico admitir la presencia de educadores físicos voluntarios desde las mas variadas situaciones; enseñar a caminar a un bebé, que duda cabe, que es un proceso de Educación Física, igual que la enseñanza de un juego popular de contenido motriz, o de una danza del pueblo que nos identifica como pertenecientes a una cultura concreta. En este sentido, no debe parecernos descabellada la presencia de: educadores físicos, entrenadores, etc. no cualificados gozando del beneplácito general.
La Educación Física, desde este punto de vista, es un conocimiento acientífico, en el que el acceso a la condición de educador o de experto en esta disciplina, no viene avalado por la posesión de conocimientos, sino por el dominio de habilidades motrices en unos casos, o por las vivencias e historial deportivo reconocido en otros[4] .
La confusión de la naturaleza de los estudios, con el lugar donde estos se producen revela, bien a las claras, la indefinición de los mismos, la inadecuación de los programas y la confusión ideológica y teleológica existente, así como la carencia de una idea directriz de formación del futuro profesional. La nueva denominación de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, no han servido más que para contribuir a aumentar la confusión ya que, en pura lógica, las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte son todas aquellas que funcionan como complementarias, auxiliares o coadyudantes: Anatomía, Fisiología, Biología, Física, Pedagogía, Psicología, etc. por lo que, los postgraduados de esta nueva denominación deberían ser especialistas en todas ellas y, este no es el caso. Cuando tras un análisis detenido de los estudios que componen esta denominación, intuimos cual puede ser el dominio científico de la denominación Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, la idea de ciencia aplicada destaca sobre cualquier otra consideración posible y en la que la Educación Física aparecería como un campo que se mantiene, deliberadamente indefinido y como recurrente a efectos laborales, en el caso, más que probable, del imposible acceso a los otros perfiles que se ofrecen en estos estudios. La consideración y valoración del perfil Educación Física, por el contrario, aparece mucho más definida y valorada en los estudios de Maestro de Educación Física en los que aparece con un sentido más neto y correcto, por lo que, la progresión científica y académica de la Educación Física desde estos estudios, parece ser por el momento la más adecuada.
Volviendo al tema que nos ocupa de la epistemología, o noseología de la Educación Física desde un punto de vista popular, no parece estar clara la existencia de una teoría científica de su conocimiento, antes al contrario, el ciudadano común, de facto abogaría y así suele hacerlo con cierta frecuencia, por un conocimiento basado en el uso y la costumbre. En gran medida, la práctica de la Educación Física y del Deporte en el momento actual en España, tienen mas de consuetudinario que de teoría o aprendizaje científico y sistemático. De hecho, el número de Licenciados en Educación Física ó en Ciencias del Deporte en puestos de responsabilidad como técnicos deportivos en las divisiones de honor, o en puestos de responsabilidad política y decisoria sobre el particular es ciertamente revelador de la escasa valoración social de los conocimientos científicos y sobre la capacidad profesional que se suponen en estos profesionales.
En este punto, por tanto, sería asumible una epistemología sobre la formación del concepto socio-cultural de Educación Física, y de las consecuencias que este tiene como realidad repercutible en el concepto general de la disciplina y en sus señas de identidad.
La formación de una idea de ciencia de la Educación Física:
A pesar de nuestro empeño en ver reflejada nuestra disciplina en la antigüedad clásica, parece estar claro, que a excepción de las teorías de Platón sobre la Educación Física, discutibles por otra parte, y de la sistematización de las actividades corporales planteadas en la obra de Alfonso X el Sabio[5], la intencionalidad educativa y el criterio científico de las actividades físicas en estas épocas, está por demostrar.
A pesar de que a lo largo de la historia de la humanidad el estudio del cuerpo humano haya sido constante, lo ha sido más como objeto de curiosidad, de admiración o interés científico en si mismo, como sujeto pasivo de la ciencia, nunca con el deseo de mejorar sus capacidades o su desarrollo, este hecho, que acreditaría la cientificidad de la Educación Física, no se constata hasta bien entrado el siglo XVII.
Según Vigarello[6] la Educación Física, tal como la conocemos, tiene su origen en las técnicas de enderezamiento, y en las pedagogías de la postura iniciadas en los siglos XVII y XVIII, y que fue N. Andry con la difusión de su Ortopedia en 1741 el que fijó las condiciones mínimas para su práctica.
