
Maestro de Enseñanza Primaria – Licenciado en Educación Física – Licenciado en Geografía e Historia – Doctor en Historia Contemporánea. Catedrático de Universidad. Líneas de Investigación: Didáctica de la Educación Física. Producción Materiales Didácticos. Historia, Política y Filosofía del Deporte. Formación del Profesorado. Fundador de La European Union Physical Education Associations (EUPEA) Comité de Expertos del Consejo de Europa. Coordinador del Foro Hispanomexicano de la Educación Física y el Deporte
CONSEJO DE EUROPA
COMITÉ DE MINISTROS
Recomendación Rec (2003)6 del Comité de Ministros a los Estados miembros con vistas a mejorar el acceso de los niños y de los jóvenes a la educación física y al deporte en todos los países europeos.
(Adoptado por el Comité de Ministros el 30 de abril de 2003, durante la 838ª reunión de los Delegados de los Ministros).
El Comité de Ministros, en virtud del artículo 15.b del Estatuto del Consejo de Europa.
Considerando que el objetivo del Consejo de Europa es lograr una mayor unidad entre sus miembros, en particular mediante acciones comunes en los ámbitos social y cultural;
Habida cuenta de las conclusiones de la 16ª reunión informal de Ministros europeos responsables del deporte, que tuvo lugar en Varsovia los días 12 y 13 de septiembre de 2002 para mejorar el acceso de los niños y de los jóvenes a la educación física y al deporte en todos los países europeos;
Habiendo tomado nota del informe sobre cooperación europea en el ámbito del deporte y de la Recomendación 1565 (2002) de la Asamblea parlamentaria, y felicitándose del respaldo dado por la Asamblea al trabajo del Consejo de Europa en materia de deporte;
Habiendo tomado nota de las conclusiones de otras conferencias y reuniones internacionales organizadas en años recientes sobre educación física y deporte para los niños y los jóvenes, como la Declaración de Punta del Este de la 3ª Conferencia de ministros y altos funcionarios responsables de la educación física y del deporte de la Unesco en 1999 y la Cumbre mundial sobre educación física de Berlín en 1999;
Informada acerca de las conclusiones de encuestas recientes que reflejan en un buen número de países una degradación preocupante de la calidad y una reducción del tiempo dedicado en la escuela a la educación física y a las actividades deportivas de los niños y de los jóvenes, así como menos posibilidades de practicar actividades deportivas de ocio fuera del marco escolar;
Consciente de la importancia y de los efectos benéficos que se le reconocen a la incorporación en los programas escolares de una educación física y una práctica deportiva realizadas con regularidad y adaptadas a todas las franjas de edad;
Observando que las clases de educación física y de deporte proporcionan un contexto favorable para la enseñanza de los valores fundamentales que defiende el Consejo de Europa, como son la tolerancia y el espíritu deportivo, la experiencia de la derrota y de la victoria, la cohesión social, el respeto del medio ambiente y la educación a una ciudadanía democrática;
Reconociendo la importancia que tiene el papel del movimiento asociativo deportivo en la oferta a niños y jóvenes de actividades deportivas de ocio, a menudo organizadas por voluntarios en su tiempo libre, actividades que no sólo mejoran la salud y las prestaciones físicas de los niños y de los jóvenes, sino que los integran en la comunidad en un sentido amplio y los preparan para las responsabilidades de la vida adulta;
Aprobando las medidas propuestas de planes de acción nacionales, regionales y locales y de programas paneuropeos tendentes a mejorar la calidad y la cantidad de las actividades que se les ofrecen a los niños y a los jóvenes de todos los países europeos en materia de educación física y de deporte, tal como consta en el Anexo.
Habida cuenta de que la Unión Europea ha designado el año 2004 como “Año europeo de la educación a través del deporte”
Recomienda que los Estados miembro:
1.- estudien los medios para mejorar en sus respectivos países la oferta de educación física y de deporte a todos los niños y jóvenes, incluidos aquellos que tengan alguna discapacidad;
2.- examinen y juzguen a nivel nacional si, a la luz de las conclusiones de las recientes encuestas internacionales, resulta necesario:
- redefinir el papel y el objetivo que los programas escolares asignan a la educación física y al deporte;
- considerar la idea de mejorar la calidad de las clases de educación física y de las actividades deportivas que se les ofrecen a los niños y a los jóvenes en las escuelas, asignándoles el tiempo necesario para lograr los objetivos establecidos, por ejemplo, tres horas de educación física por niño y por semana;
- fomentar la idea de que los niños y los jóvenes practiquen una hora de actividad física cada día, que implique, en concreto, educación física y deporte en el colegio y deporte de ocio fuera del marco escolar;
- ver más a fondo las cuestiones siguientes: programas escolares, estatuto disciplinario, recursos financieros disponibles, disponibilidad y estado de los equipamientos, cuestiones ligadas al sexo y a la discapacidad;
- tomar medidas, a la luz de las correspondientes conclusiones, para mejorar la motivación y el estatuto de los profesores de educación física, con vistas a atraer jóvenes hacia esta profesión y hacer que se mantengan en ella;
- mejorar la calidad de la formación y del reciclaje de las personas que se hacen cargo de la educación física y del deporte, para incrementar el número de profesores de educación física bien cualificados en cada uno de los países europeos y, en su caso, revisar y mejorar sus programas de formación;
- lanzar campañas que preconicen un modo de vida más activo para los niños y los jóvenes, adoptando al mismo tiempo medidas para mejorar los equipamientos destinados a las actividades de ocio y los programas deportivos en la comunidad.
