
Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materiales Didácticos. Historia, Política y Filosofía del Deporte. Formación del Profesorado. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa. Coordinador del Foro Hispanomexicano de la Educación Física y el Deporte.
LENGUAJES Y EXPRESIÓN HUMANA.
Las capacidades de comunicación mediante la instrumentación de los distintos lenguajes, entendidos estos como formas de expresión han de ser explicados desde los primeros momentos de la vida de la persona hasta su consolidación definitiva como un adulto socialmente integrado. En todo este proceso se producen una serie de adquisiciones o signans, que tienen, para cada persona, su correspondiente signatus, con sus correspondientes gradaciones e intensidades que son los que relacionan a cada sujeto con su medio y su cultura, pero que, a su vez, determinan el status o lugar que le corresponde en el seno de esa misma cultura, y en todo este proceso se produce de forma inexorable e irreversible una dialéctica entre comunicación corporal y otras formas de comunicación, o lo que es lo mismo, entre el lenguaje corporal y los otros lenguajes; de tal manera que, podemos verificar como a un incremento en la adquisición de un nuevo lenguaje se corresponde una pérdida en el uso de la comunicación corporal.
Podemos asegurar que desde el momento del nacimiento y en los primeros años de vida, toda la comunicación que es capaz de establecer una persona lo es, esencialmente, a través de la expresión corporal; e igualmente, como las diferentes circunstancias de vida como son: la conquista del espacio de acción, la adquisición del lenguaje materno y el establecimiento de las relaciones sociales; van determinando el desarrollo de este lenguaje materno que, de forma paulatina, va sustituyendo al expresivo corporal.
Estamos en condiciones igualmente de asegurar, como el lenguaje corporal residente o capacidad de expresión corporal no perdida, se sitúa en relación directa con la riqueza o profundidad de los lenguajes adquiridos, y con el manejo que se tiene de los mismos; de tal manera que a mayor ó menor riqueza de los otros lenguajes hay un mayor o menor grado de permanencia de las capacidades expresivo corporales residentes.
Estas capacidades expresivo corporales residentes, por su parte, están también determinadas por la cultura autóctona propia y por los niveles de aculturación alcanzados en función de la educación recibida; teniendo ocasión de manifestarse en aquellos casos en los que las creencias o la profundidad de los sentimientos a comunicar no pueden ser expresados con palabras.
No obstante su elementalidad plantea todo un problema didáctico en torno a la expresión, a la comunicación y a las distintas implicaciones didácticas y educativas que se relacionan con ella; esto es, antes de plantear el problema de la comunicación profesor alumno, es preciso determinar en qué lugar se encuentra cada uno de ellos en el momento en el que ha de desarrollarse el proceso de enseñanza aprendizaje, de tal manera que es preciso determinar qué cantidad de lenguaje corporal o de capacidad de expresión corporal ha de ser recuperada por el docente, para poder afrontar con éxito el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Si miramos al problema de comunicarnos, podremos fácilmente establecer la dificultad que entraña el proceso de enseñanza-aprendizaje y las exigencias de empleo de la expresión corporal por parte del adulto, ya sea como medio de comunicación o como recurso didáctico. Nuevamente el problema entre lo perceptible signans y entre signatum lo inteligible cae de lleno dentro de lo que son las capacidades de enseñar y, probablemente, la explicación de más de un caso de problemas del docente y de no menos casos de fracasos de aprendizajes, atribuibles a ese espacio de incomunicación docente-discente que señalamos.
La solución del problema, como tantas veces hemos dicho, no está en acelerar el proceso de entendimiento de los lenguajes del adulto por parte del/la alumno/a, hecho que además de frecuente comporta otros problemas añadidos al proceso de aprendizaje como es el de conseguir que el alumno/a entienda el lenguaje del profesor, a veces mal disfrazado de lenguaje científico o de lexicografía de la disciplina que se estudia. La solución a este problema está en traer al profesor lo más cerca posible del nivel de comunicación del alumno, es decir, conseguir que el profesor recupere su capacidad de comunicación corporal y expresiva; no para que se comporte como un/a alumno/a, sino para entrar en su nivel habitual de comunicación en el que lo expresivo es complementario de los otros lenguajes en crecimiento.