El nacimiento de la Educación Física como hecho intencional y sistemático, está claramente relacionado con dos aspectos distintos pero concurrentes, de una parte estarían las razones de tipo médico e higiénico como consecuencia de avances notables en las ciencias de la salud y, de otra, el establecimiento del adiestramiento corporal como consecuencia de una nueva idea de la organización militar y de la preparación del soldado en la que se considera esencial la instrucción física basada en el orden, la disciplina y el empleo ordenado de las armas, cuyo común denominador es el adiestramiento físico. La secularización y la democratización de la enseñanza son, igualmente, los otros dos pilares esenciales sobre los que se construye la Educación Física.
Desde el momento de la aparición de las técnicas educativas intencionales para la mejora y la utilidad de las actividades físicas, hasta el momento de la explosión científica entorno a la Educación Física y el Deporte, hay un lento caminar, casi aletargado, que tiene que ver con dificultades económicas del mundo de guerras y entre guerras, con la evolución de las ciencias de la educación y con el concepto de educación en sí mismo.
Por otra parte, el acceso generalizado de los ciudadanos a la educación al ser considerada esta un derecho fundamental en el mundo occidental, supone también el planteamiento de la extensión del beneficio de la Educación Física y la necesidad de articular y desarrollar su práctica conforme a una serie de principios de validez y extensión universal.
La aplicación de las ciencias biomédicas a la actividad física, con la idea de mejora de los rendimientos, la generalización de los procesos informáticos y automáticos a todos los ordenes de la vida; junto con la aparición de una espiral económica en torno al Deporte, han hecho aparecer una serie de corrientes donde la reducción de la actividad física a problemas esencialmente matemáticos, físicos o bioquímicos es el denominador común.
La aparición de determinadas obras,[7] la intención desde principios de los setenta de cambiar el nombre del INEF por el de Facultad de Ciencias de la Educación Física y el Deporte, o el cambio en Portugal del nombre de ISEF por el de Facultade de Ciencias da Motricidade Humana, suponen el reduccionismo a la categoría de ciencia única, experimental y matematizable, de algo que no es sino un fenómeno humano y, como tal, sujeto a todas las variables de las ciencias antropocéntricas. En el fondo, en estas ideas o intentos de acercamiento a las ciencias puras o experimentales, subyace el complejo de inferioridad no declarado que afecta a toda nueva disciplina que aspira a integrarse dentro del panteón de las ciencias universalmente aceptadas, cuando no, la miopía o la estrechez de miras al contemplar sesgadamente el fenómeno.
El efecto péndulo también ha hecho su aparición en forma de pretendido asistematismo en la práctica planteada desde la actividad motriz espontánea, la cual, viene a su vez respaldada por una amplia teoría, también científica, procedente del campo de la psicología y del psicoanálisis.
La cientificidad de la Educación Física:
A la hora de establecer el conjunto sistemático de verdades que constituirían la ciencia de la Educación Física, ha de aclararse, suficientemente, el fin y objeto de la disciplina. En este sentido, podemos apreciar como en las definiciones tratadas anteriormente, aparece una especie de hilo argumental, en el cual, el objetivo esencial sería la educación integral del ciudadano de la que se desglosa, como parte importante a considerar, la Educación Física o de lo físico, unas veces entendida como medio coadyudante al proceso general, y otras como una parcela independiente cuya trabazón con el objetivo principal no aparece suficientemente aclarada. En este sentido resulta clarificador, por ejemplo, que la Ley de Educación de 1970, dejara aparcado en su Artº 136-3 la definición y desarrollo de esta parcela de la educación, sometida en aquel momento a una importante controversia sobre su rentabilidad política y su utilización con fines diversos por el sistema político gobernante.
El primer punto a la hora de determinar el carácter científico de la disciplina es la necesidad de ubicar la Educación Física en el contexto general de las ciencias. Pese a los esfuerzos realizados en los últimos años por determinadas corrientes, resulta, imposible e inadecuado situarla entre las ciencias exactas o experimentales. La naturaleza humana, la propia calidad de ser y sentirse hombre o mujer, repugna al hecho igualatorio y homogeneizante que requiere cualquier proceso científico experimental donde la condición de igualdad de todos los elementos es necesaria e insustituible para la realización de las comprobaciones científicas y establecer las diferencias entre los métodos y los procedimientos empleados. La dificultad, en este caso, viene planteada por la imposibilidad de encontrar leyes científicas que se cumplan de forma exacta al aplicar, a todos y cada uno de los sujetos, las condiciones del experiemento.