3.- cooperen con los programas paneuropeos y den su contribución a los programas que:
- inciten a adoptar un modo de vida activo;
- permitan el intercambio de informaciones y de experiencias en dicho ámbito;
- favorezcan una estrategia de salud concertada para los niños y los jóvenes;
- tiendan a elaborar instrumentos normalizados de medición y control de los niveles de salud y forma física.
4.- estudien las modalidades de aplicación de las medidas propuestas en el anexo, incluso en el contexto del Año europeo de la educación a través del deporte 2004, y examinen los avances logrados en este campo durante la 10ª Conferencia de ministros europeos responsables del deporte, que tendrá lugar en Budapest en 2004.
Encomienda al Comité para el Desarrollo del Deporte (CDDS) que haga hincapié en la evaluación de las disposiciones sobre la educación física y el deporte de los niños y de los jóvenes y en la ejecución de las conclusiones de la 16ª reunión informal de los Ministros europeos responsables del deporte, en el contexto del proyecto sobre “el respeto de los compromisos”, que incluye el seguimiento de la Carta europea del deporte.
Anexo a la Recomendación Rec(2003)6
Medidas aceptadas para mejorar en todos los países europeos la educación física y el deporte para los niños y los jóvenes.
I. Introducción
- Las conclusiones adoptadas por la 16ª reunión informal de los Ministros europeos responsables del deporte muestran claramente la necesidad de que haya planes de acción nacionales, regionales y locales y programas paneuropeos, con el fin de mejorar en Europa la educación física, cuantitativa y cualitativamente, para los niños y los jóvenes.
- La educación física y el deporte ocupan un lugar único en el mundo de la educación, en primer lugar, porque contribuyen a un desarrollo armonioso del cuerpo y del espíritu y, en segundo lugar, porque la práctica de un deporte, tal como lo define “Deporte para todos”, tiene efectos importantes sobre la calidad de vida del adulto, una vez concluida la etapa escolar. La educación física y el deporte proporcionan un contexto evidente para educar a los niños y a los jóvenes en la tolerancia y en el espíritu deportivo, así como en la práctica de la cohesión social.
- El hecho de que un gran número de niños y de jóvenes practiquen menos actividades físicas y menos deporte ha contribuido a incrementar la obesidad, la diabetes y la hipertensión en esta franja de población. Dichos factores jamás se habían observado a edades tan precoces. La mala salud de estos niños ya tiene repercusiones importantes en el presupuesto nacional destinado a sanidad. Se teme que se conviertan en adultos con mala salud, que tendrán que recurrir en mayor medida al presupuesto nacional previsto para sanidad. Para frenar dicha tendencia, son indispensables programas y políticas que incluyan la educación física y el deporte.
- El hecho de que los niños y los jóvenes tengan acceso al deporte y a la educación física durante la escolaridad hace más verosímil que sigan practicando un deporte en la edad adulta. Se alienta a los gobiernos a implicar a todos los sectores involucrados para que establezcan una lista de objetivos y/o una lista de actividades que se habrán de incluir en un plan de acción nacional o en un programa europeo para mejorar cualitativa y cuantitativamente la educación física y el deporte, tanto en un marco escolar como extraescolar.
- Las siguientes propuestas se refieren a los ámbitos que influyen en la vida de los niños y de los jóvenes e incluyen también el hogar, la familia, la escuela, la comunidad local y las políticas nacionales de los Estados miembro del CDDS.
II. Un grupo diana: los niños y los jóvenes.
- Todas las políticas y todos los programas se han de centrar en las necesidades de los propios niños y adolescentes, recordando que no se trata de “miniadultos”.
- Es fundamental consultar a los jóvenes para que participen en el proceso de toma de decisiones relacionado con la elaboración de los programas. Algunos países europeos han puesto a punto modelos y buenas prácticas, que pueden servir como casos de estudio, con importantes mecanismos de consulta, en cuyo marco los niños y los jóvenes participan activamente en la planificación y puesta en práctica de los programas que les conciernen.