Lo expresivo en el currículum.-
La nueva orientación didáctica, los nuevos modelos educativos han colocado a la expresión, al menos sobre el papel, en un lugar de privilegio, así, el Real Decreto 1334/1991, de 6 de septiembre, cuando establece para la Etapa de Educación Primaria, los objetivos generales, está, al mismo tiempo señalando una prioridad significativa de los objetivos de expresión o de aquellos otros que de alguna manera la cultivan, la requieren o la desarrollan estos son:
a) Comprender y producir mensajes orales y escritos en castellano, y en su caso, en la lengua propia de la Comunidad Autónoma, atendiendo a diferentes intenciones y contextos de comunicación, así como comprender y producir mensajes orales y escritos sencillos y contextualizados en una lengua extranjera.
b) Comunicarse a través de medios de expresión verbal, corporal, visual, plástica, musical y matemática, desarrollando el razonamiento lógico, verbal y matemático, así como la sensibilidad estética, la creatividad y la capacidad para disfrutar de las obras y manifestaciones artísticas.
c) Utilizar en la resolución de problemas sencillos los procedimientos oportunos para obtener la información pertinente y representarla mediante códigos, teniendo en cuenta las condiciones necesarias para su solución.
d) Identificar y plantear interrogantes y problemas a partir de la experiencia diaria, utilizando tanto los conocimientos y los recursos materiales disponibles como la colaboración de otras personas para resolverlos de forma creativa.
e) Actuar con autonomía en las actividades habituales y las relaciones de grupo, desarrollando las posibilidades de tomar iniciativas y de establecer relaciones afectivas.
f) Colaborar en la planificación y realización de actividades en grupo, aceptar las normas y reglas que democráticamente se establezcan, articular los objetivos e intereses propios con los de los otros miembros del grupo, respetando puntos de vista distintos, y asumir las responsabilidades que correspondan.
g) Establecer relaciones equilibradas constructivas con las personas en situaciones sociales conocidas, comportarse de manera solidaria, reconociendo y valorando críticamente las diferencias de tipo social y rechazando cualquier discriminación basada en diferencias de sexo, clase social, creencias, raza y otras características individuales y sociales.
h) Apreciar la importancia de los valores básicos que rigen la vida y la convivencia humana y obrar de acuerdo con ellos.
i) Comprender y establecer relaciones entre hechos y fenómenos del entorno natural y social, y contribuir activamente, en lo posible, a la defensa, conservación y mejora del medio ambiente.
j) Conocer el patrimonio cultural participar en su conservación y mejora y respetar la diversidad lingüística y cultural como derecho de los pueblos e individuos, desarrollando una actitud de interés y respeto hacia el ejercicio de este derecho.
k) Conocer y apreciar el propio cuerpo y contribuir a su desarrollo adoptando hábitos de salud y bienestar y valorando las repercusiones de determinadas conductas sobre la salud y la calidad de vida.
La expresión como recurso didáctico
Los recursos didácticos han sido definidos como cualquier medio que el profesor prevea emplear en el diseño o desarrollo del currículum, por su parte o por parte de los alumnos, para aproximar o facilitar los contenidos, mediar en las experiencias de aprendizaje, provocar encuentros o situaciones, desarrollar habilidades cognitivas, apoyar sus estrategias metodológicas o facilitar o enriquecer la evaluación.[1] La condición de un medio o recurso para alcanzar la categoría o condición de didáctico exige: que el profesor reflexione sobre la realidad educativa concreta y sus necesidades reales con relación a ese medio, lo que demanda de él, la función que va desempeñar con el fin de ajustarlo a sus planes reales[2]
Los recursos deben formar parte del plan curricular, como variables activas del mismo al servicio del profesor y del alumno. Es importante resaltar esta condición, porque, a menudo, ciertos recursos sustituyen a las decisiones de los profesores respecto de las opciones curriculares que siempre deberían tener bajo su control. Esto es especialmente visible en situaciones en las que se ha producido una acción docente de acuerdo con un modelo en el que contenidos, métodos y tomas de decisión, aparecen prescritos, a modo de recetas, y ante esta comodidad se ha hurtado la reflexión y la toma de decisiones fundamentadas respecto de los materiales adecuados para cada situación pedagógica.[3]
La expresión en sus distintas formas, que había sido la tradicional ausente de los diseños curriculares, viene en los últimos tiempos a aparecer como una materia curricular más, probablemente por su novedad, o quizás a pesar de ello, no se preveen en el Diseño Curricular Base los recursos tecnológicos o instrumentales que deberían ser de uso común en disciplinas como las que nos ocupan. Probablemente como ninguna otra, la Educación Física, en la que se integra como bloque de contenidos la expresión corporal, es una disciplina sujeta a avances tecnológicos y científicos permanentes.