Tras la señalada dificultad de encontrar y realizar comprobaciones intersujetivas fiables, la Educación Física estaría situada fuera del ámbito de las ciencias exactas y experimentales y, por tanto, entre las ciencias teóricas o especulativas. Sin embargo, hemos de resistirnos a la denominación Educación Física Ciencia, tras las notables discusiones habidas sobre el nombre mismo y, consecuentes con la idea de Fray Luis de León,[8] en cuanto que la propia denominación no es homogénea en la idea del colectivo y respondería más a una designación convenida por extensión del término que a la denominación de verdades y/o valores de aceptación universal, resulta difícil hablar de una epistemología definida como teoría del conocimiento científico, que investigue los métodos y procedimientos de una ciencia llamada Educación Física, cuyos planteamientos no observan un criterio unificado en su propia comunidad de científicos, entendemos que:
La Educación Física, mas que una ciencia en si misma, es un proceso aglutinador de saberes científicos que inciden sobre un aspecto importante de la condición humana, y cuya instrumentación y aplicación metodológica es susceptible de modificar capacidades y/o aspectos del desarrollo y de la evolución.
Desde este punto de vista, el responsable de propiciar y llevar a cabo esta educación se convierte en un elemento catalizador con capacidad de síntesis, cuya principal virtud, estará en escoger de cada una de las ciencias convergentes aquellos conocimientos, reglas o principios que en cada caso sean de aplicación.
El problema, en el proceso de enseñar Educación Física, está siempre en relación con esa capacidad de síntesis y con la profundidad de los conocimientos que se posean de cada una de las ciencias. Los desconocimientos de algunas o de partes de estas ciencias y de su incidencia en el proceso educativo, motivarán desequilibrios en la formación del educando. De la misma forma, el empleo intencional predominante de unas sobre otras, definirán una orientación educativa con consecuencias repercutibles en la educación integral que perseguimos.
La inexistencia de un corpus doctrinae, que advertía en su día,[9] sigue pesando como una losa sobre el propio concepto de la disciplina. El estudio de los distintos curriculums nacionales de la Unión Europea, viene a confirmar, no solo la inexistencia de ese corpus doctrinae aludido, sino la pervivencia de las viejas escuelas nacionales de Educación Física y de sus desarrollos y evoluciones posteriores. No existe, en este momento, una teleología concordante en cuanto a la Educación Física en Europa lo que obliga a replantear, una vez mas, el concepto de la Educación Física como ciencia, ya que, las ciencias, o son universales o no son otra cosa que mera praxis o, en todo caso, corrientes de opinión.
[1] GRAN ENCICLOPEDIA LAROUSSE – Planeta – Edición de 1976
[2] M.E.C. : Diseño Curricular Base, Madrid, 1989.
[3] FRENTE DE JUVENTUDES: CARTILLA ESCOLAR DE EDUCACION FISICA. Manual de Educación Física para 1945 – Departamento Nacional de Propaganda – Ediciones Frente de Juventudes – Madrid, 1944
[4] NOTA: Resulta revelador, en este sentido, que en España en el momento actual, incluso entre los propios estudiantes de Educación Física, la confusión sea trágicamente patente; al ser preguntados por la carrera que estudian, simplemente responderán I.N.E.F., lo que es tanto como si el aprendiz de médico nos contestase que estudia Facultad de Medicina o que el futuro ingeniero nos dijera que estudia Escuela Superior. Consecuentemente, tampoco es difícil encontrar como el postgraduado de nuestra disciplina, especialmente en los últimos tiempos, se autodefine como Licenciado en I.N.E.F.
[5]VIZUETE CARRIZOSA, M.: La actividad corporal en la obra de Alfonso X “el Sabio”, Revista Perspectiva nº 4, I.N.E.F. de León.
[6] DEFONTAINE, J.: Manual de Reducación Psicomotriz. Ed. Médica y Técnica – Barcelona, 1978.
[7] LE BOULCH, J.: Vers une science del mouvement humain, Les editions. E.S.F. París, 1978
[8] FRAY LUIS DE LEON sostiene en cuanto a la significación filosófica del nombre al comienzo de Los nombres de Cristo que los sustantivos son sustitutivos de lo real, y en una idea platónica pura dice que hay nombres que están en el alma y otros que suenan en la boca…, los unos son imágenes por naturaleza y los otros por arte. Es decir, unos son innatos, espirituales, adecuados a sus objetos; otros son las palabras adquiridas por educación y artificio, mas o menos fieles a la realidad que designan y cuya adecuación a la realidad no está totalmente garantizada.
[9] VIZUETE, M.: La Educación del Cuerpo como Problema, Actas del VI Congreso Nacional de E.F. de las E.U. de E.G.B., Santa Cruz de Tenerife , 1989.