III. Políticas y acciones propuestas.
A.- En el hogar y en familia.
- Deberían favorecerse las actividades que puedan practicarse en familia. El respaldo de los padres a las actividades de los niños es fundamental, aunque sólo sea porque velan por que los niños y los jóvenes puedan acceder a las instalaciones y a los programas. Es fundamental alentar a los padres para que se impliquen en los centros escolares y en los clubes deportivos que se hacen cargo de sus hijos. Los padres podrían perfectamente formar parte de los distintos órganos directivos para garantizar que los niños y los jóvenes obtienen el mayor provecho de la educación física y del deporte.
- Para sensibilizar a los padres sobre la importancia de la actividad física, de forma que ellos mismos la practiquen y sirvan de ejemplo para sus hijos, se puede utilizar a los medios de comunicación, así como técnicas de marketing.
- Los padres deberían tomar medidas para alentar a sus hijos a dedicar más tiempo a la práctica de las actividades físicas y deportivas y a limitar el que dedican a ver la televisión o a usar un ordenador.
B.- En la escuela.
- Se acepta que deberían dedicarse más horas a la educación física en el programa escolar, debería aplicarse un mínimo de 180 minutos de educación física por semana divididos en tres partes, tratando no obstante de alentar a los centros escolares a ir más allá de dicho mínimo cuando sea posible. Pese a ello, los niños y los jóvenes deberían practicar una hora de actividad física al día, incluyendo las clases de educación física y de deporte en la escuela o fuera de ella, así como cualesquiera otros ejercicios fuera de la escuela (por ejemplo, ir al colegio a pie o en bicicleta).
- Se ha de desarrollar la idea de la escuela como lugar que promociona la salud a todos los niveles. La educación física debería formar parte de un tronco común y tener nexos estrechos con las asignaturas académicas. El papel de los colegios como centros de formación de un estilo de vida sano para sus alumnos, así como para la comunidad en sentido amplio, se debería de recalcar y reforzar, por ejemplo, haciendo uso de las instalaciones deportivas escolares fuera de las horas lectivas.
- A este respecto, es vital animar a los centros escolares a que alienten a los niños y a los jóvenes a salir durante los recreos para practicar distintos juegos. En muchos centros escolares el libre acceso a las instalaciones deportivas durante los recreos y fuera del horario escolar, bajo la supervisión de profesores de educación física o de entrenadores, ha hecho que los niños y los jóvenes se hayan interesado más por la actividad física y el deporte.
- La calidad de la formación dispensada en materia de educación física y de deporte debería mejorarse gracias al fomento y a la oferta de formación continua para los profesores de educación física mediante módulos de formación destinados a los profesores de educación física y a los no especializados. Podrían introducirse medidas para evaluar los resultados de los centros. Se podría alentar a los centros que obtuvieran un buen resultado para que ayudaran a los centros vecinos a lograr los mismos estándares altos en materia de educación física y de deporte.
- Los centros escolares y las corporaciones locales deberían recibir indicaciones que les ayudaran a mejorar el medio ambiente en torno a los centros, para favorecer la marcha y la práctica de la bicicleta. Debería estudiarse la posibilidad de crear redes locales de “casas seguras”[1] en los itinerarios más frecuentados por los niños, de forma que estos puedan refugiarse en ellas si, por ejemplo, son víctimas de acoso.
6. Habría que definir “itinerarios y zonas seguras” en torno a todos los colegios para que los peatones y los ciclistas tuvieran prioridad y resultara difícil, por no decir imposible, acercarse al colegio en coche. De esta forma se alentaría a los niños a ir al colegio por sus propios medios.
C. En la comunidad.
- Podría ponerse en práctica un programa de financiación de proyectos de actividades físicas en cooperación con las autoridades locales y las asociaciones deportivas no gubernamentales. Un programa así podría favorecer la participación en una actividad deportiva y luchar contra la exclusión social
- Se deberían establecer redes de coordinadores locales y regionales de las actividades físicas y de ocio con el fin de intervenir ante los distintos órganos directivos para facilitar los nexos entre todas las instituciones a nivel local, incluidos los centros escolares.
- Se debería dar prioridad a las mejoras del ambiente deportivo para facilitar la educación física formal e informal, primando las actividades informales que no dependan de un club, por ejemplo, el deporte en la calle en zonas desfavorecidas, organizado por voluntarios formados. Para ello, habría que actuar de forma que se consultara a los niños y a los jóvenes, evaluando las necesidades locales. Se podrían proponer, por ejemplo, nuevas instalaciones deportivas comunitarias, flexibles y multifuncionales, destinadas a los jóvenes, como:
- parques de skate y áreas de juego;
- instalaciones especialmente pensadas para chicas;
- canastas de baloncesto en las ciudades.