Los planteamientos didácticos referidos a la expresión corporal han experimentado un desarrollo y una actualización notable en los últimos años, de hecho, tanto por lo primario de la situación de partida como por la repercusión de la didáctica general en un campo profesional tradicionalmente inquieto y dispuesto a la experimentación. Esta nueva consideración de la expresión corporal, creemos, es fruto tanto de la reflexión didáctica como también de las aportaciones del campo de la didáctica general en una materia nueva que carece de lastres didácticos tradicionales tan asentados como en otras disciplinas. Supone que nos encontramos ante una materia de horizonte abierto en el que el acomodo de las nuevas formas de entender la educación y las aplicaciones tecnológicas, son un problema de tiempo y de necesidad a los que el desarrollo del nuevo diseño curricular está situando en su justa medida.
Por otra parte, las distintas expresiones que aparecen en el currículum: corporal, gráfica, plástica y visual y musical, son materias muy ajustables al empleo de los medios y recursos tecnológicos propios de la educación en sí misma considerada.
Integración de los recursos expresivos en el diseño curricular.
Coherentes con nuestra posición, hemos de presentar los recursos haciendo referencia a compromisos anteriores que afectan entre otros aspectos a:
– La concepción general de la expresión.
– La adecuada secuenciación de los contenidos.
– La decisión más oportuna respecto de la inclusión de los recursos y las funciones a las que los destinamos, así en el caso de la expresión corporal, hemos de decir que se encuentran integrados, a nivel curricular, con otras disciplinas del currículum por cuanto afectan a contenidos comunes; ciertamente, la mayor novedad en este campo es la salida de la expresión corporal de áreas o materias curriculares que tradicionalmente habían utilizado las técnicas de la expresión corporal como elementos constitutivos de la representación literaria, pero sin que constituyeran en si mismos un bloque de conocimientos perfectamente diferenciados. Los recursos tecnológicos en este campo son de cuatro tipos:
a) Los aparatos fijos o de dotación general como espejos o elementos de sonido.
b) Materiales para el enmascaramiento o vestuario de representación.
c) Aparatos de iluminación y enfoque.
c) Materiales de filmación.
La diversidad de los alumnos exige también diversidad de recursos, si queremos respetar el principio de individualización de la enseñanza. Así, desde un currículo abierto como pretendemos, se permite que, de acuerdo con las particularidades de los alumnos, el profesor diseñe situaciones de trabajo distintas a partir del mismo currículum. Es decir, con relación a un mismo bloque de contenidos, los alumnos pueden alcanzar tipos y grados diferentes de aprendizaje y pueden necesitar recursos de distinto tipo. Desde que se ha puesto en crisis la idea de un grupo homogéneo y se defiende la idea de la flexibilización del trabajo del profesor, se requiere un intenso y cuidadoso trabajo por parte de este para todos los alumnos de una clase, incluidos los que presentes necesidades especiales, trabajen un mismo contenido pero lo hagan, si es necesario, a distintos niveles de complejidad.
Está claro que si queremos atender esa diversidad de requerimientos, deben modificarse las distintas variables curriculares y, por tanto, el uso que los profesores hacen de ellos. Definiremos, en este caso, los distintos tipos de materiales de elaboración propia. La Elaboración de recursos para la expresión corporal, se centran esencialmente en la producción de materiales para la representación en todas sus formas: la elaboración de montajes de escenarios, sonido, iluminación, escenografía, etc. y la reproducción filmada de las actividades de expresión que se llevan a cabo.
Los aspectos interdisciplinarios, como hemos señalado, son frecuentes desde antiguo, sin embargo, es preciso tanto por la claridad de lo que se ha expuesto en relación con los conceptos de comunicación, como por el papel que lo corporal y la expresión humana representan, traer aquí lo que sin duda es una auténtica joya del entendimiento del hecho expresivo contemplado en una de las cumbres de la literatura española de todos los tiempo; sirva de ejemplo de lo que puede hacerse con una obra que puede ser dramatizada, representada, analizada desde distintos puntos de vista y ofrecida a los alumnos como una forma distinta de estudiar la literatura y valorar los recursos expresivos del propio cuerpo.
[1] BLÁZQUEZ, F.: Los recursos en el currículo. En Sáenz, O. -Dir.- Didáctica General. Una perspectiva curricular. 1994. pp. 501-527.
[2] MARTÍNEZ, F.: Fundamentos pedagógicos de los medios Audiovisuales en la educación. En Las Nuevas Tecnologías en la Educación, I.C.E. Universidad de Cantabria, Santander 1992. pp.115-140.
[3] BLÁZQUEZ, VIZUETE y GARCíA: Los Recursos Tecnológicos en la Educación Física y en la Educación Tecnológica, UNED, Madrid, 1995