- La idea de zonas de proximidad para promocionar áreas de juego perfectamente seguras en la localidad, acompañada de medidas para reducir o prohibir la circulación de automóviles, podría ampliarse.
- Los terrenos destinados el ejercicio del deporte no deberían utilizarse para fines inmobiliarios, especialmente en barrios donde haya pocos equipamientos deportivos.
IV. Desarrollo de políticas nacionales.
- Cada país tiene sus problemas específicos en este ámbito y ha de elegir y aplicar sus propias prioridades, desarrollar planes a corto y a largo plazo y definir con claridad los campos de responsabilidad en cada ámbito. A corto plazo, las prioridades podrían ser:
- establecer unas normas mínimas para una oferta cuantitativa y cualitativa de educación física en la escuela;
- mejorar la formación de los profesores, entrenadores y voluntarios;
- mejorar las infraestructuras.
A largo plazo, los planes de acción prioritarios podrían ser:
- desarrollar la cooperación interregional;
- desarrollar la cooperación entre las autoridades locales y las nacionales;
- proponer programas de formación para los grupos susodichos, por ejemplo, los profesores;
- garantizar un tratamiento equitativo que tenga en cuenta el sexo y la discapacidad.
- La cooperación sectorial entre los departamentos gubernamentales debería favorecer la cooperación entre todas las partes implicadas en la promoción de la actividad física de los niños y de los jóvenes. Para ayudar a dirigir acciones coordenadas, se deberían crear comités y grupos de trabajo de los que formaran parte representantes de todos los ámbitos pertinentes -deporte, educación, transporte, medio ambiente y sanidad-.
- Es importante tomar en cuenta las necesidades de los peatones y de los ciclistas, sobre todo para ir al colegio (cuando el clima lo permita), poniendo así mismo de relieve los efectos beneficiosos sobre el medio ambiente y el desarrollo sostenible.
- La relación evidente entre la actividad física y la salud de los niños y de los jóvenes hace que resulte imperativo mantener relaciones eficaces entre los distintos departamentos gubernamentales implicados en este importante ámbito de cooperación.
- Los Ministerios responsables en materia de deporte pueden adoptar iniciativas para que el deporte atraiga a más personas, haciendo menos hincapié en la competición y dándole mayor importancia a la práctica de un deporte y de una actividad deportiva a lo largo de toda la vida.
- Los fondos destinados a los programas de actividad física referentes a niños y jóvenes desfavorecidos deberían incrementarse, incluidos los programas destinados a grupos como son los niños y los jóvenes con alguna discapacidad, los migrantes y los refugiados.
- Se deberían poner a punto técnicas de marketing, trabajando, por ejemplo, con los distintos medios de comunicación, incluida la televisión, la prensa escrita y las revistas, organizando campañas nacionales.
V. Dimensión europea.
- Es necesario un enfoque europeo coordinado de la salud con el fin de que sirva de base para un proyecto de salud para los niños y los jóvenes. Se podría realizar gracias a una cooperación estrecha en el seno del Consejo de Europa y entre este y otras organizaciones europeas e internacionales. Se podría hacer hincapié en dichas actividades durante el Año europeo de la educación a través del deporte 2004.
- Para alentar una forma de vida activa y desalentar las actividades excesivamente sedentarias, considerando el carácter internacional que tiene la cultura de la juventud, se podría pensar en programas y campañas a escala europea. Habría que estudiar la influencia de los videojuegos y de la televisión, al aumentar los problemas que plantea una forma de vida sedentaria. Podrían llevarse a cabo investigaciones para saber por qué razón a algunos niños y jóvenes no les gusta la educación física y la encuentran aburrida.
- Deberían llevarse a cabo con regularidad estudios que evaluaran y controlaran el nivel de actividad física de los niños y de los jóvenes. Un estudio europeo realizado cada cinco años sobre las políticas referentes a la educación física y las prácticas permitiría mantener un interés acerca de este campo, conocer la cuestión más a fondo, medir los avances y garantizar la conformidad con los artículos de aplicación de la Carta europea del Deporte. Gracias a dichas medidas, este tema seguiría siendo un ámbito prioritario. También se podría utilizar con mayor frecuencia la batería de tests simplificados del programa Eurofit destinado a los niños.
- Es deseable que las actividades a nivel europeo y a nivel nacional interactúen y tomen en cuenta las prioridades que se definen en los estudios. Se debería favorecer la cooperación entre los Estados miembro y las redes europeas con vistas a compartir las informaciones, los resultados de las investigaciones y los datos de experiencias nacionales acerca de la promoción de la actividad física.
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838 reunión de los Delegados de los Ministros / 30 de abril de 2003
CM/Del/Dec (2003)838/8.1bF / 5 de mayo de 2003
[1] Una “casa segura” es un lugar al que un niño puede dirigirse si necesita protección, por ejemplo, si se ve amenazado.